LA CRÓNICA
La efectividad y el 'clutch' de Durant (31 puntos y 8 rebotes) junto al acierto de los Splash Brothers (Klay 30p y Steph 26p y 13r) ponen el 3-0 y dejan al borde del abismo a unos Cavs que quedan muy tocados pese al partidazo de LeBron (39-11-9) y Kyrie (38p). Partidazo en The Q, digno de ser revisionado una y otra vez.
Era el todo o nada para Cleveland. El día D. La oportunidad de ganar y demostrar al mundo que no están muertos. Para los Warriors, la opción de dejar casi sentenciada la Final con la opción de redimirse de los fantasmas del pasado. El tercer asalto, seguramente el más psicológico hasta ahora, daba el pistoletazo de salida.
El partido se iniciaba con la misma dinámica de los primeros dos partidos. Ritmo altísimo, transiciones rápidas y ataques breves. Aquello que tanto había castigado a Cleveland y tanto beneficiaba a Golden State. Klay Thompson enchufaba triples como el que pone el móvil a cargar, se sumaba Durant y respondían, al fin, JR Smith y, como siempre, LeBron. James empezó como un tiro, anotando desde todas las posiciones. Sabía que hoy era el día para no morir. Ni un golpe involuntario de Tristan le iba a frenar. Prueba de ello fue su mejor jugada del partido. Robo por detrás a McGee mientras posteaba, salida de contrataque, cambio de ritmo para superar a Durant y matazo para llevarse el aro a casa. Mientras LeBron batallaba solo ante el acierto Warrior, Irving seguía en la dinámica errática del segundo partido. Fue sentarse James dos minutos y la puntería de Curry y la omnipresencia de Green dispararon el resultado y los Warriors se iban 7 arriba al final del primer cuarto (32-39). De nuevo, a muchos puntos. Y, de nuevo, los Warriors liderando. Nueve triples en un cuarto pesaban.
El segundo cuarto fue diferente. El acierto inicial de ambos equipos parecía desaparecer. Cleveland salió bien, pero fue incapaz de ponerse por delante en todo el cuarto. Eso sí, LeBron tuvo tiempo de adelantar a Elgin Baylor en la lista de máximos anotadores históricos en las Finales y ya es cuarto, a nada de superar a Jordan. Pintaba a partido histórico de James. Mientras los Warriors, sin estar finos, conseguían mantener esa renta conseguida en el primer cuarto. Los últimos minutos de este segundo cuarto parecían una fotocopia del primero. Arreón final de Warriors que podía dejar muy tocado a Cleveland. Y apareció Irving. Dos jugadas marca de la casa -descomunal la que cierra el periodo- permitían seguir soñando a los Cavs, que conseguían ganar el cuarto y se marchaban al descanso (61-67). Lo de Kyrie no sería más que un aperitivo para lo que veríamos después del descanso.
En la reanudación, Irving cogió el testigo de LeBron. Porque cuando Kyrie se convierte en Uncle Drew hay que dejarle fluir en la pista. No hay placer visual mejor que ese porque se convierte en una constante exhibición técnica y de recursos en el uno contra uno. The Q creía, los Cavs confiaban y los Warriors parecían aturdidos. No podían parar a Irving que anotaba de forma espectacular delante de McGee, Pachulia, Thompson o el que se pusiera por delante. Kyrie estaba en trance. Green había cometido la cuarta falta a principios de cuarto y Pachulia encadenaba error tras error. Viento en popa para Cleveland que ganaba el cuarto holgadamente y se ponía por delante (94-89). El partido había bajado al barro, limitando los movimientos y fluidez de Warriors y los Cavs se aprovechaban de ello.
Pero pese a todo, los Warriors estaban ahí. Las sensaciones eran locales, pero las ventajas nunca fueron superiores a 7 puntos. Eso son dos tiros de piedra para los de la Bahía. Cleveland conseguía mantener la diferencia durante todo el cuarto, pese al cansancio acumulado de LeBron (45 minutos) y Kyrie (44). Curry y Durant anotaban, pero no eran suficientes. Los triples de JR y la lucha de Love unidos a las últimas embestidas de Irving parecían ser definitivos. Como viene siendo habitual en estas Finales, la fatiga de James llegados al último cuarto le hace bajar porcentajes y anotación. Basta que los Warriors conecten un par de buenas acciones para provocar el pánico al rival. Cada minuto parecía eterno y el desgaste psicológico del partido empezaba a notarse entre los jugadores. Hasta que dos transiciones lo mataron. La primera; salida en tromba de los visitantes y triple de Klay desde la esquina. Los Warriors habían dejado el partido a una posición y los Cavs estaban en el límite. La segunda, Durant a lo Juan Palomo. Rebote de KD, que cruzó la pista andando, se plantó delante de LeBron y se levantó para anotar de tres en la cara del Rey a falta de 45 segundos. Silencio en The Q, celebración en el banquillo visitante. Los Warriors estaban por delante por primera vez desde el último cuarto. Por esto vino Durant. 14 puntos en el último cuarto de la flamante y discutida incorporación de los Warriors este verano. Un triple que vale medio anillo y, junto a él, medio Finals MVP. Recuperación de Iguodala en la jugada posterior que sentenciaba definitivamente el choque. 113-118 al final, con Cleveland todavía aturdido por el tremendo golpe mental que significa haber perdido este tercer partido y con los Warriors que ven muy cerca completar la venganza tras lo del año pasado.
Un partidazo en toda regla, de aquellos que hacen historia.
EL MVP: KEVIN DURANT (GOLDEN STATE WARRIORS)
LOS DATOS DE LA NOCHE
- Los Warriors han ganado 15 partidos consecutivos en Playoffs. Es la mejor racha en la historia de las grandes ligas de Estados Unidos (NBA, NHL, MLB).
- LeBron James superó a Elgin Baylor y ya es el cuarto máximo anotador histórico en las Finales.
- LeBron solo ha anotado 11 puntos en total en los últimos cuartos de estas Finales. Durant se va a los 31.
- Kyrie Irving y LeBron se combinaron para 77 puntos. Es la mayor cantidad de puntos anotados por una pareja en una derrota en Finales.
- Ningún equipo ha conseguido remontar un 3-0 en contra.
- Kevin Durant es el tercer jugador que anota al menos 25 puntos en todos sus 8 primeros partidos de Finales. Los otros dos: Shaquille O'Neal y Michael Jordan.
Datos vía ESPN.