Jugando el partido de la jornada que viene. Con la victoria de Unics, que clasificaba a los rusos, el liderato se decidiría en el partido de la jornada que viene. Pero Ibon Navarro sabía que de ganar hoy, les valdría una derrota por menos de seis puntos en el último partido para pasar como primeros de grupo. Y por eso abroncó duramente a su equipo en un tiempo muerto del primer cuarto para hacer reaccionar a los suyos y hacerlos conscientes de la importancia de este partido.
Cedevita no se jugaba nada. Y eso provocó un juego relajado y que, por momentos, sus jugadores se lucieran. Cobbs, Pullen, Stipanovic, Cook y hasta Toni Katic tuvieron momentos brillantes de juego como si quisieran mostrar su calidad en un partido en el que no se jugaban nada. Y eso casi les valió para llevarse la victoria, pero no consiguieron conjugar sus rachas al mismo tiempo para ello.
Dylan Ennis, con la mano tonta, y el trabajo de la intendencia. El anotador de Andorra se fue a los 5 triples, aunque para ello tuvo que tirar 11 veces. Pero como en otras ocasiones, el trabajo de jugadores como Shurna, Walker o Diagne fue el que mantuvo al equipo en partido y los encargados de ponerlo por delante y darle la solidez necesaria para llevarse la victoria.