Crónica de Juan Carlos Turienzo
Tras la primera semifinal en que la superioridad palmesana quedó palpable, el ambiente en Miribilla comienza a ser espectacular ya terminando el partido y antes de que Bilbao y Melilla empiecen a calentar. La organización ha decidido vender 9000 entradas, dejar unas 1000 sin vender por temas de seguridad, de ahí que se vieran algunos asientos vacíos en las gradas superiores. Pero el ambientazo era espectacular, el público gritando y animando a los suyos de manera increíble.
Con el 5-0 inicial del marcador tras triple de Jaylon Brown parecía que el equipo local iba a dominar el tempo al principio, no fue así. Melilla con un Dos Anjos espectacular debajo de lo aros toma las riendas de su equipo y del marcador (5-9). A partir de ahí el dominio debajo del tablero es del partido. Melilla va dejando la oportunidad de marcharse, incluso tres acciones seguidas de los vizcaínos (9-0) ponen arriba a Bilbao (18-14). Aún así Melilla logra empatar al final del primer cuarto tras serenar el empuje local (18-18).
Segundo cuarto calcado al primero en sensaciones, no en protagonistas. Jaylon Brown y Dos Anjos en el primer período dan paso a una actuación coral de Bilbao y a otro claro en Melilla, aparece su MVP Caleb Agada, 11 de los 20 puntos de su equipo para el ala-pívot nigeriano. Algo individualista a veces (lo que se llama chupón burdamente), pero muy efectivo. El mando del luminoso con pequeñas diferencias para los norteafricanos (26-30, 34-38). Pero al final el empate es lo que manda al descanso (a 38). La valoración de ambos equipos refrenda estas “sensaciones”, 36 a 46 para Melilla.
Tras el descanso las sensaciones emitidas en el tempo del partido se van confirmando. A pesar de ello Bilbao es capaz de ponerse por delante de nuevo (43-42) tras canasta de Iván Cruz. Llega el momento del MVP… de Huesca, el macedonio Stojan Gjuroski que con cinco puntos consecutivos pone la delantera de Melilla de nuevo. Los TL de Agada llevan la máxima (de 6) hasta el momento al marcador visitante (43-49). Aparece Larsen desde el juego interior vizcaíno para “sujetar” a su equipo en el marcador. Melilla deja vivo a Bilbao a falta del último cuarto, y esto a un equipo con 9000 aficionados en las gradas es como mínimo peligroso (55-58).
Para el último cuarto Mumbrú lo tiene claro, a cancha desde el principio Javi Salgado para jugar los últimos diez minutos. El peligro de dejar vivo al alguien moribundo es esto, la dirección magistral del base bilbaíno pone a los suyos en orden. Si a eso le sumamos el griterío de Miribilla pues pasamos del 55-58 a un parcial 10-0 cimentado en el juego interior (65-58), cortado por un triple de Vucetic (65-61). Salgado de nuevo al banquillo y el juego volvía a su cauce, el “arreón” local daba paso al juego estático y es cuando Melilla mostraba superioridad. Pero aquí supo manejarse mejor Bilbao, con Larsen de nuevo en cancha la jugadas en ataque eran claras, pases dentro hacia él. Peor se le ponían las cosas a Melilla cuando Agada se lesionaba en el abductor a falta de tres minutos. Ahí ni el triple de Javi Marín (68-66) pudo con Bilbao. Schreiner era el que ponía el temple al juego y daba la victoria a su equipo. Con el marcador 72-68 a falta de menos de un minuto Mumbrú da entrada a Salgado para jugar con dos bases y cerrar el partido (75-68).
Partido muy igualado y en el que si hubiera ganado Melilla, no hubiese sido injusto. Se notó sobremanera Miribilla, que llevó a los suyos en volandas cuando más complicado lo tenía. La otra diferencia esencial fue la lesión de Caleb Agada a falta de tres minutos, su mejor hombre tuvo que abandonar la cancha cuando se cocía el arroz.
La clave estuvo en el último cuarto, y para mi fue Miribilla, con un mejor juego estático de Melilla, a base de arreones y un final de partido apoyado por su público se llevó el puesto en la final.
El mejor del partido fue Caleb Agada, 18 puntos y 8 rebotes para 28 de valoración. Por Retabet fue Larsen, 15 puntos y 5 rebotes para 17 de valoración. “Sujetó” el marcador para los suyos en los momentos más complicados, y eso tiene su mérito, porque Melilla pudo haber roto el marcador en esos momentos.
Mañana la final esperada, Bilbao-Palma, por un puesto en la ACB.
GARAIPENA!
— RETAbet Bilbao Basket (@CDBILBAOBASKET) 1 de junio de 2019
¡¡¡A LA FINAL!!!
ESKERRIK ASKO MIRIBILLA
@RETAbet @CDBILBAOBASKET 75-68 @melillabcto #EsHoraDeVolver #ItzultzekoOrduaDa pic.twitter.com/w0HwBxn47q