Huertas y Nachbar amargan la inauguración del Gran Canaria Arena (74-82)

Durante los primeros compases del partido, el Barcelona dominaba el juego en ambos lados de la pista, consiguiendo Marcelinho Huertas la primera canasta de la historia en el Gran Canaria Arena. Desde el principio comenzamos a ver que este iba a ser un partido defensivo, las defensas de ambos equipos se cerraban con maestría para intentar imponer su ritmo. Los amarillos, con diez mil almas apoyando, iban poco a poco sintiéndose cómodos sobre la pista, logrando la primera ventaja considerable del partido (10-6). El Gran Canaria mantenía la ventaja continuando con esa buena dinámica en su propio aro y desenvolviéndose bien en ataque. Los blaugranas, abusaban un poco de su tiro exterior, una faceta que les hacía aguantar el tirón de un Granca más ordenado. Los de Xavi Pascual consiguieron acercarse en el marcador al final de los primeros diez minutos gracias a los tiros libres de Dorsey y a un triple de Abrines casi sobre la bocina (23-19).

Nachbar salió a pista en el segundo periodo con la maquinaria cargada, y con dos triples consecutivos conseguía igualar el marcador con facilidad. No obstante, los jugadores de Pedro Martínez supieron reaccionar con un parcial de 6-0 que obligaba a los catalanes a solicitar tiempo muerto. Los amarillos lograban marcharse cómodamente, pero otra vez Nachbar conseguía silenciar el Gran Canaria Arena con un triple (36-30). El partido decaía en cuanto a ritmo, los dos conjuntos estaban algo más apagados que durante el resto del partido. El daño que Tomic provocaba en la zona acercaba peligrosamente a un Barça que mejoraba con el paso de los minutos, el croata era el arma más temida por los amarillos. El Gran Canaria no carburaba, los de Martínez estaban pasando por una crisis en ataque que había hecho que los blaugranas marcharse al descanso con un marcador muy apretado (38-36).

El paso por los vestuarios dejó al Gran Canaria algo dormido, momento que aprovechó el Barcelona para rápidamente ponerse por delante. Pero los amarillos respondían con solvencia desde la posición de base, con un Oliver que aprovechaba sus ocasiones para darle la vuelta al encuentro (45-41). Los minutos pasaban y los dos equipos parecían no encontrarse a gusto sobre el parqué, aunque los catalanes volvían a tirar de Nachbar para no perderse. Un Gran Canaria aletargado no encontraba situaciones cómodas para anotar, provocado por la gran defensa barcelonista. El encuentro estaba muy apretado, era un tira y afloja entre dos titanes defensivos que se intercambian los golpes y el dominio del marcador. La tensión iba en aumento a medida que pasaban los minutos, con el Barcelona por encima los amarillos necesitaban reaccionar para recuperar la ventaja. Y así nos íbamos al último cuarto, con el Barça un poquito más metido en el encuentro (56-59).

El Barcelona se ponía el mono de trabajo. Los blaugranas salieron con mucha intensidad a por el partido y se mantenían con esos tres puntos de ventaja. El Gran Canaria necesitaba una ráfaga de electricidad para poner las cosas más igualadas en el encuentro. A cada intento de acercarse amarillo, aparecía Nachbar para poner las cosas en su sitio, el esloveno estaba siendo una pesadilla para los de Pedro Martínez (63-69).Los de Xavi Pascual habían puesto la directa y el Gran Canaria seguía sin anotar, los minutos pasaban y cada vez quedaba menos tiempo. El barco amarillo se hundía y los barceloneses iban a salir victoriosos, el Barcelona había sabido jugar mejor sus cartas. Al final, el Herbalife Gran Canaria no pudo conseguir la primera victoria en su nueva casa, dejando al Barça con ese honor (74-82).