Comenzamos nuestra serie de artículos de "18 Jugadores - 18 Semanas - 18 Historias" donde contaremos las historias de jugadores que no son las principales estrellas. Eso no quiere decir que no sean jugadores destacados, simplemente que no son los más destacados de sus equipos y por eso salen menos reflejados en las noticias que otros compañeros. De hecho iniciamos este proyecto con dos jugadores que son y han sido protagonistas a lo largo de sus carreras: David Navarro y Albert Sàbat.
Habíamos pensado en ellos como nuestros candidatos para hacer piezas individuales y hasta teníamos los posibles títulos: "Albert Sàbat: como llegar a la élite en la treintena" y "David Navarro: desde Galicia con amor". Pero las similitudes en partes de su camino hasta la élite y una coincidencia curiosa en la que también forma parte un artículo nuestro, nos ha decidido a empezar este proyecto con una historia doble de estos dos jugadores, marcados por el trabajo y esfuerzo para llegar a lo más alto del baloncesto patrio. Una coincidencia que también se ve reflejada en las dos primeras fotos que traemos de ellos, que son de su participación en el Memorial Quino Salvo en el pabellón de As Travesas de Vigo.
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Hace 10 años estos dos jugadores ya coincidieron en Galicia, concretamente en la ciudad de Vigo y en el pabellón de As Travesas, en uno de los intentos más prometedores de tener un equipo masculino en la élite de una localidad histórica del baloncesto femenino. En marzo de este año ya escribimos un artículo sobre la historia de aquel club, el Gestibérica Vigo, y como jugó allí Robert "Tractor" Traylor, justo cuando se cumplía una década de su fichaje:
-Robert Traylor: cuando el Tractor aterrizó en la LEB Plata
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Y precisamente para esa pieza, entrevistábamos a dos jugadores que coincidieron con todo un número 6 del draft mientras peleaban en las ligas LEB por llegar a lo más alto y poder triunfar en la ACB, algo que consiguieron años más tarde, y esto es lo que comentábamos de ellos: en el plano general escribíamos esto "El Gestibérica estaba entrenado en ese momento por el mayor mito del baloncesto vigués: el gran Quino Salvo. En la plantilla se encontraban tres jóvenes jugadores que, a base de trabajo y esfuerzo, han conseguido hacerse un hueco en la élite del baloncesto español: los ACB Albert Sàbat y David Navarro y el histórico de la LEB Oro Dani Rodríguez." y en el individual les dedicábamos unas líneas a cada uno "David Navarro, jugador del Morabanc Andorra, fue compañero de equipo de Traylor en los inicios de su carrera, cuando tenía 23 años y comenzaba a mostrar en LEB Plata el talento que le ha llevado a consolidarse definitivamente en uno de los equipos que luchan por los playoffs en la ACB" "Albert Sàbat, base titular del Divina Seguros Joventut, también llegó a Gestibérica una vez comenzada la temporada y también dio muestras de lo que sería su futuro como cuando anotó 7 triples en el único partido ganado por el equipo en el playoff de permanencia".
No se puede negar que es una llamativa coincidencia que unos meses después de salir este artículo, Albert y David hayan vuelto a encontrarse en Galicia diez años más tarde. Y si le damos una vuelta más, ya de forma más indirecta nos encontramos con que fueron entrenados por el gran Quino Salvo, que como dirían los ex-jugadores de Obradoiro "é un dos nosos" ya que aunque desarrolló la mayor parte de su carrera como jugador fuera de Galicia estuvo de joven en el equipo compostelano.
Como llegar a la élite en la treintena (o a la quinta o sexta llega la vencida)
Albert jugó 35 partidos en la ACB, formando parte de la plantilla de Casademont Girona, entre los años 2002 y 2005, siendo su período más prolífico en la temporada 04/05 en la que participó en 21 encuentros (10 minutos, 3 puntos, 1asistencia y 2 de valoración fueron sus medias), desde los 17 a los 20 años de edad. Su compañero David debutó en la máxima categoría en el año 2.005 con Ricoh Manresa cuando tenía 22 años. Por lo que quizás el título más adecuado sería asentarse y no llegar, ya que los dos ya habían llegado. Pero lo que está claro es que "llegar para quedarse" lo hicieron rondando la treintena. El caso más llamativo es el del base de LLagostera ya que tardó una década en volver a disputar un partido ACB, mientras que el de Esparraguera tuvo otro breve paso a los 28 al ser fichado en febrero por Power Electronics Valencia, y tras otro paso por LEB Oro, formó parte del Blancos de Rueda Valladolid en la 12/13, antes de conseguir su asentamiento definitivo al ascender con MoraBanc Andorra en el año 2014 ya con 31 cumplidos.
Por ese motivo centramos esta parte de nuestro artículo doble en Sàbat, a pesar de que los dos protagonistas comparten una historia de trabajo, esfuerzo y dedicación para llegar a la élite. Una pregunta que ya hace tiempo que dejó de hacerse es como hubieran sido sus carreras (y las de otros) de no ser por la Ley Bosman. Probablemente hubieran tenido una carrera más extensa en la máxima categoría, pero en esta pieza no vamos a hablar de abuelas, ruedas y bicicletas.
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En esas temporadas en Girona, en las que compatibilizó la ACB con la EBA y hasta 1ª Nacional en el Adepaf Figueres, compartió partidos y entrenamientos con jugadores importantes y algunos de los grandes clásicos de nuestra competición. Xavi Fernández, Andy Panko, Jordi Trias, Eric Struelens, Tyrone Ellis, Ademola Okulaja o Nacho Biota fueron compañeros suyos pero si hay alguien a quien destacar, y más para quien juega de base, ese es Rafa Jofresa. El mítico base de la Penya y del Barça pudo transmitir sus impagables enseñanzas a Albert en su última temporada en activo, a pesar de estar lastrado por problemas físicos y perderse un buen número de partidos. Para Sàbat debió ser una experiencia única. Era un canterano prometedor y compartió equipo en la selección Sub 20 que disputó el Europeo del 2005 con algunas de las mayores estrellas actuales y con grandes jugadores como Marc Gasol, Sergio Rodríguez, Carlos Suárez, Rodrigo San Miguel o Saúl Blanco.
Después de eso vino un largo período de 10 temporadas, mayoritariamente en LEB Oro pero con una temporada y media en Plata, el ya mencionado paso por Vigo y el curso completo en Akasvayu Vic, hasta que Divina Seguros Joventut decidió apostar por el base catalán. Durante ese tiempo fue siempre un brillante y sólido jugador de la segunda categoría del baloncesto español, como en parte muestran su media de 9'76 créditos de valoración en la liga regular durante las 8 temporadas completas (10,54 si exceptuáramos su primer año en Lleida siendo muy joven). Y con algunos momentos espectaculares como cuando batió el récord de triples con 9 o cuando anotó 7 en un partido de la final de LEB Oro. Y en su haber tiene también un ascenso desde LEB Plata con Vic. Y decimos "también" porque no es lo más destacado de su carrera en las LEB.
El caso de la tardanza en llegar a ACB de Albert Sábat tiene truco, ya que decir que siempre anduvo rondando la élite es quedarse muy cortos. El de Llagostera consiguió hasta cuatro ascensos desde LEB Oro convirtiéndose en un caso único. El primero lo consiguió con Iberostar Canarias pero tras haberle asegurado que continuaría en la plantilla no fue renovado. Los otros tres, uno con Lucentum Alicante y dos con Ford Burgos, no se pudieron consumar en los despachos.
En declaraciones a un excelente artículo-entrevista de Robert Alvárez en El País publicado el 4 de enero del 2015, Sàbat demostraba de que pasta está hecho: "Soy perseverante y no me siento frustrado. Me da mucha rabia porque no tengo la recompensa justamente ganada en la pista. Mis dos últimos equipos no han podido hacer efectivos los ascensos que nos ganamos en la cancha, pero yo no me siento ni jugador ACB ni jugador LEB, sino jugador de baloncesto. Podría estar en la ACB, pero de todas formas estoy orgulloso de mi carrera, aunque no haya llegado al punto máximo de competitividad. Eso sí, me gustaría mucho poder demostrar algún día que puedo jugar en la ACB."
Afortunada y muy merecidamente ha podido demostrarlo. Unos meses después de ese artículo el Divina Seguros Joventut acometió su fichaje. Como si fuera una metáfora de su carrera, no fue fácil de conseguir. Tenía contrato firmado con Melilla y el equipo de la ciudad autónoma quiso hacer valer sus derechos por lo que Albert recurrió al decreto 1.006. No podía dejar pasar esa última oportunidad, la quinta o la sexta si contamos con su debut con Girona que podría haberle servido para asentarse, pero justo en 2005 fue el desembarco de Akasvayu, una de las burbujas deportivas más recordadas de la historia de la ACB, y se hicieron fichajes de relumbrón como Roberto Dueñas, Fran Vázquez, Germán Gabriel, Darius Salenga y en la posición de Sàbat se contrató a golpe de talonario a Raül López y Arriel McDonald, lo que le dejó sin sitio en la plantilla.
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Robert Álvarez se hizo eco otra vez (seguro que disfrutó de poder hacerlo) de su situación y en dicha entrevista Albert pudo soltar toda la carga que llevaba encima: "¡Pensé que no iba a llegar nunca!". El desahogo que mostraban sus declaraciones era claro: "Los primeros días en que se producía la decepción de no poder ascender la decepción era muy grande. Y al final sí piensas que no te llegará nunca. Pero me rehacía y empezaba la siguiente temporada con ilusión porque me gusta el baloncesto y es mi trabajo. Yo creía que podía jugar en la Liga Endesa pero hasta que no estás en ella y lo demuestras tampoco se sabe. Espero responder a esta oportunidad". Y está claro que respondió y sigue respondiendo.
Aquí tenéis el enlace a esos dos artículos:
Desde Galicia con amor
La relación del escolta de Esparreguera con el "confín dos verdes castros e valeroso chan" es mucho mayor que la de Sàbat, que solo estuvo media temporada en un equipo gallego. La de David viene de lejos y atañe también al plano personal. Antes de recalar en Vigo, David jugó dos temporadas en el Rosalía de Santiago (¿que puede haber más gallego que la insigne poetisa?) donde tras un gran primer año con medias de 10'1 puntos y 11'6 de valoración tuvo que competir por los minutos con uno de los clásicos de nuestra competición y de la Euroliga: Brad Oleson. El alaskeño se puede considerar uno de los mejores (si no el mejor) fichaje de la historia de la LEB Plata a la vista de su recorrido posterior. Conviene recordar que todo un dos veces campeón de la Liga Endesa, campeón de la Copa del Rey y jugador con muchos partidos de Euroliga siendo pieza clave de los mejores equipos de España jugó dos temporadas en Plata y una en Oro antes de que nadie le diera la oportunidad de debutar en ACB. Oleson llegó arrasando y en ese primer año en Santiago promedió 18'6 puntos y 19'2 de valoración con unos porcentajes de tiro de 68'3% en tiros de dos y 49'7% en triples para una espectacular combinación de 58'2% en tiros de campo para un exterior.
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Volviendo a uno de nuestros dos protagonistas, esa temporada 2005/2006 fue la debut en la máxima categoría al recuperarlo el club en el que se había formado, el Ricoh Manresa. Ese primer intento no cuajó y ahí fue cuando volvió a la LEB Plata al fichar por Gestibérica. Fue un año de más sombras que luces, ya que David tuvo que dar un paso atrás en su carrera, las cosas no fueron bien en Vigo con hasta tres cambios de entrenador y el mismo ha reconocido en entrevistas que puede que fuera su peor año en lo deportivo. Las luces fueron pocas pero destacables: como ya comentamos compartió pista con Tractor Traylor y sobre todo conoció a alguien mucho más importante para él que cualquier estrella NBA: su mujer, nacida en la localidad de Porriño, a unos 27 kilómetros de Vigo, y que provoca que Navarro y su familia pasen sus vacaciones en Galicia desde aquella. El mismo lo comentaba en una entrevista a nuestra página en noviembre del 2013: "Mi temporada en Vigo fue muy complicada. Parecía un proyecto ilusionante pero el equipo no funcionó en ningún momento del curso. No obstante, allí conocí a Andrea, mi mujer. Tampoco olvidaré de mi paso por el Ciudad de Vigo Basquet el haber compartido vestuario con Traylor, que en paz descanse" .
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Morriña: Sentimiento de tristeza o de pena que se siente al estar lejos de la tierra natal. Es un concepto de origen gallego y hay quien dice que solo un gallego emigrante lo entiende del todo pero realmente es algo universal. El que esto suscribe no conoce en persona ni a David ni a Andrea, pero se puede imaginar que cuando surgió la posibilidad de jugar en Santiago, la morriña influyó, tanto para ella como para él por el cariño que le tiene a estas tierras.
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-David Navarro, el "trotamundos" de Esparraguera
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Como Sábat, David Navarro fue un canterano prometedor y su debut ACB fue en el equipo en el que se formó, Ricoh Manresa. Era de una de las canteras más prolíficas de aquellos tiempos y allí coincidió con Rafa Martínez y Guillem Rubio (1 años mayores que él), pero David no consiguió asentarse en la plantilla y tampoco contaron con él para jugar en LEB tras el descenso del 2006. Como ya comentábamos arriba, tuvo que ganarse el pan, mientras mejoraba en su juego, en todas las categorías posibles y también vivió un ascenso con Menorca que tampoco se consumó (el equipo desapareció). Al igual que Albert, David es consciente de lo que le ha costado llegar y establecerse en lo más alto, como demuestran sus declaraciones en una entrevista a SkyHook en abril de 2015. "Siempre lo digo, hay varios caminos para llegar arriba, y este ha sido el camino largo. Hay veces que estás en el junior de tu equipo y se apuesta fuerte por ti, y de repente llegas a la élite. Hay otro, que es el mío, en el que vas pasando por todas las categorías, y demostrando cada año que vales, que vas mejorando, y poco a poco vas subiendo peldaños hasta que te asientas en ACB".
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Pero en su caso si que tuvo la ocasión de probar las mieles de la Liga Endesa antes que Albert y en más ocasiones e incluso la Euroliga, cuando Valencia lo fichó en febrero de 2011. Tras jugar otra vez en la máxima categoría en Blancos de Rueda Valladolid, su primera temporada completa en la que consiguió estar en un quinteto de la jornada, volvió a dar un paso atrás para tomar el impulso definitivo. Fichó por River Andorra MoraBanc en LEB Oro, con los que ascendió y ha vivido hasta el momento sus tres mejores temporadas en la ACB, siendo muy protagonista los dos primeros años y perdiendo un poco de relevancia en el último aunque formando parte del mejor Andorra de su historia reciente, con la clasificación para la Copa del Rey y los playoffs.
Y decimos hasta el momento, porque en el inicio de esta temporada con Obradoiro ya ha demostrado poder hacer heroicidades como las que realizó durante tantos años en las LEB:
@CBCLAVIJO @OBRADOIROCAB 8 ańos y 196 días después @DNB15 lo ha vuelto a hacer #LigaEndesa #top1kia pic.twitter.com/szmgPUnWuO
— Víctor Pérez (@Vtorperez) 6 de noviembre de 2017
El primer reencuentro
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La conexión entre estos dos jugones no se reduce a tierras gallegas, ya que en la temporada 09/10 se juntaron en su Cataluña natal en el Sant Josep Girona. Allí formaron una brillante pareja de base y escolta con promedios de 10,6 de valoración para Albert y 10'4 para David. Fue una buena temporada para un equipo modesto a las ordenes de Borja Comenge y donde coincidieron con clásicos de la LEB como Miquel Feliu, Pep Ortega o Troy De Vries, y también con el longevo e histórico tanto de ACB, como de Euroliga, como de LEB, Darryl Middleton. Alcanzaron los cuartos de final en los que cayeron derrotados ante un Melilla con un presupuesto muy superior. Después volvieron a separar sus caminos ya que Sábat se fue a liderar a Iberostar Canarias hasta conseguir su primer ascenso en su segunda temporada allí. Navarro siguió en Girona y comenzó la temporada a un nivel espectacular con medias de 14'9 puntos y 17'6 de valoración en los 21 partidos que jugó antes de fichar por Valencia en mitad de la temporada. Fueron sus mejores promedios tanto en anotación como en créditos en su trayectoria LEB y el propio David reconoce la influencia positiva que tuvo en él Ricard Casas, entrenador del Sant Josep aquel año: "parte de la culpa de que allí jugase mi mejor baloncesto la tuvo Ricard Casas, que me trató como a un hijo y trabajó muchas horas conmigo".
Como curiosidad, añadir que en esa segunda temporada en Girona, fue cuando Navarro comenzó a cogerle el gusto a machacar en los aros de la Caldeira do Sar:
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¿Casualidad o no?
Hay quien dice que las casualidades no existen y otros piensan que todo es cosa del azar. Probablemente ni unos ni otros tienen toda la razón. La suerte existe pero la buena hay que buscarla para tener más probabilidades de encontrarla.
En este caso parece curioso este reencuentro después de tantos años, y hay quien puede atribuirlo al destino. Pero si tenemos en cuenta que se trata de dos jugadores que han conseguido todo a base de trabajo y esfuerzo, que esos son los valores más importantes en la cultura deportiva y social del Monbus Obradoiro y que los gallegos tienen esas dos premisas marcadas en rojo a la hora de valorar una posible contratación, pues quizás no es tanta casualidad que los dos acabaran reuniéndose en el Fontes do Sar.
De hecho su carrera comparte muchas similitudes con Alberto Corbacho, otro jugador de gran talento que tuvo que currarse las ligas LEB antes de tener la oportunidad de asentarse en la ACB gracias al ascenso conseguido con los compostelanos. Y a que se confió en él como jugador importante en la máxima categoría.
Final féliz
Decíamos en la presentación de este proyecto que es más complicado encontrar historias en las que darle un poco más de trascendencia vital sobre los jugadores ACB que sobre los NBA, por la facilidad y habilidad de los estadounidenses para vender el producto como si fuera una película hollywoodiense. Pero al documentarnos para nuestro primer artículo, nos hemos encontrado casi un cuento de hadas: Dos amigos que se reencuentran en el lugar soñado tras tener que sortear muchos obstáculos, unos villanos terribles en la forma del Canon ACB y marcados por el vil metal, aventuras en lejanos parajes, heroicidades en el campo de batalla, gigantes amigos, alegres compañeros y hasta el amor verdadero.
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Por ellos no podemos resistirnos a finalizar esta primera historia con un "Colorín colorado, este cuento no ha terminado".
Queda la Copa.
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