Cuestión de versiones. Las adaptaciones del original son tantas que uno no sabe ya cuál es la copia y cuál es el molde. Cuál es la buena y cuál es la mala. La montaña rusa de emociones, resultados y juego que supone el Barça Lassa de este año está sometida a una revisión de prototipos, como si de remakes constantes se trataran. Hoy, después de la inexplicable derrota en Alemania tras acumular hasta 28 puntos de ventaja, comparecían los de Sito Alonso para medir nuevamente el impacto de su patrón. Y hoy sí. Hoy tocó la versión buena. La de las noches de jolgorio y victorias contundentes. La de los marcadores abultados y la superioridad durante los cuarenta minutos. ¿La originaria? Con tanto vaivén, es difícil saberlo. Cualquiera que se juegue los cuartos con este Barça de las máscaras debe tener un corazón sano y fuerte para aguantar las embestidas de las certezas, que con este equipo, aún son muchas.

Eso sí; si la de hoy se repite y se convierte en norma estarán más contentos los aficionados blaugranas. Y comenzaba desde bien temprano, para poner la cara amable de la máscara, con un 5-0 de salida y tres triples de Moerman, a pesar de la resistencia de Tibor Pleiss, sus continuaciones y su envergadura. Los puntos de Heurtel y el 4/7 en triples le daban la delantera al Barça Lassa en el primer cuarto (24-18) y prometían buenas nuevas, sin que aún hubieran concurrido sobre el parqué ni Eric Green ni Bojan Dubljevic.

Highlights: FC Barcelona Lassa - Valencia Basket

Para discutir versiones, salía Vidorreta con sus dos cañoneros y Doornekamp al tres en el segundo cuarto. Sito, en cambio, hoy sí daba minutos a Pressey para poner sus rápidas manos sobre el escolta de Inglewood. Construía desde fuera el Barça, para sumar la máxima ventaja con un 33-24 tras tres triples consecutivos y un espectacular 7/11 hasta ese momento. No le salía aquella jugada al técnico vasco, que penaba las lentas rotaciones de su alto equipo.

Un hiperactivo Oriola, hoy también con más minutos que en relatos anteriores, subía la ventaja hasta los dos dígitos en la siguiente jugada. Sólo le daba a Valencia Basket para soportar las embestidas blaugranas desde el tiro libre, con un bonus temprano de los locales en este segundo cuarto.

Pau Ribas, con cinco puntos seguidos ponía otra máxima y seguía luciendo manita desde la larga distancia esta cálida versión de Barça, para llegar a los 45 puntos con todavía tres minutos por jugarse de la primera parte. Una vez más, borrachera al calor de la intensidad y el tiro exterior. Está claro que cuando los doce de Sito consiguen trasladar ese ímpetu que tanto demanda su entrenador, son un equipo temible.

Por el contrario, se diluía el equipo taronja en esos minutos finales antes del asueto y cedía, quizás el partido, huérfano de liderazgo en ataque y asfixiado por el brío local. Y casi lo finiquitaba Pressey con un triple sobre la bocina que marcaba la máxima al descanso, para un 50-32 en el que todas y todos confiarían, si no fuera por cercanos precedentes.

La reanudación traía la veintena para los locales, aunque Vives y Sastre se empeñaban en buscar fantasmas por el Palau. Pero hoy imperaba la estampa alegre local y Sanders, con seis puntos seguidos de bella factura todos ellos, diluía los espectros para un +21.

Pero esto de las versiones y los cimientos basados en la intensidad y el acierto exterior es lo que tienen. Un 3+1 de Rudez y los reiterados yerros de Tomic a centímetros del aro, dejaban todavía la sentencia congelada para los últimos diez minutos (71-56). Había ganado al menos el parcial Valencia Basket, aunque no le daba todavía para asomarse al proyecto de remontada.

Otro de los aspectos que describen la buena versión blaugrana de la mala es cómo se pasan el balón. Hoy, ejercían el más altruista de los fundamentos del baloncesto con una gran perfección, para encontrar siempre un pase de canasta, también desde cerca, a pesar del picor y alergia de alguno por pisar la zona pintada. Mantenían así los locales las ventajas, alejaban fantasmas y se acercaban a la victoria, a pesar del tímido despertar de Dubljevic. Le intentaban los visitantes buscar las vueltas de la versión mala local, pero hoy no había sitio para descalabros. Seguían haciendo bien las cosas detrás los de Alonso, para recuperar marcadores que terminaran con la contienda. Un mate del hoy feliz Pressey devolvía el +21 (81-60 min. 35).

De ahí al final, intento de maquillaje valenciano por parte de un desconocido Green, que obligaba a Alonso a parar para recordar y a Claver y a Navarro a levantarse a apoyar a sus compañeros, inéditos ambos hoy en una nueva rotación del entrenador local. Cuestión de versiones, que será.

En la función de hoy, no llegaba a los cien puntos el Barça, a cambio de mantener consistencias y dureza, de bajar parciales y asegurar victorias. Dramas y pecados que cometiera en otras ocasiones, como los del pasado miércoles, sin ir más lejos. Buen ejercicio para apuntalar caminos en busca de consistencias y regularidades. Cuestión de versiones, qué debe ser.

1 La intensidad y el acierto exterior: a nadie escapa ya que para ver la versión buena de este Barça han de juntarse estas dos máximas. Como si de una alineación de planetas se tratara, cuando los doce de Alonso defienden duro, rápido, fuerte y corajudos atrás, sumando además decentes porcentajes desde fuera, los cien puntos están casi garantizados. El problema del Barça en noviembre es que esta alineación de astros pocas veces se ha contemplado y pena posiciones traseras en Europa, mediada la primera vuelta continental. Eso sí, cuando todo eso se junta, da gusto ver jugar a los blaugranas, con una media de asistencias siempre cercana al número de canastas que hace y con una alegría que contagia gradas nuevamente pobladas en el Palau.

2 Huérfano de Green: como si las rotaciones le confundieran, el escolta que tiene a media Euroliga deslumbrando hacía hoy 10 puntos, aunque casi todos de ellos cuando ya estaba todo el pescado vendido y se desgranaban los minutos de la intrascendencia. Su salida del quinteto titular, quizás en la búsqueda de mejores pares defensivos a los que atacar, hacía inoperante para el partido de hoy al escolta, mientras que Dubljevic, también desde la banca, comparecía tarde e intermitente al partido. Así y ante las piernas y el músculo blaugrana, el título al máximo encestador taronja recaería sobre el alemán Pleiss, sin que ningún otro compañero pudiera recoger los testigos de lo de anotar.

3 Hoy, sin desconexión: dieciocho arriba al descanso, pero se notaba tufillo a disparate y tensión de descalabros anteriores. Pero hoy no. Hoy, esa intensidad que demanda Sito Alonso durante los cuarenta minutos se trasladó desde los entrenamientos al partido y cuando Valencia Basket se asomó a la remontada, el bloque local mantuvo el nivel defensivo para no repetir pecados y picar con autoridad la tercera victoria en Euroliga, para acercarse al corte de ocho y evitar descalabros tempranos. 

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Comentarios

Trepidante esta Euroliga, Madrid recibe paliza y luego la da él, Barcelona pierde un partido kafkiano y se rehace a los dos días...al Valencia le pesaron las dos prórrogas de postre del partido anterior

Txus no ha estado fino con las rotaciones. SenEme 0/6 lanzando y jugó 24 min, por ejemplo...Era un partido para dar más cancha a Rudez

DNP de Jean Carlas" en verano voy a la selecion" Navarra y de Victor" me ha llamado de masterchef celebrity" Claver.

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