FIDELIZAR

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 En contra de lo que venía siendo habitual en los últimos años, las operadoras móviles tienen como máximo objetivo fidelizar a sus a sus clientes. No tanto (que también) captar consumidores de la competencia sino lo anteriormente dicho.

Un club de baloncesto debería usar mecanismos para fidelizar a sus simpatizantes y de esta forma crecer estructural y deportivamente. Porque la política de fichajes de una entidad deportiva no debe ir unida únicamente al deseo de unos resultados inmediatos, sino con miras a un medio y largo plazo.
En el mundo empresarial se le llama “CUSTOMER LOYALTY” y un ejemplo típico de este tipo de modelo es: la calidad de producto o servicio conduce a la satisfacción del cliente, lo que conduce a la lealtad del cliente, lo que conduce a la rentabilidad.

Pues se me antoja que ya he detectado el porqué de mi intranquilidad. Digamos que no veo ningún atisbo de ese factor en el club de toda mi vida. Ese club que se caracterizaba por un sello de identidad que era casi único en el viejo continente: ofrecer al cliente (espectador) un espectáculo donde sus actores eran gente formada en la casa, fabricados con una máxima exigencia pero con un trato exquisito. Como columna vertebral.
Al final, por la gran cantidad de jugadores que emergían, por una cuestión de estadística, de porcentaje, la calidad era obvia y los éxitos llegaban.

En el caso de que no fueran jugadores fabricados en la casa o extranjeros, permanecían en la entidad el tiempo necesario para poder dar lo mejor de sí mismos. Para vivir el concepto único que debería ser la Penya y Badalona. No usar y cambiar. Demasiado pánico a descender. No se acaba el mundo.

El pasado fin de semana vi a una Penya con un tono físico como hacía tiempo no veía. Dejando a un lado el sello inconfundible y atractivo de Tony Gaffney con su intensidad y forma de jugar, observo que otros como Oliver (físicamente como nunca), Ehambe, Quezada o Corey Fisher dan vida, ritmo y viscosidad a un juego que el sistema de competición vuelve gris y que en no pocas ocasiones amodorra. Pero eso no me basta porque me pasé el partido investigando en la red quien era quien en la Penya. Nos costará unos meses acostumbrarnos a ellos. Y ese es mi miedo. ¿Después? ¿Que pasara al final de temporada? ¿Otro cambio total del equipo?

No sé si con este equipo la Penya ganará la liga. Sólo sé que hay cosas más importantes que ganar un título: tener sentido común, hacer disfrutar al cliente (el aficionado) y permitirle que se sienta identificado por largo tiempo con el producto (el equipo y el juego) y en eso la Penya siempre ha sido un ejemplo.

 

“GANAR NO ES LO ÚNICO IMPORTANTE, TAMBIÉN LA FORMA DE CONSEGUIRLO”.

 

Comentarios

Hola Tomi:Es cierto que antes el jugador de la Penya tenía una identificación total con sus aficionados ya que el 80% de jugadores del primer equipo se habían criado en esa cantera prolífica de sacar buenos y grandes jugadores (tú, tu hermano Rafa,Jordi Villacampa,Jordi Pardo,Carles Ruf,etc) y eso tarde o temprano con una acertada combinación de canteranos y americanos daba sus frutos,como así se vivieron dos ligas y una liga europea.Hoy los clubs,como bien dices,tienen más miedo al fracaso y eso a veces les lleva a renunciar a su filosofía de club.Todo y con eso la Penya junto con Estudiantes siguen siendo los clubs referenciales en sacar buenos jugadores al primer equipo (Ricky Rubio,Pere Tomàs,Guillem Vives,...) aunque ese miedo al fracaso y la falta de paciencia hace que estos grandes jugadores terminen marchándose o no asuman un liderazgo en el equipo.Eso y otras situaciones complejas de entender (pabellones medio vacíos,las malas audiencias televisivas en una de las mejores ligas del mundo,etc) hacen que los clubes referenciales sigan sin encontrar ese rumbo que produzca una buenaquímica entre club-seguidores.Todo y con eso,como seguidor del Barça espero que la Penya vuelva a ser grande y revivamos aquellos maravillosos derbys (Barça-Penya y Penya-Barça) de finales de los 80 y principios de los 90,aunque en alguno de ellos nos dierais un buen disgusto.
Txema Martínez
Ex alumno Escolapis Diputació

Mucha razón Tomas pero que complicado es llevarlo a efecto. El miedo a que pasará en una situación económica, casi insostenible en muchos casos, hace que la razón no esté fresca para actuar. Que ocurriría si..? si gasto lo que tengo bajo mi rendimiento, puedo descender, que pasará entonces? pero si gasto mas de lo que tengo puedo quebrar y entonces seguro que sé lo que pasará, como tengo paciencia? Y como conseguir que la gente disfrute y aumente el seguimiento? No se fácil, suerte a la Penya.

Partiendo de la base que todo el mundo es consciente que ganar titulos es mision imposible, la Penya inició una introspeccion despues de tanto despilfarro.
Y volvieron a sus origenes:darle continuidad a las categorias inferiores y tratar de acertar con los "no nacionales".
El problema es que cada vez es mas dificil "fidelizar" a la gente que sube, pues estos tienen el dilema clásico que tienen todos aquellos que hoy en dia destacan: contratazo vs sentimientos.
Encuentro a faltar jovenes que se identifiquen con su club de formacion y sean capaces de desarrollar una carrera en sus equipos o, almenos, pasar unas temporadas ahi.
El exceso de mediatizacion en el deporte de hoy en dia propicia que la chavaleria solo vea $$$.
Por otro lado está el desánimo que produce muchas veces el tener la sensacion que, por mucho que uno se esfuerce y consiga progresos, nunca llegara a profesional a causa de la situacion del baloncesto de un tiempo hasta ahora.
Saludos (y disculpad si me extendí)

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