He aquí la segunda entrega de "Ex ACB por el mundo". En este caso, nos vamos hasta Lituania para dar cuenta de cómo le está yendo a Arturs Zagars, además de hacer las maletas con rumbo a Rusia para saber cómo le va a Marcos Knight. Finalmente, cambiamos de continente con destino a China para informar de las buenas actuaciones de Kyle Fogg. Así que, sin más dilación, vamos a ello.
Arturs Zagars, o cómo crecer gradualmente
La Penya es una cantera inagotable de talento. Prácticamente cada año salen jugadores que dan sus primeros pasos en el profesionalismo y, en cuestión de años, se hacen un nombre en la ACB o en cualquier otra liga. De los Ricky, Rudy y compañía hemos pasado a los Parra, Zagars, Dimitrijevic o Kraag, sin olvidarnos de los Abalde, Bassas o López-Aróstegui. No es casualidad que todos ellos vayan consolidando una trayectoria conforme van pasando los años, y es que en Badalona, el bressol (cuna) del baloncesto, se hacen muy bien las cosas. Precisamente Zagars es el primero de los ex ACB del que nos ocuparemos. El base lituano debutó en la 17-18 en un Joventut que empezaba a renacer; aunque fueron solo dos partidos (al igual que en la 18-19), le sirvió para empezar a hacerse un hueco en el primer equipo.
No tuvo un papel protagonista en la 19-20, pero esta temporada está disfrutando de más minutos, más oportunidades y más protagonismo. Tras la cesión a Löwen Braunschweig, el joven de 22 años firmó con Nevezis, aventurándose en una competición desconocida, la LKL -liga lituana-. Está promediando casi 15 puntos y 3,6 asistencias para 14 de valoración, números que seguramente habrán llamado la atención a más de uno. Quien más quien menos sabía del talento de Zagars, pero poco a poco está demostrando que puede ir creciendo de manera paulatina. Lo más importante, en este punto, es tener paciencia y no precipitarse, sino ir mejorando los puntos débiles y puliendo los fuertes.
Marcos Knight, puntos y más puntos
El escolta americano nacido en el estado de Georgia pasó sin pena ni gloria por España. Tras formarse en la Middle Tennessee State University, cruzó el charco para recalar en Alemania, donde permaneció cuatro temporadas. En todas esas campañas. no bajó de los 14 puntos, así que en la última, el por aquel entonces Tecnyconta Zaragoza decidió ficharlo para los últimos 6 encuentros. Su debut ante el Barça fue discreto -solo anotó 8 puntos- y, pese a que promedió algo más de 11 puntos, no consiguió hacer que los aragoneses ganaran muchos más duelos. Aun así, el objetivo de la permanencia se logró in extremis; de hecho, tuvieron idéntico balance tanto Betis -que acabó descendiendo- como Zaragoza.
Después de su breve estancia en la ACB, siguió demostrando su potencial ofensivo en Turquía, volvió a Alemania para enrolarse en las filas de MHP Riesesn Ludwigsburg. Allí alcanzó unos topes parecidos a los que está promediando este curso, acercándose a los 19 puntos por choque. Su buen hacer en el país teutón le valió un contrato con Mónaco primero y con ASVEL después, llegando a disputar 17 encuentros de Euroleague durante la temporada pasada. Actualmente milita en el BC Samara ruso, y en la VTB sus guarismos son de 18,7 puntos, más de 4 rebotes y 5 asistencias por partido. Aunque no acabara de cuajar en cuanto a resultados, está claro que Knight tiene muchos puntos en las manos y así lo ha demostrado en prácticamente todos los equipos en los que ha estado. ¿Podría ser un jugador a tener en cuenta, para el tramo final de temporada, para algún equipo que luche por la salvación?
Kyle Fogg, paseándose por China
Fogg tuvo la oportunidad de jugar junto a nombres como Derrick Williams, Chase Budinger o Salomon Hill en los Wildcats (Universidad de Arizona). Ganó la G-League en 2013 y su intención era hacerse un hueco en la NBA. Logró firmar un contrato con los Nuggets, pero le cortaron al poco tiempo. Como muchos otros jugadores, probó suerte en Europa, concretamente en Finlandia. Como era de esperar, allí explotó sobremanera superando los 27 puntos de media: había nacido un metepuntos de profesión y se estaba empezando a labrar un camino en Europa. Tras su experiencia en el baloncesto escandinavo, Antwerp lo fichó y permaneció en Bélgica dos temporadas, hasta que se mudó a Alemania para vestir la camiseta del Eisbären Bremerhaven, un equipo que en los últimos años ha pertenecido a la zona media-baja de la liga alemana y que ahora se encuentra en la ProA, segunda división del país teutón.
Siguió perforando los aros rivales como si no hubiera un mañana y su rendimiento no pasó desapercibido para un Unicaja que buscaba un anotador para su línea exterior. En Málaga le costó adaptarse y arrancar y, de hecho, tampoco se le recuerdan grandes actuaciones salvo los encuentros ante el Barça y el MoraBanc Andorra. En el primero, sus 29 puntos le dieron la victoria ante los blaugrana en el Carpena; en el segundo, los 24 que anotó también valieron para obtener el triunfo. Acabó promediando algo más de 9 puntos, y nunca acabó de despegar y de demostrar el arsenal ofensivo que había exhibido en sus etapas anteriores. Desde entonces, juega en China, cobrando bien y anotando mejor. En la 17-18 y en la 18-19 estuvo por encima de los 34 puntos de media, y ahora, con Liaoning Leopards, está alcanzando los 27 puntos por encuentro. Esta última semana, ante los Sichuan BW de Haddadi, se ha ido a los 40 dígitos en anotación. Por lo que se puede intuir, es poco probable que regrese a Europa, por el momento.