Hace poco más de años, me disponía a escribir un artículo sobre la actuación argentina en el campeonato mundial de Indianápolis. Allí comentaba que solo el correr del tiempo nos permitiría comprender la magnitud del hecho (primera victoria ante un combinado NBA y medalla de plata). Hoy en día la situación es similar, aunque esta vez no hubo fallo arbitral que le impidiera obtener toda la gloria al conjunto argentino.
Atenas 2004 viene a confirmar lo que muchos ya suponiamos: Argentina es el mejor equipo del mundo. Y el mundo incluye a los EE.UU. y sus NBA. Algunos dirán que a esta cita faltaron O'Neal, Kobe, Payton, Finley... pero estuvieron Duncan, Iverson, LeBron, Marbury y otros.
Hasta que USA Basketball no se disponga a armar un equipo en serio (que sea más que una suma de individualidades), EE.UU. no podrá sacarle ventaja a Argentina. Por algo los sudamericanos se impusieron en dos de los últimos cuatro juegos frente a los llamados Dream Team.
Ni el más optimista de los argentinos hubiera imaginado este momento. ´Medalla de oro en los JJ.OO., con victoria ante la NBA, el campeón del mundo y el local. Manu Ginóbili elegido como jugador más valioso. Scola y Montecchia acompañándolo en el quinteto ideal.
Dicen que los grandes equipos aparecen en los momentos importantes. Ahí esta la clave. Porqué Argentina puede perder contra Italia en la primera ronda, pero luego lo aplasta en la final. Al contrario de lo que sucede con España, por ejemplo, que arrasa en las fases previas y falla en los momentos de definición.
Suena ridículo mencionar que Argentina no ha hecho un torneo perfecto en Atenas, cuando ha conseguido uno de los logros más importantes de su historia deportiva. Sin embargo, esa parece ser la sensación general. Se lo ha criticado a Rubén Magnano por algunas decisiones, como insistir por Sconochini cuando el alero estaba muy lejos de su mejor nivel (de hecho, fue el punto más flojo del equipo). O llevar solo dos bases, dejando afuera a Pablo Prigioni. Por otra parte, el equipo se ha mostrado irregular y sin el "instinto asesino" de Indianápolis.
Y sin embargo, obtuvo el oro. Otra muestra de la inmensidad de este equipo. Aun sin mostrar su mejor versión, aun con aspectos por mejorar, se consagró como el mejor equipo del mundo.
Ya instalado en la cima, Argentina ahora deberá mantenerse. Ese es el nuevo desafio. La dirigencia y el cuerpo técnico deberán hacer lo imposible por mantener la base del plantel campeón. El equipo necesitará a Ginóbili, figura en la NBA. Nocioni y Delfino darán sus primeros pasos en la liga, con lo que se esperaba realicen un nuevo salto de calidad. Scola, tarde o temprano, también ingresará a la NBA. Su brillante nivel así lo exige. Oberto y Pepe Sánchez, en plena madurez, tampoco podrán faltar en el seleccionado.
Con esta base y la inclusión de nuevos valores que vayan surgiendo, Argentina sueña con más gloria.
Atenas 2004 viene a confirmar lo que muchos ya suponiamos: Argentina es el mejor equipo del mundo. Y el mundo incluye a los EE.UU. y sus NBA. Algunos dirán que a esta cita faltaron O'Neal, Kobe, Payton, Finley... pero estuvieron Duncan, Iverson, LeBron, Marbury y otros.
Nocioni y compañía auguran más exitos |
Ni el más optimista de los argentinos hubiera imaginado este momento. ´Medalla de oro en los JJ.OO., con victoria ante la NBA, el campeón del mundo y el local. Manu Ginóbili elegido como jugador más valioso. Scola y Montecchia acompañándolo en el quinteto ideal.
Dicen que los grandes equipos aparecen en los momentos importantes. Ahí esta la clave. Porqué Argentina puede perder contra Italia en la primera ronda, pero luego lo aplasta en la final. Al contrario de lo que sucede con España, por ejemplo, que arrasa en las fases previas y falla en los momentos de definición.
Suena ridículo mencionar que Argentina no ha hecho un torneo perfecto en Atenas, cuando ha conseguido uno de los logros más importantes de su historia deportiva. Sin embargo, esa parece ser la sensación general. Se lo ha criticado a Rubén Magnano por algunas decisiones, como insistir por Sconochini cuando el alero estaba muy lejos de su mejor nivel (de hecho, fue el punto más flojo del equipo). O llevar solo dos bases, dejando afuera a Pablo Prigioni. Por otra parte, el equipo se ha mostrado irregular y sin el "instinto asesino" de Indianápolis.
Y sin embargo, obtuvo el oro. Otra muestra de la inmensidad de este equipo. Aun sin mostrar su mejor versión, aun con aspectos por mejorar, se consagró como el mejor equipo del mundo.
Ya instalado en la cima, Argentina ahora deberá mantenerse. Ese es el nuevo desafio. La dirigencia y el cuerpo técnico deberán hacer lo imposible por mantener la base del plantel campeón. El equipo necesitará a Ginóbili, figura en la NBA. Nocioni y Delfino darán sus primeros pasos en la liga, con lo que se esperaba realicen un nuevo salto de calidad. Scola, tarde o temprano, también ingresará a la NBA. Su brillante nivel así lo exige. Oberto y Pepe Sánchez, en plena madurez, tampoco podrán faltar en el seleccionado.
Con esta base y la inclusión de nuevos valores que vayan surgiendo, Argentina sueña con más gloria.