Dani Díez, letal desde el triple: El jugador de Iberostar Tenerife fue el máximo anotador del encuentro con 21 puntos, lanzando con un alto nivel de confianza para lograr un 80% en tiros de campo. Su aportación desde la línea de tres puntos fue un valioso recurso con el que tomar distancia con respecto a sus rivales, terminando el partido con un 4/6 en intentos y bastándose él mismo para anotar más triples que todo el banquillo español, del que destacó Darío Brizuela con 10 puntos.
Sebas Saíz, el pilar fundamental del encuentro: El pívot madrileño consiguió un doble-doble de 17 puntos y 10 rebotes, acabando el partido como segundo máximo reboteador, solo por detrás del jugador rumano de UCAM Murcia Emanuel Cate, que capturó un total de 13 rebotes. Las segundas oportunidades generadas por Saíz fueron de gran ayuda para el equipo de Sergio Scariolo, que consiguió sacar mucho provecho de las mismas para poner una amplia ventaja en el marcador desde el segundo cuarto.
Carlos Alocén, más que un anotador: El movimiento de balón permitió a España conseguir canastas fáciles con las que romper el encuentro desde el inicio. La facilidad con la que Alocén generaba juego entre sus compañeros se vio reflejeado en sus nueve asistencias, acabando como máximo asistente del partido. Además de su contribución desde el pase, el base maño consiguió tres puntos, un rebote y un robo de balón.
La selección española volvía a la acción tras proclamarse campeona del mundo en el Mundial de China luego de vencer en la final a Argentina por 75-95. De este modo, el equipo de Sergio Scariolo visitaba Cluj-Napoca para enfrentarse a Rumanía en el primer encuentro clasificatorio para el Eurobasket de 2021.
El encuentro empezaba con un alto ritmo anotador por parte de ambos equipos, protagonizado por el acierto desde el triple. Luego de varios minutos de imprecisiones, los de Scariolo comenzaron a tomar las riendas del partido, consiguiendo canastas fáciles por medio de una gran circulación de balón, la cual se vería reflejada en las tres asistencias en cinco minutos de Carlos Alocén, el máximo responsable en este apartado. La intesidad defensiva y las segundas oportunidades generadas por los rebotes en ataque de los jugadores interiores permitieron a los españoles crear una amplia renta en el marcador, llegando a conseguir una ventaja de ocho puntos para terminar el cuarto con un marcador de 16-21.
Las sensaciones parecían mejorar para el equipo rumano durante los primeros minutos del segundo cuarto, consiguiendo un parcial de 5-2 con el que empatar el partido a 23. La vuelta a pista de Sebas Sáiz fue un elemento clave para que la selección española volviera a ponerse por delante en el encuentro. Además de implicar a todos sus compañeros, el jugador de los Sun Rockers Shibuya tomó las riendas de los suyos a ambos lados de la cancha, logrando 13 puntos, 4 rebotes y 2 tapones. El intercambio de canastas fue constante durante el transcurso del cuarto, aunque siempre con ventaja para España. El alto nivel de confianza de los españoles se vería reflejado en una jugada iniciada con un pase por la espalda de Xavi Rabaseda y finalizada por Sáiz con un mate con contacto. Los instantes finales fueron de dominio español, consiguiendo una ventaja de diez puntos, la máxima del partido, con la que terminar el primer tiempo 34-44.
El paso por vestuarios parecía sentar mejor a los españoles, defendiendo a gran intensidad y atacando de un modo muy solidario. Pese a que el acierto desde el triple comenzaba a disminuir, los rebotes en ataque de Sáiz le daban a España la oportunidad de seguir aumentando la renta conseguida durante el primer tiempo, yéndose hasta los 16 puntos de ventaja (41-57). Tras un periodo en el que cada ataque de Rumanía se veía frenado por el gran esfuerzo defensivo del equipo español, los de Johnny Neumann protagonizaron un parcial de 7-0 con el que reducir distancias en el marcador, lo que provocaría la reacción de España a manos de Rodrigo San Miguel y Darío Brizuela. La igualdad se haría notar en los últimos minutos, acabando el cuarto con un resultado de 53-64.
Rumanía salió dispuesta a remontar el encuentro en el último cuarto, rompiendo la barrera psicológica de los diez puntos durante el primer minuto de juego. Conocedores de ellos, los españoles dieron un paso adelante para mantener viva su ventaja y llevarse el encuentro. San Miguel anotó un tres más uno con el que volver a poner una diferencia de dos dígitos, la cual se mantuvo hasta el ecuador del cuarto. El partido entraba en una fase de inestabilidad en la que ninguno de los dos equipos consiguió tomar el control. Pese a las imprecisiones de España en ataque, su defensa permitió que los rumanos no fueran capaces de aprovechar el mal momento anotador de sus rivales. A falta de dos minutos, Dani Díez lograba su cuarto triple con el que sentenciaba el encuentro en un partido excelente para él, anotando 21 puntos con un 80% en tiros de campo. Así, el resultado al final del partido fue de 71-84.
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