Cajasol pierde algo más que un partido: a Calloway

73-72 ha sido la exigua renta que ha propiciado la segunda victoria del CB Granada y la cuarta derrota consecutiva de Cajasol. Lo apretado del marcador lo dice todo del partido, derby a cara de perro donde se jugaba algo más que una victoria.

Comienza por tanto el conjunto granadino a fortificar su cancha para hacer olvidar a sus seguidores la mala imagen ofrecida por los hombres de Poch en todos sus desplazamientos en la presente liga.

Las Claves del Derby

Los hombres claves fueron Robert Kurz y Paul Davis.

Kurz impuso su ley bajo aros, consiguiendo 15 rebotes (7 ofensivos), 12 puntos, 3 asistencias y 3 tapones. La agilidad de movimientos del pívot granadino puso en muchos problemas a su defensor, Paul Davis, sensiblemente más lento, lo que supo aprovechar Kurz para hacer dato dentro de la zona (5/7 en T2) y sacar personales o dar asistencias desde el poste bajo.

Paul Davis comenzó el partido un tanto frío, pero a medida que avanzaba el choque su figura se hacía omnipresente en el ataque de Cajasol. Quedaron patentes tanto su calidad como poderío con 23 puntos (9/9 en TL), 8 rebotes y 3 recuperaciones. Su eliminación en las prostimerías del partido fue clave.

Calloway, KO

Earl Calloway abandonó el parquet del Palacio de los Deportes en el transcurso del tercer cuarto cojeando sensiblemente. Nadie podía prever que el base norteamericano sufriera una fractura de la base del quinto metatarsiano del pie derecho, que lo tendrá en el dique seco entre dos y tres meses.

Su baja en los minutos finales fue suplida por Tomas Satoransky, una de las perlas de la cantera de Cajasol que demostró en los 18 minutos que se mantuvo en pista que Cajasol tiene futuro en el puesto de base. Firmó 9 puntos, forzó 5 personales (7/10 en TL) sumando 13 puntos de valoración personal.

Signos de recuperación en la pintura rojiverde

Tanto Paulo Prestes como Mamadou Samb han disputado su mejor partido desde que comenzara la liga.

Paulao mostró una mayor movilidad, con mayor rapidez en los desplazamientos laterales y una mayor consistencia defensiva. Sumó 6 puntos y 4 rebotes en 17 minutos, pero la sensación general es que comienza a despertar. Su mejor aportación, la defensa realizada sobre Paul Davis en la primera fase del partido.

Por su parte, el joven Samb sumó 8 puntos y capturó 4 rebotes en 14 minutos, además de forzar 3 faltas y poner un tapón, lo que le propició 10 puntos de valoración personal, su tope personal por ahora. Se mostró muy intenso en todas sus acciones, lo que tuvo como recompensa salir en el quinteto del último y decisivo cuarto, jugando los minutos importantes del partido.

Bullock y Trigueros, missing

Dos pilares para Joan Plaza no tuvieron su día. Ni Louis Bullock, muy bien defendio por Coby Karl primero, y Jon Stefansson después, ni Juanjo Triguero, muy apático en las escasas acciones que protagonizó en los 9 minutos que disputó, supieron meterse en el partido.

Bullock se mostró ansioso, demasiado precipitado, lo que lo llevó a protagonizar una mala serie de 1/9 en el tiro, además de perder 1 balón y cometer 5 faltas personales, alguna propiciadas por el ansia del error cometido en ataque, algo a lo que no estamos acostumbrados a verle a ‘Sweet Lou’.

Por el contrario, tanto Nico Gianella (17 puntos, 2 rebotes, 3 asistencias) como Jon Stefansson (15 puntos, 3 rebotes, 4 asistencias) fueron los motores exteriores de su equipo, rompiendo la defensa contraria bien con penetraciones, bien con tiro exterior.

Final de infarto

El último cuarto estuvo protagonizado por los errores en ataque, tan sólo sumaron 4 puntos cada equipo a falta de cinco minutos para el final, y en defensa se mordía cada balón.
Jon Stefansson dio medio partido a los locales con un triple con el defensor encima en la penúltima posesión (71-70). Gianella primero y Urtasun después sumaron puntos de tiro libre, lo que llevaría el marcador a un 73-72 que sería definitivo, pero restaban por jugar 17 segundos.

Tras tiempo muerto de Poch, la defensa, perfectamente ejecutada por Cajasol, sobre saque de banda de Granada hizo que corrieran los cinco segundos reglamentarios y el balón cambiara de manos. Tariq Kirksay tuvo en su mano el partido, pero erró el tiro, Ivanov consiguió palmear el rebote, pero el balón fue escupido por el aro para que finalmente Jon Stefansson cogiera el rebote que suponía la victoria local.