Kalinic decide el partido ante un Fuenlabrada, ya sin Stevic, en el tercer cuarto (61-68)

La previa: Fuenlabrada, a reencontrarse con las buenas sensaciones; Valencia, a despegar.

Después de perder contra Murcia en el último cuarto, de dos semanas sin competir, de la lesión de Osas para lo que resta de temporada y de unos últimos días marcados por todo el asunto Stevic, Fuenlabrada volvía al Fernando Martín hoy para intentar reencontrarse con la gran versión que había conseguido enseñar en sus cuatro victorias consecutivas.

Valencia, por su parte, venía de una derrota en Berlín en Euroliga y de una importante victoria ante el Barcelona en el Palau que les daba alas para apuntar más arriba en la clasificación.

El tercer cuarto.

Arena de otro costal fue el tercer período, especialmente para Valencia. Los de Ponsarnau habían entrado anotando con más ritmo, pero la clave vino especialmente en la ofensiva local, donde Fuenlabrada empezó a obsesionarse sobremanera en todo lo que estaba haciendo mal, reincidiendo y dando vueltas sobre ello. Los ataques transcurrían con una posesión de 18-20 segundos sobre el manejador que tocara (Trimble, Kloof, Emegano...) y en una resolución forzada y muchas veces obsesionada con la larga distancia, talón de Aquiles de la plantilla. Terminó levantando Fuenlabrada 25 triples (promedia 20) y anotando tan sólo 4 de ellos (promedia 7), segunda marca más alta de intentos desde que se sienta Javi Juárez en el banquillo (lanzaron 31 en Burgos).

Gran caldo de cultivo fue esto para que Valencia fraguara su victoria. A partir del minuto 23 los visitantes no hicieron sino que anotar, mantener una defensa agresiva sobre el base o escolta rival y esperar a que Fuenlabrada se hiciera más daño a sí misma. Minutos brillantes para Nikola Kalinic, que fue el mejor hoy y que en ese tercer cuarto se marchó a 11 de sus 12 puntos hoy. En un partido que venía marcado por el poco acierto y en el que cuartos de 6-0 o 8-0 ya suponían porblemas, el 0-13 que endosaron los visitantes en el tercer cuarto terminó siendo decisivo.

El arreón final de Fuenlabrada.

El partido lo decidió ese tercer cuarto, pero también lo hizo que Valencia supiera buscar las situaciones que controlan y jugar a lo que ellos sí destacan. La mejor muestra, en el tiro de 3, donde seleccionaron más y mejor sus intentos hasta el punto de lanzar 3 menos que Fuenlabrada (solo 22), aún siendo el cuarto mejor porcentaje de la liga (39%).

Todo lo contrario hizo Fuelabrada, que salvo en el primer período, nunca jugó a lo que a ellos les beneficia: la defensa dura, el juego al contraataque, las finalizaciones lo más cerca del aro posible y la anotación en segundas oportunidades. Estas virtudes sí se vieron en los último 5 minutos de partido, donde, en lugar de dejarse llevar, subieron varios niveles la agresividad. Sumaron en el último cuarto 8 de los 16 tantos al contraataque que anotaron en todo el partido, perdieron menos balones que en ningún otro cuarto (3) y seleccioaron mejor su tiro (2/2 en el triple, 6/11 en tiro de 2). Si hay un camino para Fuenlabrada, sin duda es ese.