- Repasa TODAS las historias de (Solo)basket
- Solobasket refresca la memoria en torno a los gigantes más singulares del baloncesto NBA de la década de los 80
ACTUALIZACIÓN: Manute Bol falleció el 19 de junio de 2010. En un artículo de 2009 recordábamos su vida antes y después del basket.
Charles Barkley y Ricky Mahorn tomando el pelo a Manute Bol durante su periplo en los Sixers:
Además del archifamoso Bol, la lista de jugadores de gran altura y poco brillo que compartieron las canchas de la NBA durante la década de los 80 con los ídolos de nuestra niñez y juventud es extensa. Echemos un vistazo a los más destacados, singulares y recordados por los aficionados más hardcore:
Los Lakers y los Celtics reinaron durante buena parte de esta época dorada del baloncesto NBA. Dos franquicias que contaban con un sinfín de jugadores carismáticos que formaban parte del Olimpo de los Dioses de la liga profesional. Sin embargo, de sus diferentes plantillas también formaron parte jugadores marginales o, al menos, a años luz en calidad de estrellas como Magic, Bird o Worthy:
GREG KITE (5-VIII-1961, 2.11 de estatura) es un genuino representante de los clásicos centers de raza blanca, con bigote, mucha altura y poco talento. Con los Celtics logró 2 anillos (1984 y 1986), a pesar de que su participación fue muy marginal en ambos casos. En sus temporadas con los Celtics jamás superó los 2 puntos de promedio por encuentro. Posteriormente, pasó por los Clippers, Kings y Magic, Knicks y Pacers, aunque siguió sin destacar.
Los Lakers también tuvieron su mascota particular, CHUCK NEVITT (13-VI-1959). A pesar de sus 2.26 de estatura, Nevitt (de raza blanca y con frondoso bigote) fue un jugador completamente marginal en la NBA, disputando tan solo 826 minutos en los 155 partidos en los que participó en sus 9 años de carrera en la liga. Fue miembro de los Lakers entre 1984 y 1986, teniendo la oportunidad de lograr el anillo de campeón en la temporada 1984-85. Durante sus años NBA pasaría por otras franquicias como los Rockets, Pistons, Bulls o Spurs. Tipo simpático y afable, era de esos jugadores que ayudan a hacer vestuario y no dan ningún problema. Seguramente sería consciente de la inmensa fortuna de poder estar en la elite del baloncesto siendo su altura su única virtud.
Otro jugador interior que tuvo la suerte de estar en el momento justo en el lugar adecuado fue otro característico pívot blanco de la época, el canadiense MIKE SMREK (31-VIII-1962, 2.13 de estatura). Tras debutar en la liga con los Bulls (la franquicia lo eligió, tras un buen último año como escolar en la Canisus Collegue de Buffalo, promediando 15.8 puntos y 6.9 rebotes, como primera selección de la 2ª ronda del Draft de 1985), llegó a ser miembro del roster de los Lakers que se hizo con el anillo de campeón en 1987 y 1988. Su presencia en cancha fue prácticamente testimonial (no superaba los 2 puntos y poco más de 1 rebote por partido), saliendo a cancha, únicamente, en los denominados "minutos de la basura". Muy limitado técnicamente, las constantes lesiones que sufrió a lo largo de su carrera tampoco le ayudaron mucho a progresar. También jugó (eso de "jugar" es un decir) en los Spurs, Warriors y Clippers; además de tener experiencia europea, concretamente en Italia (Forli) y Grecia (Dafni). Fue un habitual de su selección, con la que participó, por ejemplo, en el Mundial de 1994. Tras su retirada, volvió puntualmente para jugar en Split (su mujer es croata) en la temporada 1996-97.
Los Lakers (con Smrek y Rambis) dándole al Rap en 1987. Señoras y señores, los Lakers Rap All-Stars con su hit “Just say no!” (atención al vozarrón de Worthy):
Aunque por su importancia en la franquicia californiana puede ser casi insultante incluirlo en este compendio de jugadores interiores poco talentosos, su aspecto y peculiar juego nos obligan a mencionar a KURT RAMBIS (25-II-1958 y 2.05 de estatura) en esta entrega de “Historias de (Solo)Basket”. Un hombre de rotación en los Lakers del showtime que por su look, que incluía gafas de pasta de nerd, bigote y pelo surfero, se convirtió en uno de los iconos de aquella franquicia.
Era todo un guerrero en la cancha, el hombre adecuado para hacer el trabajo sucio. Fue elegido en la 3ª ronda del Draft de 1980 por los Knicks y tuvo que emigrar a Grecia para tener su primera experiencia profesional. Kurt, dado su origen griego, jugó como nacional en el AEK de Atenas con el nombre Kyriakos Rambidis en la temporada 1980-81. En 1981, regresó a USA para incorporarse como agente libre a los Lakers y ganar con ellos 4 anillos. Actualmente, tras un periodo como asistente de Jackson en los Lakers (equipo que dirigió brevemente en 1999), acaba de ser nombrado entrenados de los T-Wolves. A pesar de los años, su época como jugador sigue siendo recordado por muchos; para comprobarlo echen un vistazo a la web Kurtrambis.com.
Un clásico: pelea entre Rambis y McHale durante las finales de 1984:
Un jugador de perfil parecido al de Rambis era JOE KLEIN (4-I-1962, 2.11 de estatura), que tras comenzar su carrera en la NBA con los Kings de Sacramento, llegó a los Celtics en la temporada 1988-89. Klein era un pívot blanco roqueño y duro en defensa, que en ataque podía anotar con cierta facilidad gracias a su buen tiro desde la media distancia. Fue miembro de aquella famosa Selección USA de los jóvenes Jordan , Ewiny compañía que se hizo con el Oro Olímpico en 1984. Su carrera se alargó hasta la temporada 1999-00, dejando el baloncesto con 38 años.
Otros pívots que llegaron a los Celtics en los últimos años de la década fueron MARK ACRES (15-XI-1962 y 2.11 de estatura) y BRAD LOHAUS (29-IX-1964 y 2.11 de estatura). Ambos aterrizaron en Boston en 1987 y se esperaba que con ellos pudiera mejorar la rotación interior del equipo, ya que tras la retirada de Bill Walton los Celtics no contaron con ningún jugador que pudiera dar descanso con garantías a los ya veteranos McHale y Parish. Acres aportó intensidad y dureza, pero poco más. Tras 2 años en la franquicia de Massachusetts tomó rumbo a Orlando. Lohaus era un jugador de más calidad; un 4-5 que jugaba abierto y que se labró una carrera más o menos decente en la NBA gracias a su buen tiro en suspensión.
Otro jugador pasó por los Lakers y que, incluso, llegar a hacer con el anillo en 1983 con los Sixers, fue MARK MCNAMARA (8-VI-1959 y 2.10 de estatura). Este pívot blanco, un auténtico obrero de la canasta, que también pasó por España (Caja de Ronda y Juver Murcia), es protagonista de una de las leyendas urbanas más curiosas de toda la historia del baloncesto; su supuesta participación en la saga La Guerra de las Galaxias como el mítico Chewbacca.
Tras la estela de los Celtics y Lakers, otras franquicias como los Rockets de Houston intentaron saborear las mieles del triunfo. El equipo texano llegó a las finales de 1981 y 1986, cayendo en ambos casos ante los Celtics. En 1986, el juego interior de los Rockets estaba formada por las denominadas Torres Gemelas: Akeem Olajuwon (entonces todavía sin “h”) y Ralph Sampson. Tras estas dos estrellas de la liga, en el banco encontrábamos jugadores de mucha menos entidad y calidad. Entre ellos, destacaba un pívot que siempre se situaba en el fondo del banquillo pero al que era imposible no identificar por su calva (con pelo en los laterales de la cabeza) y su barba. Nos referimos a GRANVILLE WAITERS (8-VI-1961 y 2.13 de estatura). Un paso testimonial por la liga (5 temporadas repartidas entre Indiana, Houston y Chicago) para un especialista defensivo sin talento, ni brillantez. Muchos lo recordarán como el acompañante de Norris en la pintura en el Barça campeón de la ACB en la temporada 1988-89 (la famosa liga de Petrovic). Cumplió en la Ciudad Condal. Posteriormente jugó en el Caja Bilbao, pero se le exigió más de lo que podía darOtro de los mayores outsiders de aquella época fueron los Hawks de Atlanta, que intentaron sin éxito destronar a los Celtics, primero, y a los Pistons, después, en el liderato de la Conferencia Este. La franquicia de Georgia tenía en Dominique Wilkins a su estrella indiscutible, pero contaba con otros grandes jugadores como Doc Rivers o Kevin Willis. En el otro lado de la moneda, los Hawks tuvieron en sus filas a uno de los mayores pufos de la historia del baloncesto yanqui, JON KONCAK (17-V-1963, 2.13 de estatura).Koncak era un pívot blanco muy limitado en recursos, que formó parte de la Selección USA de las Olimpiadas de 1984, del que en los Hawks se confiaba mucho. Se consideraba un hombre a explotar y en pleno progreso, por ese motivo se le ató con un contrato millonario en 1989, que le ponía entre los mejores pagados de la liga. Nada menos que 13 millones de dólares por 6 temporadas, que le situaba a la altura de los Magic, Bird o Air Jordan. Sin embargo, más que progresar, su rendimiento fue decayendo con el tiempo. Mucho dinero tirado a la basura para un jugador que promedió 4.5 puntos y 4.9 rebotes en 11 temporadas como profesional en la NBA. Se ganó el apelativo de John “Contract” Koncak. Fue uno de los pívots mediocres pioneros en firmar sustanciosos contratos: abrió, de alguna manera, las puertas a los Jim McIlvane o Jerome James y compañía.
En la franquicia de Georgia tuvo también su sitio el gigante WAYNE "TREE" ROLLINS (16-VI-1955, 2.16 de estatura). Rollins, haciendo honor a su seudónimo, era un auténtico roble plantado en la zona, que con sus largas ramas colocaba tapón tras tapón. Un intimidador nato, conocía su trabajo; taponar, rebotear y apenas mirar al aro. Dejó los Hawks en 1988, tras 10 temporadas en la franquicia, y después de un periplo por los Cavaliers, Pistons, Rockets y Magic, se retiró con 40 años en 1995, dejando una marca de 2542 tapones, una de las mejores de la historia de la Liga.
Otro equipo que aspiró a destronar a los Lakers de su reinado en el Oeste fueron los Mavericks de Dallas. El mejor quinteto de los Mavericks será recordado de memoria por muchos aficionados al baloncesto (añadiendo el nombre de Tarpley como magnífico sexto hombre): Harper-Blackman-Aguirre-Perkins y, en el centro de la zona, JAMES DONALDSON (16-XIII-1957, 2.16 de estatura). Donaldson era sin duda el jugador con menos talento de ese quinteto, pero hacía su labor a la perfección: defensa, intimidación y solidez en el rebote. Con todo, llegó a ser All-Star en 1988. Acabó sus días arrastrando sus maltrechas rodillas y superados los 40 en equipos como el Caja San Fernando o Breogán.
Desde luego, el rendimiento ofrecido por el trabajador Donaldson no puede ser comparado con otros 2 pívots que intentaron hacerse un hueco en la plantilla de los Mavericks de aquella época:
El primero de ellos es KURT NIMPHIUS (13-III-1958, 2.08 de estatura). A pesar de ser seleccionado en la 3ª ronda del Draft de 1980, se hizo con un puesto en la plantilla de los Mavericks e, incluso, llegó a ser esporádicamente miembro del quinteto titular. Un jugador mediocre cuya estrella fue apagándose con el tiempo. En 1988, aterrizó en la ACB, concretamente en el Cajacanarias. Su llegada fue apoteósica: pelo rubio rizado y largo, camisa hawaiana y gafas de sol, una imagen imborrable. Infravaloró la liga y a sus compañeros y rivales. Vino a lucirse a una competición que consideraba menor y fue cortado a mitad de temporada.
Una apuesta fallida por la franquicia texana fue la del teutón UWE BLAB (26-III-1962, 2.16 de estatura). Elegido por los Mavs en el puesto 17 de la 1ª ronda del Draft de 1985, Blab llegaba a la NBA con el aval de su gran estatura y sus buenos números con los Hoosiers de Indiana (16 puntos, 6.3 rebotes y 2.2 tapones de promedio en su año senior). Jamás demostró nada destacable, siendo incapaz de superar los 2.5 puntos y otros tantos rebotes por partido de media. Un auténtica bluff. Su caso es muy parecido al de otro pívot teutón que pasó sin pena ni gloria por la liga en esa época, CHRIS WELP (2-I-1964 y 2.13 de estatura); sin embargo, este último tendría posteriormente un carrera bastante exitosa en Europa (algunos lo recordarán por aquella canasta en el último suspiro que nos dejó sin disputar la final del Europeo de 1993).
Otro pívot carente de talento que pasó por los Mavs en esta época fue el canadiense BILL WENNINGTON (26-IV-1963). Muchos recordarán a este pívot con aspecto de leñador (de raza blanca y larga y frondosa barba) como miembro del roster de los Bulls que lograron 3 anillos consecutivos entre 1995 y 1998. Sin embargo, su entrada en la NBA la hizo de manos de los Mavericks, franquicia que lo eligió en la posición número 15 del Draft de 1985 y en cuyo seno se mantuvo hasta 1990. A pesar de su alta elección, no pasó de ser un jugador de rotación, de discreto rendimiento y discutible talento.
Una de las franquicias más brillantes durante esta década fueron los Bucks de Milwaukee. Su plantilla estaba repleta de jugadores polivalentes y de gran talento como Sidney Moncrief, Paul Pressey, Ricky Pierce o Terry Cummings. En el puesto de center contaba con un veterano de gran clase, Jack Sikma, uno de los primeros pívots en jugar abierto y atreverse a lanzar desde la línea de 3 puntos. Los jugadores que ofrecían minutos de descanso a Sikma eran 2 hombres que serán recordados por los seguidores más frikis de este deporte: PAUL MOKESKI (9-I-1957 y 2.13 de estatura) y RANDY BREUER (11-X-1960 y 2.21 de estatura).
MOKESKI (que llegó a los Bucks en la temporada 82-83) era en esa época un jugador veterano, curtido en mil batallas, un auténtico obrero del baloncesto sin mucho talento (aunque no tenía mala muñeca). De raza blanca, pelo ensortijado, bigote y físico muy poco atlético, por su aspecto parecía un auténtico nostálgico de la era de la música disco. Tras acabar su carrera como jugador, se pasó a los banquillos, ha entrenado en CBA y ABA, además de ser entrenador asistente en los Bobcats. Actualmente es entrenador asistente en la NBDL. En el año 2000, fue detenido por posesión de cocaína.
En cuanto a BREUER, este pívot blanco era tan infinitamente alto como falto de carácter y blando. Su expresión facial (permanente cara de poker), lo decía todo sobre su juego. Tuvo una temporada brillante (la 1987-88), promediando 12.8 puntos y 6.8 rebote por partido, pero fue todo un espejismo. Tras los Bucks pasó por los Wolves, Hawks y Kings sin pena ni gloria.
Otro jugador interior que compartió vestuario en los Bulls con Jordan fue JAWANN OLDHAM (4-VII-1957 y 2.13 de estatura). Oldham era un jugador que por su excelente físico creó muchas expectativas, que nunca se vieron cumplidas, pasando por la NBA sin pena ni gloria durante sus 10 años de carrera en la liga (de ellas, 4 en Chicago, entre los años 1982 y 1986). De alguna manera, Oldham fue el predecesor de los muchos pívots-proyectos atléticos que pueblan la NBA y su liga de desarrollo en la actualidad: gran físico, capacidad taponador, pero muy justo de recursos ofensivos. Actualmente, Oldham mantiene una academia de baloncesto en Dubai (su web).
Demostración de facultades taponadoras de Oldham con la camiseta de los Bulls (1986):
Por los Bulls también pasó un nombre bien conocido por los aficionados al baloncesto NBA, WILL PERDUE (29-VIII-1965 y 2.13 de estatura). Todo un número 11 del Draft de 1988 cuya labor se limitó a ofrecer minutos de descanso al pívot titular de turno. Otro pívot blanco de poco talento, pero que tuvo la suerte de formar parte de los Bulls que ganaron los anillos de 1991, 1992, 1993 y los Spurs que se llevaron el título de 1999.A propósito de Jordan y sus Bulls, un nombre que irá irremediablemente unido para siempre al de Jordan es el del pívot SAM BOWIE (17-III-1961 y 2.16 de estatura). Elegido por los Blazers con el número 2 del Draft de 1984, los de Oregón lo prefirieron a estrellas claramente emergentes como Michael Jordan (elección 3) o Charles Barkley (elección 5). Era un buen jugador que hubiera dado un destacado rendimiento si no hubiera sido por las terribles lesiones que sufrió durante su carrera.
Draft 1984, una elección que cambió la historia de 2 franquicias:
Una de las mayores atracciones de la NBA en la década de los 80 fueron los Denver Nuggets entrenador por Doug Moe. Los jugadores de Moe tenían como meta anotar una canasta más que su rival y contaba para ello con jugadores de gran talento que veían aro con gran facilidad; nombres como Fat Lever, Alex English o Michael Adams. Pero, obviamente, alguien se tenía que dedicar a hacer el trabajo sucio; en el exterior era TR Dunn el encargado de subir varios grados la presión defensiva, mientras que el jugador que aportaba solidez, intimidación y defensa en la pintura era DANNY SCHAYES (10-V-1959 y 2.10 de estatura). Hijo del gran Dolph Schayes, no heredó el talento para el baloncesto de su padre, pero su trabajo y tenacidad le llevaron a tener una larga carrera en la NBA, ya que se retiró a la finalización de la temporada 1998-99 con casi 40 años cumplidos. Sus mejores años los vivió en los Nuggets (1982-90), donde esta pívot blanco y rocoso fue una pieza destacada.
Curioso es el caso de los hermanos JONES, CADWELL (4-VIII-1950 y 2.11 de estatura) y CHARLES (3-IV-1957 y 2.06 de estatura), dos jugadores orientados al trabajo sucio en la pintura.
CALDWELL JONES comenzó su carrera profesional en la ABA en 1973, destacando como uno de los mejores pívots de la competición (promedió en su carrera en esta liga 15.8 puntos y 13.1 rebotes). Sin embargo, su paso a la NBA también supuso su reconversión en especialista defensivo. En Catorce años de carrera en la NBA, jugó en los 76ers, Rockets, Bulls, Blazers y Spurs, retirándose con 40 años. En la NBA nunca promedió más de 9 puntos, pero destacó en rebotes (7.2 de promedio total en su carrera) y tapones (promedió en su carrera de 1.4 tapones por encuentro). Un pívot cumplidor muy profesional, cuyo gran trabajo defensivo fue premiado siendo elegido miembro del 1º Quinteto defensivo de la Liga en las temporadas 1980-81 y 1981-82.
CHARLES JONES era un jugador con menos talento que su hermano mayor, pero pese a ser elegido en la posición 165 (8ª ronda) del Draft de 1979 y no lograr un contrato en la liga hasta 1983, sobrevivió en la NBA durante 15 temporadas, retirándose, como su hermano, con los 40 cumplidos (concretamente en 1998). Jugador ultradefensivo, promedió menos de 2.5 puntos en su carrera como jugador NBA. Su gran especialidad eran los tapones, promediando durante su carrera 1.6 tapones en 19.4 minutos de juego disputados por encuentro. Se hizo con el anillo de campeón de la NBA con los Rockets en el año 1995.
En esta lista no pueden faltar otros nombres como el de MEL TURPIN (28-XII-1960 y 2.11 de estatura). Tras ser un jugador dominante en su época colegial con los Wildcats de Arizona, su paso por la NBA fue gris y se vio truncada por los constantes problemas de peso que sufrió. Conocido popularmente como "Dinner Bell", "The Mealman" y “Hamburguesas”, mostraba una voracidad en lo gastronómico que no se veía reflejado en la cancha; bueno, más bien, lo que se reflejaba era su exceso de peso. Tras un comienzo prometedor en los Cavs (13.7 puntos y 7 rebotes de media en su 2ª temporada en la NBA, temporada 1985-86), su estrella se fue apagando, hasta recalar en el CAI Zaragoza en el verano de 1988. Un comienzo muy prometedor, pero también en Zaragoza fue cayendo en picado hasta acabar dando lástima. Voluminoso, pero ciertamente móvil y atlético, Mel tenía mucho potencial, pero su perfil de persona insegura, su tendencia a engordar y la buena vida nocturna acabaron con su carrera. Para profundizar en la carrera de este jugador es imprescindible remitirse al blog de nuestro compañero Remenber. Falleció en 2010 por un suicidio.En esta misma década, los Cavs contaron en su plantilla con CHRIS DUDLEY (22-II-1965 y 2.11 de estatura), un pívot blanco no muy dotado de talento, pero cuya labor reboteadora y taponadora fue premiada con una larga carrera en la Liga (16 temporadas). Horrible tirador desde la línea de tiros libres, logró la hazaña de lograr un 1 de 18 en tiros libres en un partido de la temporada de 1989-90, defendiendo la camiseta de los Nets. Licenciado en Yale y diabético, fue un hombre respetado y admirado en la Liga (fue premiado con el J. Walter Kennedy Citizen Award en 1996). Actualmente preside la fundación que lleva su nombre, que tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de los niños diabéticos.
Dos notas exóticas para esta lista; el búlgaro GEORGI GLOUCHKOV (10-I-1960 y 2.06 de estatura) y el islandés PETUR GUDMUNSSON (30-X-1958 Y 2.18 de estatura):
El búlgaro GLOUCHKOV centró las miradas de la NBA cuando, jugando el Akademik Varna búlgaro, llegó a promediar en la temporada 1984-85 23 puntos y 19 rebotes. Fue elegido por los Suns en la 7ª ronda del Draft de 1985 (elección 148) y se ganó un contrato con la franquicia de Arizona. La nueva adquisición tuvo una gran repercusión mediática por su exótica procedencia. La aportación de Glouchkov no fue nada mala (4.9 puntos y 3.3 rebotes), demostró ser un interior sobrio, duro y poco brillante, pero con una especial cualidad para el rebote. De todas formas, su rendimiento fue muy irregular, con grandes actuaciones y partidos en los que pasaba completamente desapercibido. Durante la temporada ganó pesó a gran velocidad y mucho se especuló sobre el uso que estaba realizando de los esteroides, aunque se trató de ocultar esta hipótesis, achacando los kilos adquiridos a la comida rápida americana. Su mala actuación en las ligas de verano de 1986 (a las que se presentó muy ligero de peso) le llevó a ser cortado y a comenzar una extensa carrera en el baloncesto FIBA, retirándose en 2003 con 43 años de edad. Sus mejores años en Europa los vivió en Caserta, haciendo una gran pareja extranjera con el gran Oscar Schmidt. Con el Phonola, disputó aquella mítica final de la Recopa que enfrentó al equipo transalpino al Real Madrid de Petrovic en 1989.
GUDMUNSSON fue todo un pionero. Un islandés que llegó a la NBA en 1981. Pívot de raza blanca y frondoso bigote (80`s rules!), no tuvo una gran repercusión como jugador en la NBA, tan solo disputó 150 partidos en campañas; sin embargo, cuando tuvo minutos demostró ser un center válido para la liga (así, llegó a promediar 5.7 puntos, 4.7 rebotes y 1 tapón en la temporada 1987-88 con los Spurs, campaña en la que llegaría a disputar 69 partidos.
Otro jugador al que es imprescindible mencionar es JOE WOLF (7-XII-1964 y 2.11 de estatura). Wolf, elegido por los Clippers en la posición número 13 (1ª ronda) del Draft de 1987, llegaba con buen cartel a la NBA tras su paso por North Carolina. Sin embargo, su paso por la NBA fue decepcionante. 11 años de carrera ganándose contrato tras contrato en diferentes franquicias (Clippers, Nuggets, Celtics, Magic, Bucks…) siempre como hombre de fondo de banquillo. Incluso llegó a pasar por la ACB en la temporada 1993-94, concretamente defendiendo los colores de Elosúa León, donde también defraudó. Una buena muñeca y poco más para un pívot blanco cuyo corte de pelo estilo mullet (peinado muy típico en los 80, sobre todo: pelo corto por arriba y los laterales, mientras que en la zona de la nuca se luce una longitud de pelo más larga, incluso, melena. Dwayne Schintzius sería el mayor exponente de esta look en los años 90) y sus ojos saltones serán de lo poco que se acuerden los aficionados de él.Draft de 1987, Joe Wolf elegido por los Clippers en la posición número 13 de la 1ª ronda. Muchas esperanzas puestas en él…:
Me resisto a dejar de mencionar a otros muchos jugadores interiores que no encajan dentro de los patrones mencionados al principio del artículo (pívots marginales o de talento dudoso de la década de los 80), pero que son recordados bien por sus peculiares características físicas o por su especial estilo de juego. Vayamos con este último grupo:
En primer lugar, citemos dos jugadores de raza blanca con ese look tan ochentero que incluía un buen bigote o, en su caso, una barba frondosa; estamos hablando de MIKE GMINSKI (3-VIII-1959 y 2.11 de estatura), ex estrella de Duke, un pívot muy solvente, ideal como escudero de la estrella del equipo, y STEVE STIPANOVICH (17-XI-1960 y 2.11 de estatura), todo un número 2 del Draft de 1983, cuya sólida carrera se vio truncada por las lesiones.
Dos pívots con buen cartel por sus prestaciones defensivos son los no muy brillantes ALTON LISTER (1-X-1958 y 2.13 de estatura) y MARK WEST (5-XI-1960 y 2.08 de estatura), ambos con una carrera sólida en la NBA; nada menos que 17 temporadas y retirándose rozando los 40. Otro pívot del mismo corte era WAYNE COOPER (16-XI-1956 y 2.10 de estatura).
¿Cómo olvidarse de JAMES “BUDHA” EDWARDS (22-XI-1955 y 2.16 de estatura), aquel pívot de raza negra con impresionante bigotón estilo macho-mejicano y ojos achinados que se llevó 2 anillos con los Pistons (1989 y 1990) y otro más con los Bulls (1995) pasados los 40? Un excelente jugador de ataque. Edwards coincidió en los Pistons con el pívot más duro y marrullero de la liga, el gran BILLY LAIMBEER (19-V-1957 y 2.09 de estatura). Hablando de sustitutos del pívot titular en los grandes de los 80, se nos viene a la cabeza los nombres de CLEMON JOHNSON (12-IX.1956 y 2.10 de estatura), el sempiterno suplente de calidad de Mo Malone (el hombre que más he visto sudar en una cancha) en los Sixers, o MYCHAL THOMPSON (30-I-1955 y 2.08 de estatura), el center bahameño que llegó a los Lakers en sus últimos años de carrera.
¿Y que decir de BILL CARTWRIGHT (26-IV-1957 y 2.16 de estatura) y su imposible mecánica de tiro?
Cartwright al tiro libre; no lo intenten en sus casas
Tampoco deberíamos olvidarnos de MARK EATON (24-I-1957 y 2.22 de estatura). El gran pívot de los Jazz de los 80, un muro infranqueable, uno de los mayores intimidadores de la historia del baloncesto NBA. Esta roca de granito, inamovible y de poca movilidad, acabó su carrera con 3.5 tapones colocados de promedio por partido.
Eaton, un ogro con buen corazón, luchando contra el maltrato infantil:
Y si hablamos de volumen, es justo mencionar a KEVIN DUCKWORTH (1-IV-1964 y 2.13 de estatura), que en paz descanse, el orondo pívot titular de los Blazers de Drexler, Porter y Kersey. Otro jugador voluminosos era BENOI T BENJAMIN (22-XI-1964 y 2.13 de estatura), el próximo pívor dominante que jamás explotó.
Para finalizar, citemos también los nombres de 3 veteranos pívots que todavía seguirían dando guerra hasta bien entrada la década de los 80; BOB LANIER (10-IX-1948 y 2.08 de estatura), DAN ISSEL (25-X-1948 y 2.06 de estatura) y el gigante tranquilo de las patillas infinitas, ARTIS GILMORE (21-IX-1949 y 2.18 de estatura).
Todas las Historias de (Solo)Basket:
Aquí te dejamos el listado de toda la serie:
2008:
- La selección USA de David Robinson conquista La Casilla
- Anotando en la canasta equivocada
- Fernando Martín, de gira por España con estrellas de la NBA
2009:
- Del One on One al NBA 2k9 (videojuegos de basket)
- White men can dunk
- Terence Stansbury, pasión por el mate
- Yo una vez fui un crack de esto
- Fernando Romay, de costa a costa
- ¡El Atlético de Madrid de Jesús Gil llega a la ACB!
- Los pequeños grandes hombres de la zona
- Mis monstruos favoritos (el reverso tenebroso de los dorados 80 en la NBA)
- Circuito de Baloncesto Profesional (CBP), una efímera ABA a la española
- Resurrecciones
2010:
- Cuádruple-Doble, la actuación perfecta
- Recopa '91, el infierno griego en Ginebra (con la colaboración de Manel Comas)
- Dinosaurios NBA, última estación - Europa
- Del anonimato al estrellato. El sueño americano
2011:
2012:
- Talento desperdiciado, los jugadores que "se dejaban llevar"
- ¡Baloncesto y Rock'n'roll!
- Adrian Branch, chupón entre chupones, el recordman oculto de la historia de la ACB
- Talento desperdiciado (II), los europeos que "se dejaban llevar"
- Riccardo Pittis, el arte de la reinvención
2013:
- Inicie sesión para comentar
Comentarios
JRSan ha respondido el
Por cierto, a mí me gustó siempre mucho Benoit Benjamin, que hacía grandísimos partidos contra los Lakers y luego, missing perdido.
supersivi ha respondido el
CHRIS WELP un paquete? Vale, pero nos jo... el europeo del 91 (o el 93 ya soy muy mayor) ÉL SOLITO, con canasta en último segundo y todo.
eddielee ha respondido el
mokeski number one
xavibomber ha respondido el
como siempre, genial. los conocia atodos. recuerdo que mi padre me decia que si sabia de matematicas tanto como los nombres de aquellos tipos, no podia ser que suspendiera...
JRSan ha respondido el
Se me coló el anterior post. Ojo a los Spurs de mediados de los 80 con Gilmore, Brickowski, Mychal Thompson y Kevin Duckword... Decir en su defensa que Gilmore fue un gran pívot al que ya vimos mayor cuando se hizo más popular la NBA en España y Duckworth fue una gran pieza en el ataque de los Blazers comandados por el trío Porter-Drexler-Kersey.
Gran trabajo.
ODIN ha respondido el
Gran artículo. Me sonaba de fondo George Michael...
Me entran ganas de echarme una partidita en el PC al Lakers vs Celtics y tirarme unos ganchitos con Kareem o unos mates en carrera con Worthy.
¿Porqué tiraría los números de Superbasket? ¡Alguien sabe donde conseguirlos?
jos73 ha respondido el
No me lo puedo creer, se han dejado al mas grande de los grandes en este tema, nada mas y nada menos que Sam Bowie
uriz ha respondido el
Yo a los que pillé, porque me empecé a interesar tarde por la NBA, fue a los que se jubilaron a los 40, los Klein, Perdue, Konkac, Eaton y Cia, el caso es que antes esta clase de jugador -llamémosle- peculiar, era la excepción y tal vez por eso hasta les cojimos cariño (como les ponía Trecet jaja). Hoy sin embargo el nivel actual de la NBA es tan bajo que nos costaria enumerar la cantidad de paquetes que hay por metro cuadrado de pista. Y es que hasta para esto tiempos pasados siempre fueron mejores...
jos73 ha respondido el
Tambien echo en falta en la lista a luc longley
ok rick ha respondido el
Soberbio artículo que me ha hecho recordar otros tiempos. Yo, así a bote pronto, añadiría (uno de mis favoritos) a Tom Tolbert, aquel rubiales guapete que jugó creo que en Canarias y que luego Nelson convirtió en los Warriors en insospechado center-point para eliminar unos playoffs a los Spurs.
ok rick ha respondido el
Aunque creo que se oyó sobre todo en los 90
bermii ha respondido el
Que gran recuerdo de Donaldson, profesional de los pies a la cabeza.
T.CHAMBERS ha respondido el
Longley entró en la NBA en 1991, por lo que no tendría cabida en este selecto club ochentero. Lo de Sam Bowie era imperdonable. Ya tiene su lugar de honor en el artículo. Saludos.
Arboye ha respondido el
James Donaldson me gustaba mucho, era el típico jugador de equipo, no era un crack, pero siempre aportaba, no como la mayoría de la lista, en su mayoría "paquetes" que sólo estaban ahí por su altura y nada más. En el artículo aparecen las dos decepciones NBA más grandes que puedo recordar, Jon Konkac (menudo paquete de tio y a que precio) y Roy Tarpley un jugador inconmensurable, si se hubiera dedicado al baloncesto en lugar de flirtear constantemente con las drogas, hubiera estado a la altura de Jordan sin duda. Lo tenía todo para este deporte, un físico increible, una capacidad anotadora brutal desde cualquier posición, intimidador como pocos... era una fuerza de la naturaleza. Los que le hayan visto jugar saben de lo que hablo y como cambiaban los Mavs cuando estaba y cuando no. Con él simplemente eran aspirantes al título... sin él, a duras penas se clasificaban para los play-offs. Un crack... que se jodió por el crack, jajaja.