Matt Thomas nació en el estado de Wisconsin en el año 1.994. Cuando su paisano Peter Weller protagonizó la afamada película Robocop, en el año 1987, Matt aún no había nacido. Sabemos que no fue uno de los numerosos espectadores (recaudación de 53,4 millones de dolares de la época) que fue al cine a ver este clásico de la ciencia ficción, pero puede que la viera en vídeo y lo que si nos imaginamos es lo que le llamaría más la atención de dicho film. Así como la gran mayoría se queda con la fortaleza física del cyborg protagonista y de hecho ese aspecto ha provocado motes en baloncesto como Alfonso "Robocop" Reyes, otros se quedan con su puntería. El rasgo más letal del agente Álex Murphy tras su renacimiento robotizado es ser un francotirador infalible. De los que donde pone el ojo (en este caso "sistema de reconocimiento de objetivos"), pone la bala. Y eso es lo que es Matt, un pistolero que no falla, como demuestra su 66,67% en tiros de tres (líder de la competición) siendo el segundo que más triples anota, tras Janis Blums, en estos primeros cinco partidos de la Liga Endesa.
También podría decirse que coincide en otro rasgo con el protector del Detroit de un futuro próximo, y es su frialdad. Pero a la hora de la verdad, las emociones de Murphy se imponían sobre la lógica robótica, mientras que nuestro protagonista no tiene ningún sentimiento a la hora de acribillar el aro rival y torturar a sus defensores con puntos de todas las facturas posibles. Por algo su mote, corroborado por su cuenta de Twitter, es The Iceman.
Su aterrizaje en Santiago ha sido como un ciclón, haciendo honor al equipo NCAA al que perteneció: Iowa State Cyclones. Allí completo su formación universitaria y baloncestística durante cuatro años de mejora constante, pasando de 5,5 puntos y un 33,6% en tiros de tres en su primer año a 12,3 y 44,5% en su último. Sus dos primeras temporadas estuvo bajo las ordenes de otro especialista en el tiro como jugador y amante del triple en su filosofía como entrenador, el actual coach de los Chicago Bulls, Fred Hoiberg.
Como decíamos, su estreno en la Liga Endesa ha sido arrasador, algo que se intuía por su gran paso por la Liga de verano de Las Vegas, campeón con los Lakers promediando 9,6 puntos, y por su gran pretemporada. Pero lo que se presume en verano no siempre se confirma, como podemos ver en los casos de Ray McCallum, al que le está costando un poco más de tiempo adaptarse, y especialmente el del Lucio Redivo, que de momento ni se ha acercado a lo que prometían sus partidos amistosos y sus credenciales de anotador compulsivo. Sin embargo, Matt ha clavado su media en puntos, incluso subiéndola, con 16,4 puntos en el inicio de la liga por 16,1 en los amistosos.
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Sus promedios a día de hoy son de 16'4 créditos de valoración (10º), 16'4 puntos (7º), 2'8 triples anotados (2º), 66'67% en tiros de tres (1º) y 90'91% en tiros libres (14º) en 26 minutos de juego. Y lo más importante es que eso se ha traducido en 3 victorias en cinco partidos para su equipo, Monbus Obradoiro, que a día de hoy se encuentra en el puesto 8º de la clasificación, algo poco habitual para los gallegos. Junto al gigante ucraniano Artem Pustovyi, del que ya hablábamos en este artículo tras su gran papel en el Eurobasket, se han convertido en una de las parejas de moda de este inicio de temporada.
Con estos números podemos asegurar rotundamente que se trata del mejor debut de un NCAA rookie en la Liga Endesa desde Mike Muscala en la temporada 2013/2014. Y también podemos afirmar que si hay un equipo que destaca por apostar por jugadores recién salidos de la liga universitaria americana se trata del Monbus Obradoiro, donde también jugó el mencionado Muscala, el recientemente retirado Robbie Hummel o Rosco Allen el año pasado, que aunque tuvo menos impacto su papel fue destacado. Es cierto que los compostelanos no siempre aciertan, pero su porcentaje en positivo en este tipo de apuestas es muy alto y de vez en cuando, como con Muscala y como se intuye con Thomas a pesar de ser pronto, se llevan el bingo completo. Claro que quizás las metáforas de juegos de azar no son las correctas, ya que hay muchísimo trabajo detrás y un gran conocimiento del mercado por parte de José Luis Mateo, Moncho Fernández y el resto del cuerpo técnico.
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La fría matemática nos demuestra el impacto que Matt Thomas está teniendo en su estreno en la Liga Endesa, pero hay más factores a valorar que los simples números y todos son positivos para el escolta de Wisconsin. En su primer partido oficial con Monbus Obradoiro, que era el primero como profesional, fue el mejor de su equipo con 21 puntos y 25 de valoración, pero lo mejor fue ver como sus compañeros buscaron continuamente al joven de 22 años en los momentos decisivos. El duelo con Tecnyconta Zaragoza fue muy igualado y Matt no solo no eludió la responsabilidad si no que la buscó continuamente y de forma acertada. A destacar una jugada que mostró el hielo que recorre sus venas: Matt realizó uno de los pocos tiros mal seleccionados que le hemos visto hasta el momento (no tenía bien posicionados los pies y aunque podía haber entrado, no era un buen tiro), cogió su propio rebote y, en vez de llenarse de balón para anotar, le dio una fantástica asistencia a Pustovyi para un mate que fue decisivo en el resultado final.
En las visitas a las canchas de equipos Euroliga, Valencia Basket y F.C. Barcelona Lassa, Thomas no se arrugó y volvió a tomar la iniciativa en ataque, siendo el máximo anotador de su equipo con 13 y 19 puntos. Contra los taronja, aunque perdió el duelo individual contra un mucho más experto Erik Green, que incluso le colocó un tapón, no dejó de asumir tiros y contra los blaugranas fue el único que puso en problemas a la defensa de los Sito Alonso en el peor partido del Obra hasta el momento.
Después de su único partido por debajo de ese nivel, que fue la victoria contra Divina Seguros Joventut, el escolta de Wisconsin dio un auténtico recital en el primer cuarto que decidió el partido contra San Pablo Burgos. Si alguno aún pensaba que solo era un triplista, Iceman se encargó de demostrar con rotundidad que tiene un amplio abanico de recursos ofensivos. Anotó 13 puntos sin fallo de la siguiente manera: una entrada a canasta para acabar con la izquierda, un triple liberado, una transición aguantando el contacto de la defensa para acabar con un tiro a tabla, un tiro de siete metros en la cara del defensor y, para terminar, hasta se atrevió a postear para sacar un dos más uno con una media vuelta más propia de un interior. Si queréis disfrutar del espectáculo del mejor cuarto Thomas y de Monbus Obradoiro aquí tenéis el vídeo de esos fantásticos 10 minutos de juego:
Está claro que solo cinco partidos es muy poco para juzgar lo que será la carrera de Matt y que a partir de ahora las defensas se lo pondrán más difícil al tener ya un mayor scouting de él, pero la pinta que tiene tras este gran impacto en el inicio de su carrera profesional es inmejorable.