En el curso 2000-01, Pau Gasol, justo antes de marcharse a la NBA, tuvo la ocasión de participar en la primera edición de la Euroleague. Actualmente, está jugando en la última. La última para él. Último cartucho para conseguir uno de los pocos títulos que no tiene junto a la medalla de Oro de una Olimpiada.
“En febrero (de 2001), nos enfrentamos a la Benetton de Treviso en octavos de final. Tenían un buen equipo, pero nosotros éramos los favoritos. Allí jugaban Jorge Garbajosa, Marcus Brown, (nos metió 30 puntos en el Palau), Pittis, Nicola o Naumoski. A mí me habían operado de apendicitis y no pude jugar ninguno de los dos partidos de la eliminatoria. Nacho Rodríguez estaba tocado y tampoco pudo. Incluso, creo que Saras no pudo jugar al 100% en el último partido. Perdimos los dos y nos quedamos fuera (de la Euroleague). Si no se hubieran dado esas circunstancias, la temporada podría haber sido brutal. Tengo la convicción de que si hubiera podido jugar, las cosas habrían cambiado. Por el momento tan bueno en el que estaba y la confianza que tenía no me cabe duda de que habría podido ayudar mucho a mis compañeros a avanzar en ese campeonato. Fue una pena, porque aquello fue un miércoles y, tanto Nacho como yo, ya pudimos jugar el sábado de esa semana”. Narración de Pau en la página 468 de la tercera edición del libro Historia del Baloncesto en España”.
El mejor jugador de la historia de España tiene un bebé, negocios, cumplirá en julio 41 años, llevaba más de dos años sin jugar por lesión, va a cobrar muy poco y… lo dicho, lo ha ganado prácticamente todo. Todo, en la NBA, en competiciones internacionales, de clubes... a nivel individual y colectivo. Lo más sencillo habría sido colgar las botas y que todo el mundo le recuerdara jugando con los codos por encima del aro. Sin embargo, no va a ser así. En Euroleague, Pau ha jugado sólo 4 partidos, 3 de ellos contra el Zenit ante el que ha promediado 1.7 puntos (0% en tiros de 2 con 0/3), 1.3 rebotes, 0.3 asistencias y 3 de valoración en 4.3 minutos de juego. El de Sant Boi está a años luz, físicamente y ritmo de juego, de su 100% pero… es Pau ¿Nos puede volver a sorprender?
Su primer paso, ganar el partido del próximo martes ante el rocoso y preparado conjunto ruso de su apreciado Xavi Pascual. Sin superar ese partido se esfuman su último y más factible sueño baloncestístico.