El Unicaja culminó su gran Copa del Rey de la única forma posible: levantando el trofeo. Después de ganar a Barcelona y Madrid de forma consecutiva, los andaluces remontaron en un partido sufridísimo contra Lenovo Tenerife, que se quedó gradualmente sin fuerzas, pero que tuvo tiro para mandar la final a la prórroga.
Baloncesto de kilates
Unicaja y Tenerife se presentaron a la final más insospechada con una impresionante propuesta. Dados los esfuerzos físicos en los partidos contra Barça y Madrid, los andaluces no pudieron demostrar desde el minuto cero su vertiginosidad y voracidad en el contraataque. En su lugar buscaron las mejores situaciones a través del cinco para cinco.
Los de Txus Vidorreta no se quedaron atrás. Sin un impacto directo de la pareja histórica de Marcelinho-Gio, los laguneros buscaron a una de sus mayores referencias en ataque: Jaime Fernández. El madrileño percutió con acierto la defensa algo cansada de Unicaja.
llegó marcelinho
Con el paso de los minutos, el brasileño apareció. No solo torturó a la defensa rival con sus pases y generando para sus compañeros -una vez más Gio fue el mayor beneficiado del aumento de prestaciones del ex del Barça-, Huertas también anotó a placer desde diferentes zonas del parqué.
unicaja se agarra al partido
Sin embargo, los esfuerzos en el rebote ofensivo no fueron negociables para los andaluces. Al igual que pasó contra el Madrid, contra quien recogieron casi diez rechaces en el aro rival solo en la primera mitad, los de Ibón Navarro conseguían vida extra tras vida extra. Como consecuencia, a cinco minutos de la vuelta a vestuarios el matagigante de la Copa estaba arriba en el marcador, aunque pronto esa ilusión desapareció con el bocinazo de Marcelinho.
shermadini, el gigante de la zona
El georgiano no tenía oposición. Entre la rotación ya de por sí corta de Unicaja a causa de las bajas en el puesto de cinco y el cansancio acumulado por el enfrentamiento con los dos trasatlánticos, los andaluces no tenían una forma recurrente de parar las caídas de bloqueo y juego de pies del gigante.
Mediado el último cuarto del partido, Shermadini ya rondaba el doble-doble con catorce puntos.
Tyson Carter y Tyler kalinoski, los héroes
El partido no tenía demasiada buena pinta para Unicaja. Las piernas flaqueaban, como revelaban la defensa y los triples de la mayoría de los jugadores, pero los dos americanos llegaron en el tercer cuarto no solo para reducir la ventaja canaria, sino para ponerse por encima en el marcador.
Los cuatro aciertos exteriores de los de Ibón en el tercer cuarto llevaron la firma de los exteriores -dos por cabeza-. A partir de ahí, el entrenador vitoriano entendió que había que jugar indirectos para el ex de Breogán. Alimentar el monstruo.