Definitivamente Bilbao Basket ya es un club ACB. Para cualquier persona que desconozca los acontecimientos que han llevado a este club a engrosar definitivamente la lista de los elegidos que integran la segunda mejor liga del mundo, paso a relatar los hechos posteriores a la consecución del ascenso deportivo en tierras leonesas. Todo tuvo un final feliz, pero, como toda buena historia de suspense, se debió a un giro de 180 grados de los acontecimientos en el último suspiro.
En un anterior artículo dimos a conocer las primeras noticias procedentes de los despachos: como club debutante en la ACB (el Bilbao Basket nació en el año 2000 y cogió el testigo del Caja Bilbao, desaparecido en 1994, tras regresar a la ACB, pero no lograr las ayudas económicas necesarias para afrontar los gastos derivados de tomar parte en esta liga), debía abonar, por una parte, casi 2.8 millones de euros para comprar la plaza, así como otros 1.7 millones de euros, aproximadamente, en concepto de aval. Todo ello antes del 15 de junio.
Las instituciones (Diputación y Ayuntamiento) movieron ficha y a los pocos días de conseguir el ascenso deportivo, anunciaron su compromiso de comprar la plaza. Restaba por cubrir el dinero correspondiente al aval y únicamente quedaban tres semanas. Desde un primer momento, distintas fuentes afirmaban que el objetivo estaba casi cumplido; con esa idea, días tras días, los aficionados esperaban la noticia que confirmase esa filtración. Pero esta noticia tan esperada no llegaba... y cada día restaba menos tiempo para la fecha límite.
No había ningún patrocinador atado y el club buscaba lograr un crédito bancario para lograr ese dinero. Tocaron distintas puertas (curiosamente la Caja de Ahorros provincial no fue una de ellas) y era una entidad bancaria catalana la más receptiva ante la petición del club. Sin embargo, el viernes 11 de junio (a 4 días de la fecha tope), el club emitió un dramático comunicado que heló el ánimo de todos los aficionados del basket en esta provincia; su contenido era un auténtico SOS, en el que se llegaba a declarar que en estas circunstancias y ante la práctica imposibilidad de cumplir las exigentes condiciones económica de la ACB, vemos sumamente difícil alcanzar estos requisitos. El ascenso parecía en esos momentos casi una quimera.

Entre la afición cundió la desesperanza, pero también un grado bastante alto de indignación. Algunos dirigían sus críticas a la directiva por haberse, en su opinión, confiado en exceso; otros, pedían a las instituciones una mayor implicación en el proyecto, considerando que, en última instancia, debían ser estas las que tuvieran que dar el último empujón. La afición no se quedó de brazos cruzados y el domingo 13 de junio, más de 300 personas se reunieron ante la Diputación para reclamar esa ayuda institucional para sacar al club del atolladero. La sombra de lo ocurrido al Caja Bilbao en el 94 sobrevolaba sobre la afición.
Pero, como antes señalamos, en el mediodía del lunes 14 de junio se dio a conocer una noticia que daba un vuelco a la situación: una entidad de ahorros catalana (La Caixa) concedía el crédito al club, siendo el avalista de esta operación una empresa de seguros del Grupo Mondragón (cooperativa cuya marca comercial más conocida es Eroski) denominada Seguros Lagun Aro. Además, este misma entidad había llegado a un acuerdo de patrocinio con el Club, aportando 250.000 euros por temporada, durante tres años.
La tarde de ese mismo día, las instituciones, el club y la empresa patrocinadora concedieron una rueda de prensa donde dieron a conocer oficialmente la noticia anteriormente difundida. Al día siguiente, los dirigentes del Bilbao Basket cogieron un avión hacia Madrid y presentaron toda la documentación para poder acceder a la liga ACB. La pesadilla se tornó en feliz realidad.
Epílogo:
El club ya ha dado a conocer los precios de los abonos para la próxima temporada, descolgándose con unos precios superiores a la media (los precios oscilan entre los 100 y los 500 euros por abono).
Por otra parte, comienza a definirse la plantilla para la próxima temporada: Javi Salgado, Jorge García (con contrato en vigor), Lucho Fernández (contrato ampliado) y Jose Luís Maluenda (renovado) continúan. Roberto Núñez, procedente del Real Madrid, se ha constituido en el primer fichaje para la próxima campaña. Parece ser que Yáñez interesa (un jugador muy del gusto de Txus Vidorreta). La renovación del pívot Venson Hamilton puede ser el siguiente objetivo. En cuanto a las bajas: Juanma Rodríguez no continuará, ni tampoco el capitán del club, Patrik Saenz de Ugarte.
En cuanto al pabellón, por el momento los partidos se deisputarán en el histórico y ya vetusto Pabellón de la Casilla, aunque en determinados momentos y contra determinados contrincantes, el equipo podrá jugar en el flamante Bizkaia Arena de Barakaldo.
En un anterior artículo dimos a conocer las primeras noticias procedentes de los despachos: como club debutante en la ACB (el Bilbao Basket nació en el año 2000 y cogió el testigo del Caja Bilbao, desaparecido en 1994, tras regresar a la ACB, pero no lograr las ayudas económicas necesarias para afrontar los gastos derivados de tomar parte en esta liga), debía abonar, por una parte, casi 2.8 millones de euros para comprar la plaza, así como otros 1.7 millones de euros, aproximadamente, en concepto de aval. Todo ello antes del 15 de junio.
Las instituciones (Diputación y Ayuntamiento) movieron ficha y a los pocos días de conseguir el ascenso deportivo, anunciaron su compromiso de comprar la plaza. Restaba por cubrir el dinero correspondiente al aval y únicamente quedaban tres semanas. Desde un primer momento, distintas fuentes afirmaban que el objetivo estaba casi cumplido; con esa idea, días tras días, los aficionados esperaban la noticia que confirmase esa filtración. Pero esta noticia tan esperada no llegaba... y cada día restaba menos tiempo para la fecha límite.
No había ningún patrocinador atado y el club buscaba lograr un crédito bancario para lograr ese dinero. Tocaron distintas puertas (curiosamente la Caja de Ahorros provincial no fue una de ellas) y era una entidad bancaria catalana la más receptiva ante la petición del club. Sin embargo, el viernes 11 de junio (a 4 días de la fecha tope), el club emitió un dramático comunicado que heló el ánimo de todos los aficionados del basket en esta provincia; su contenido era un auténtico SOS, en el que se llegaba a declarar que en estas circunstancias y ante la práctica imposibilidad de cumplir las exigentes condiciones económica de la ACB, vemos sumamente difícil alcanzar estos requisitos. El ascenso parecía en esos momentos casi una quimera.

Entre la afición cundió la desesperanza, pero también un grado bastante alto de indignación. Algunos dirigían sus críticas a la directiva por haberse, en su opinión, confiado en exceso; otros, pedían a las instituciones una mayor implicación en el proyecto, considerando que, en última instancia, debían ser estas las que tuvieran que dar el último empujón. La afición no se quedó de brazos cruzados y el domingo 13 de junio, más de 300 personas se reunieron ante la Diputación para reclamar esa ayuda institucional para sacar al club del atolladero. La sombra de lo ocurrido al Caja Bilbao en el 94 sobrevolaba sobre la afición.
Pero, como antes señalamos, en el mediodía del lunes 14 de junio se dio a conocer una noticia que daba un vuelco a la situación: una entidad de ahorros catalana (La Caixa) concedía el crédito al club, siendo el avalista de esta operación una empresa de seguros del Grupo Mondragón (cooperativa cuya marca comercial más conocida es Eroski) denominada Seguros Lagun Aro. Además, este misma entidad había llegado a un acuerdo de patrocinio con el Club, aportando 250.000 euros por temporada, durante tres años.
La tarde de ese mismo día, las instituciones, el club y la empresa patrocinadora concedieron una rueda de prensa donde dieron a conocer oficialmente la noticia anteriormente difundida. Al día siguiente, los dirigentes del Bilbao Basket cogieron un avión hacia Madrid y presentaron toda la documentación para poder acceder a la liga ACB. La pesadilla se tornó en feliz realidad.
Epílogo:
El club ya ha dado a conocer los precios de los abonos para la próxima temporada, descolgándose con unos precios superiores a la media (los precios oscilan entre los 100 y los 500 euros por abono).
Por otra parte, comienza a definirse la plantilla para la próxima temporada: Javi Salgado, Jorge García (con contrato en vigor), Lucho Fernández (contrato ampliado) y Jose Luís Maluenda (renovado) continúan. Roberto Núñez, procedente del Real Madrid, se ha constituido en el primer fichaje para la próxima campaña. Parece ser que Yáñez interesa (un jugador muy del gusto de Txus Vidorreta). La renovación del pívot Venson Hamilton puede ser el siguiente objetivo. En cuanto a las bajas: Juanma Rodríguez no continuará, ni tampoco el capitán del club, Patrik Saenz de Ugarte.
En cuanto al pabellón, por el momento los partidos se deisputarán en el histórico y ya vetusto Pabellón de la Casilla, aunque en determinados momentos y contra determinados contrincantes, el equipo podrá jugar en el flamante Bizkaia Arena de Barakaldo.