¡Wow! Ese es el primer pensamiento que me viene a la cabeza tras ver en directo la exhibición de Donte Divincenzo (1.98m/1997) el pasado lunes en la final de la Final Four de San Antonio. Allí su universidad, Villanova, se hizo con el título ganando a Michigan por 79 a 62.
31 puntos, 10/15 en tiros que incluyen 5/7 en triples, 5 rebotes, 3 asistencias y 2 tapones. Y todo esto saliendo desde el banquillo, batiendo así el récord de anotación para un jugador suplente en toda la historia de la NCAA en una Final Four, y siendo también la máxima anotación en una final de la NCAA desde 1989.
Tal ha sido su repercusión que hasta el propio Lebron James ha hablado sobre él:
“Escucha, ese chico estaba on fire. Pero sobretodo, ganó mucho dinero gracias a ese partido, y no por cómo estaba tirando, sino porque lo estaba haciendo TODO”.
Y así es, tal como comentaba Lebron James, la exhibición de DiVincenzo no solo destacó por su excelente acierto desde el tiro y en especial desde la línea de 3, sino más bien por su capacidad para poder aportar en todas las facetas del juego.
Consiguió volver loca a la defensa de Michigan con sus numerosas penetraciones en las que o bien finalizaba el mismo o asistía a sus compañeros. Además, aportó muchísimo en defensa con dos grandes tapones y con 5 rebotes.
Gran parte de esas penetraciones surgieron a raíz de la necesidad de Michigan de defenderle muy de cerca. El chico estaba metiéndolas de todos los colores y en su mayoría eran tiros tras bote, algo nada fácil de hacer. De sus 5 triples, 4 fueron sobre bote y desde una distancia similar al triple de la NBA, una distancia mucho mayor que el triple en la liga universitaria.
Sobran los calificativos para este jugador de la universidad de Villanova del que no se ha parado de hablar en Estados Unidos desde su magistral actuación. Tanto que incluso se especula con su posible aparición en el próximo Draft de la NBA en junio.
Algunos expertos se han atrevido incluso a colocarle en los últimos puestos de la primera ronda si finalmente se decide por presentarse al Draft.
Algo que para muchos otros expertos resulta inimaginable para un jugador que ni siquiera ha sido titular a lo largo de esta temporada y cuyas medias no han sido tan extraordinarias como las de la Final Four. A lo largo de la temporada ha promediado 13.4 puntos, 4.8 rebotes y 3.5 asistencias en 29.3 minutos de media jugados por partido.
En mi opinión, el futuro de este jugador es muy esperanzador, pero su llegada a la NBA puede esperar un año más, en el que se podrá consagrar como uno de los grandes jugadores de la liga universitaria y en el que podrá seguir disfrutando de sus becas para estudiar en Estados Unidos.
Con Jalen Brunson y Mikal Bridges posiblemente poniendo rumbo a la NBA la próxima temporada, DiVincenzo tiene todas las papeletas para poder tomar las riendas de este equipo y quién sabe si llevarles al título de nuevo por tercera vez en cuatro años.
Talento no le falta y buena prueba de ello han sido los 3 reconocimientos que ha obtenido este año:
Mejor sexto hombre de la temporada en la Big East Conference.
MOP (Most Outstanding Player) de la Final Four.
Mejor quinteto de la Final Four.
No obstante, aún le queda mucho camino por recorrer como a cualquier jugador joven. En ese camino deberá mejorar su manejo y consistencia en el juego para poder llegar incluso a jugar de base, aumentado así muchísimo más sus prestaciones de cara a los equipos NBA.
No todo se puede basar en tan sólo un partido, por lo que está claro que bajo la tutela de su entrenador (Jay Wright) durante un año más podrá lograr alcanzar esa regularidad y madurez que necesita.
El principal problema de DiVincenzo para jugar en la NBA es su pertenencia a una raza de jugadores ya extinta en esa liga, el escolta blanco tirador. De todos los que han llegado en los últimos años sólo J.J. Redick ha conseguido hacerse con un lugar bajo el sol, el resto ha ido dando tumbos hasta desaparecer hacia otras ligas, como ha hecho Fredette.
¿Quién no recuerda el caso 'Anderson Hunt'? MVP de las finales del 90 con la universidad de Nevada Las Vegas junto a Larry Johnson, Stacey Augmon, David Butler (fugaz paso en ACB tras 'fuga' del entonces Argal Huesca)... con ellos consiguió el campeonato de la NCAA apalizando a la Duke de Laettner y Henderson (103-73). Hunt anotó 29 puntos y fue elegido MVP. Un año más tarde, en edad junior, decidió poner fin a su formación y se declaró elegible en la NBA, antes quedaba haber vuelto a alcanzar la Final Four a pesar de no disponer ya del concurso de Johnson. Fueron eliminados en semis por la Seton Hall del desaparecido Ramón Ramos, Andrew Gaze o el ACB John Morton... Hunt, haciendo caso omiso de lo que le aconsejaban sus entrenadores, saltaba al profesionalismo... ninguna franquicia NBA lo escogería. Deambuló algún año que otro por la CBA y Europa y se tuvo que retirar. En el 93 lo arrestaron por posesión de marihuana.