Hace mucho tiempo que hablamos de la NBA como una competición internacional. Desde que la competición comenzó a tener seguimiento mundial, los extranjeros fueron primero vetados (los 80), después incorporados poco a poco (los 90), hasta que en el nuevo siglo se destruyeron todas las barreras para la llegada y rol de los jugadores internacionales.
La era de Nowitzki, Stojakovic y Gasol
Si bien grandes talentos como Drazen Petrovic, Vlade Divac o Toni Kukoc llegaron a la NBA para tener un papel preponderante en sus equipos y hacer una larga carrera, no consiguieron ser la cara visible de sus equipos. Petrovic pudo haberlo sido si el accidente no hubiera sucedido y en los casos de Divac y Kukoc las circunstancias que acompañaron a sus carreras no favorecieron. Divac estuvo en dos buenos equipos como Lakers y Kings, donde otras estrellas como Magic Johnson o Chris Webber y su carácter de hombre de equipo le impidieron hacer grandes temporadas individuales. Kukoc compartió con Jordan los mejores años de su carrera, de modo que era imposible ser la cara visible de la franquicia.
Hoy se cumplen 25 años de la muerte de Drazen Petrovic, uno de los mayores genios de la historia del baloncesto pic.twitter.com/Ea9NrfrtWo
— Pasion Basket (@Pasion_Basket1) June 7, 2018
Pero todo cambió a principios de los 2000. En 1998, un espigado ala-pívot alemán iba a cambiar el estilo de la NBA para siempre. Dirk Nowitzki se hizo con las riendas de los Dallas Mavericks y consiguió llevarlos a un anillo en 2011. MVP de la liga regular y de las Finales, además de ser el 6.º máximo anotador de la historia de la liga. Pero no solo el alemán acaparaba portadas. Stojakovic destacó en los Kings de Divac, a los que llevó como estrella del equipo (junto a Webber) a discutir la preeminencia de la pareja Shaq&Kobe. Por su parte, Gasol fue el mejor jugador de los Grizzlies durante su estancia en Tennessee hasta que hizo las maletas a Los Ángeles para ser el lugarteniente de Kobe Bryant en los dos anillos que ganaron juntos como Lakers.
Otros jugadores de aquella época como Tony Parker, Steve Nash y Manu Ginobili fueron muy importantes en una NBA que recibía cada vez más talento de otras partes del mundo.
Puestos a celebrar un regreso de Pau Gasol hagámoslo a lo grande! pic.twitter.com/9wbjepYBIL
— Pacojo (@PacojoSER) February 20, 2021
¿Una NBA dominada por no estadounidenses?
La noticia de esta semana han sido los quintetos titulares del All-Star. Cuatro jugadores internacionales están en ellos: Embiid y Antetokounmpo en la Conferencia Este y Jokic y Doncic en el Oeste. Nunca había habido tantas estrellas consolidadas en la élite de la NBA. Embiid es claro candidato a MVP, galardón que ya han conseguido antes Antetokounmpo y Nash (en dos ocasiones) y Nowitzki.
El número máximo de jugadores internacionales en el mejor quinteto de la NBA ha sido de dos en una temporada. Este año podría ser tres, aunque debemos ver si Doncic o Anteto entran finalmente, debido a las irregulares temporadas de sus equipos.
Pero no son las únicas estrellas internacionales las mencionadas arriba. Pascal Siakam es el ancla de los Raptors, Jamal Murray es el lugarteniente de Jokic en Denver, Shai Gilgeous-Alexander es la esperanza en Oklahoma, Domantas Sabonis aparece como la gran referencia de Indiana y Gobert es uno de los mejores defensores del mundo. La lista sigue y seguirá creciendo, puesto que todos los jugadores nombrados son jóvenes, de modo que sus mejores momentos están aún por llegar. La NBA es más internacional que nunca porque la protagonizan jugadores de más nacionalidades que nunca.
Qué duelo
— NBA Spain (@NBAspain) February 15, 2021
Lillard: 34 puntos y 11 asistencias
Doncic: 44 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes
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