Como ya se ha ido comentando en artículos y como se viene diciendo en redes sociales, la ABA League es una liga que no tiene tanto nivel como antaño. Pero aunque no posea esa calidad competitiva, no dejan de exportar talento al exterior. Hay innumerables casos de jugadores balcánicos que emigran cuando aún se encuentran en etapa de formación, pero hay otros que se quedan para seguir creciendo un poco más. Es el caso de dos jugadores: Luka Bozic y Marko Pecarski.
Luka Bozic, rompiendo la hoja estadística
Un alero que, en su única temporada en Eurocup, tuvo unas actuaciones muy discretas. Un jugador que en su primera etapa en Zadar dejó huella alcanzando los dobles dígitos en anotación durante cuatro campañas consecutivas. Sin duda, la calidad y el talento estaban ahí, pero con el conjunto montenegrino no cuajó, no se adaptó o, simplemente, no era el momento. Reseteó durante la pandemia y firmó en la 21-22 con el HKK Siroki y volvió a exhibirse, yéndose hasta los 23 puntos por encuentro. Eso le valió su vuelta Zadar, que actualmente marcha tercero en la ABA League, solo por detrás de Partizan y Buducnost.
Y la está reventando. Probablemente, estamos ante uno de los inicios más estratosféricos de un jugador europeo en los últimos años. Los números de Bozic marean e incluso dan miedo, y más si cabe cuando su juego no para de mejorar. 31 puntos, 10'3 rebotes y 6 asistencias para 40,5 de valoración llevan su firma cada partido. Bozic es un claro ejemplo de versatilidad, físico y dominio; sin tener la mejor estética ni ese control de balón de algunos aleros, el croata de 26 años ha logrado mejorar en ciertos aspectos para incrementar su rendimiento. Su tiro no es el más ortodoxo y su mecánica tampoco es la más eficiente, pero está logrando una eficacia que roza el 40% en triples, y eso le está animando más a lanzar desde más allá del arco (4,5 en lanzamientos de T3). Además, el físico (mide 2 metros) le acompaña cada vez más, pues la evolución es clara en los últimos años.
No sería el primer balcánico ni el último que, tras impresionar y salirse en la liga adriática, recala en algún club de la ACB. También es cierto que será complicado que mantenga este nivel; lo que está claro es que Zadar está disfrutando de uno de los jugadores del momento en Europa.
Marko Pecarski, el "español" que quiere dar un salto
Este ala-pívot de 22 años y 2'08 de altura nació en Asturias, aunque lo de español hay que ponerlo entre comillas. Algunos recordarán a Miroslav Pecarski, que militó en equipos destacados del momento como Aris de Salónica, Partizan, Cantù o Cholet. Pues bien, el serbio fichó por Gijón Baloncesto para la 99-00 -no fue ni mucho menos una estrella de la liga-, y fue en esos meses cuando nació su hijo Marko. Tras dar sus primeros pasos en Partizan y cocerse a fuego lento en FMP y Borac, Pecarski hijo recaló en las filas de Mornar Bar, su actual equipo.
Pese a un inicio muy discreto en el que anotó tan solo dos puntos, el power forward ha ido creciendo y creciendo. La principal duda es saber dónde está su techo, porque su juventud no está reñida con su descaro. Promedia 13 puntos, casi 11 rebotes y 21,5 de valoración en la ABA League, donde despliega un juego ágil, corriendo de manera veloz la cancha con sus 208 centímetros, apareciendo por la espalda del rival, moviéndose bien en la zona y definiendo... Sin duda, y aunque le queden aspectos a mejorar como el físico, la contundencia, el manejo de balón con la zurda o la consistencia, es un jugador a tener muy en cuenta para un futuro bastante inmediato. Su polivalencia no se ha traducido en grandes resultados a nivel colectivo, pero es un hombre clave en los esquemas de Pavicevic, pues suele jugar una media de más de 30 minutos por partido.
De continuar así, está claro que es carne de Euroleague o Eurocup, pero de momento está pudiendo crecer en su liga y en un equipo que le da confianza y valor. Y como nació aquí en España, ¿por qué no verlo de nuevo por estos lares? Un diamente en bruto que sería bienvenido allá donde lo ficharan.