La victoria 'sin descanso' del Real Madrid ante Casademont Zaragoza (89-98)

¿Partido incómodo?

A falta de dos días de jugarse una plaza en la Final Four de la Euroliga, al Real Madrid no le queda tiempo para descansar y se enfrenta a un equipo que viene en racha como es el Casademont Zaragoza. Se ha hablado de que los de Laso llegan en desventaja al partido del martes ante Efes, ya que los turcos sí descansan en su liga, pero la ACB exige. Real Madrid puede mantener su ventaja como líder en la clasificación, mientras los maños no quieren alejarse de las posiciones de playoffs. Estos tienen también una cita especial entre semana, en la que jugarán la final 8 de la Basketball Champions League, con lo que los dos llegaban con ganas de coger ritmo de cara a sus partidos cruciales en Europa. No hay tiempo para el descanso.

Sin descanso: máxima igualdad y competencia

El Real Madrid consiguió una victoria importante hoy, por la exigencia que tuvo el partido desde el minuto cero. Al final se llevaron ellos el partido porque consiguieron estar cuando mejor tocaba estar, mientras que a Casademont Zaragoza pareció pesarle los instantes finales. El encuentro tuvo su mayor igualdad y competencia entre los dos en la segunda parte, y tal y como pasó en la primera, un cuarto para cada uno, con la diferencia de que el último decidía el ganador. Los locales no supieron aprovechar la ventaja que les dió el tercer cuarto, y en la competencia que se saldó, el mejor parado fue el Real Madrid. Como ya hemos apuntado, este partido parecía "molestar" con los objetivos europeos que tienen ambos esta semana, pero resultó ser un interesante entrenamiento para lo que les depara a ambos. 

El control del rebote, efecto diferenciador.

Hubo mucha igualdad entre ambos equipos y al final fueron pequeños detalles los que dieron la victoria al Real Madrid, que estuvo más agil y atento en los últimos minutos. Uno de esos detalles que se tornó en vital fue el control del rebote. Quien fue el "rey del rebote" se llevó el cuarto, y así fue. El Real Madrid ganó esta particular batalla con 40 rebotes capturados frente a los 35 de Zaragoza, que sin embargo, cuando lo tuvo, estuvo por delante. Dos hombres clave en este control del rebote fueron dos que aportaron a la victoria blanca, como fue el caso de Vincent Poirier, al que se le ve ya adaptado al equipo (o en buen proceso), y Garuba, que fue el máximo reboteador con 10.