Su nombre se ha quedado clavado en la historia reciente del Laboral Kutxa. El club del carácter indiscutible y feroz, capaz de hacer de éste toda una seña de identidad y así había venido marcando temporada tras temporada la ACB. Ese club que se busca en el espejo para descubrirse a día de hoy undécimo y con seis derrotas tras las primeras diez jornadas. Crespi ya está fuera y llegan cambios sustanciales para enderezar el ritmo después de ese año agridulce, saldado con la paliza del Barça en cuartos del Playoff y el despido de Scariolo.
Walter Hodge llegó a Vitoria tras una temporada 2012-13 excepcional. A sus 27 años, comandando el Stelmet Zielona Gora, éstos eran sus números: 17.8 puntos y 4.5 asistencias en la liga polaca, 21.1 puntos y 5.6 asistencias en Eurocup. En esta segunda competición terminó formando parte de su segundo mejor equipo, incapaz de hacer bajar a Nick Calathes, con quien compartía el puesto, tras alzarse éste con el título de MVP. Lo habitual entonces era preguntar a su entrenador por el base norteamericano. "Ya lo siguen los grandes. El año que viene jugará la Euroliga", solía responder, dando por hecho que la salida del jugador en verano era más que segura. Estaba claro que el club polaco no podría retenerlo, tras tres años de militancia, compitiendo con los clubes del siguiente escalón. Los que podían ofrecer a Hodge una ficha mayor y jugar la mejor competición del continente. Y se lo llevó, para empezar a construir su plantilla 13-14, el Laboral Kutxa.
El plan parecía impecable. Un fichaje rebosante de calidad para liderar el timón, descargar a Heurtel de responsabilidad y reemprender el camino hacia el histórico sitio del TAU. Pero no. A la hora de la verdad, Walter Hodge no demostró su categoría y tuvo precisamente que encargarse Heurtel. El puertorriqueño no demostró liderazgo ni sumó números. Su media de 6.5 puntos y 2.2 asistencias, 3.6 puntos de valoración, complicó muchísimo la empresa a Scariolo, que en ningún momento fue partidario de la presencia del base en el equipo. De hecho, el entrenador firmó una semana después, no lo había pedido y no remó a favor de su confianza. Esto, por supuesto, pesó en la moral del jugador. En Euroliga se mostró un pelín más entero -7.8 puntos, 3 asistencias y 1.3 rebotes para 6.6 de valoración-, pero Baskonia se lo quitó de en medio con una cesión. El siguiente paso sería rescindir su contrato. Por el camino, los fichajes de Giuseppe Poeta y, ya para el Playoff, Alex Renfroe.
¿Cuál fue su siguiente destino? San Petersburgo. Antes de eso se resarció en el Capitanes de Arecibo, donde volvió a disponer de todo un equipo organizado en torno a su figura y logró el título de MVP en la liga de Puerto Rico con 16.9 puntos y 6.9 asistencias, líder en este segundo campo. Terminó de ponerse a punto en el Centrobasket con la selección de Islas Vírgenes, que cayó sexta en el grupo de las selecciones finalistas, la boricua y la mexicana, mientras Hodge firmaba 9.3 puntos, 3.8 rebotes y 4.2 asistencias en un grupo liderado por Cuthbert Victor. Acto seguido, hizo las maletas a Rusia. Deshecha la Superliga, ésta sería la primera temporada del Zenit jugando la VTB United League y no ha tardado en demostrar que puede acompañar a las grandes potencias del este.
En estos momentos marcha sexto siguiendo a todos los grandes con un balance de 5-4. ¿Adivinan quién lo lidera? En anotación (15.4 puntos), en asistencias (6.6) y en robos (1.7), Hodge da la cara por todo el equipo de Vasily Karasev. El Sibur Arena lo disfruta noche tras noche y, aunque de cuando en cuando se encuentra más o menos acertado, diez jornadas más tarde reluce como octavo anotador y cuarto asistente de la competición. Hace unas semanas, tras el pequeño bache por el que pasa ahora, también tenía un sitio entre los cinco primeros tiradores a canasta.
Así fue su debut con el Zenit (vídeo de Chema de Lucas)
Sus casi 16 puntos de valoración de por partido lo convierten en el decimoquinto mejor jugador de la VTB. Ya lo sufrió el Khimki al completo, haciendo fuerza junto a Kulagin, Cameron Jones y Kyle Landry para casi torcer su encuentro. En Eurocup también parece campar a sus anchas con una media impactante: 18 puntos (y un 46.7% en triples), 6.4 asistencias y 2.4 rebotes para 20.9 puntos de valoración.
¿Qué ha cambiado respecto a su temporada en Baskonia? No parece fácil de explicar. Tal vez sea la expectativa, la categoría del equipo, un rol como líder más o menos supeditado a otras figuras, el acompañamiento o la mayor y menor libertad que les concediera uno u otro entrenador. Desde luego, parece que también la confianza depositada en él desde el banquillo. Lo único que parece claro es que carácter tenía, pero lo encontró fuera.