Estamos lejos ya del final del “Año I” de LeBron en Los Angeles. Estamos lejos de la controversia por no entrar en Playoffs por lesiones. Definitivamente, los aficionados de los Lakers quieren olvidar cuanto antes esta campaña. Ahora, la situación tiene un denominador común: la decepción. Kawhi Leonard se marcha al otro lado de la calle, a jugar en el Staples, pero para el otro equipo de la ciudad. Y Paul George va con él.
La temporada 2019-2020 puede ser una sin precedentes donde los dos equipos de la ciudad sean los máximos candidatos a ganar el título. El hecho de fracasar, para la franquicia de púrpura y oro, ha sacado a la palestra al protagonista de esta pieza. DeMarcus Cousins tuvo mercado gracias a la decisión de Kawhi y marchó a Los Ángeles por un año, a razón de $3.5 millones.
Los Lakers se vieron obligados a reaccionar tras la conversión de su rival urbano en máximo aspirante al título. DeMarcus Cousins fue una de las firmas que acompañó a Danny Green, Alex Caruso, JaVale McGee, Rajon Rondo, Quinn Cook o Kentavious Caldwell-Pope. Sin embargo, el pívot es una firma sin precedentes para LAL. Un jugador “reclutado” por Anthony Davis, del que es gran amigo, pero que ha sufrido una devaluación constante en la liga. Hace dos años, era considerado uno de los dos mejores pívots de la liga junto a Joel Embiid. ¿Ahora? Los fans más precipitados le acusan de perseguir anillos.
LA DEVALUACIÓN DE COUSINS
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El DeMarcus Cousins del 8 de julio de 2019 es un DeMarcus Cousins muy diferente al del 19 de febrero de 2017. ¿Qué ocurrió ese día? Fue traspasado a los New Orleans Pelicans junto a Omri Casspi, dejando en Sacramento a Tyreke Evans, Langston Galloway, Buddy Hield, una 1ª ronda de 2017 y una 2ª ronda de 2017.
Este epígrafe está construido para comentar su devaluación, lo cual no puede completarse sin traer a escena la propia pérdida de valor general de sus compañeros de posición, los pívots. Tras la Agencia Libre de 2016, donde la locura poseyó a todos y cada uno de los GMs de la liga, los pívots vieron su valor caer (habiendo alcanzado su pico poco antes). Pudo ser por los contratazos de la mayoría, aunque la razón más probable no es esa. Es la apertura de brazos al baloncesto moderno. Ese basket en el que el pívot no tiene que ser una estrella para ganar campeonatos. Los Warriors y los Cavaliers lo han demostrado durante los últimos años, siendo los Raptors los únicos que han roto esa concepción con Marc Gasol en su equipo (sin números de estrella y con un rol específico designado).
Los centers siguen sin ser prioridades para un equipo. Nadie más que Joel Embiid parece serlo (p.e. Clint Capela está disponible por parte de los Rockets, Whiteside ha sido traspasado como un salary dump…) y no parece tener sentido gastar un gran porcentaje de espacio salarial en un big.
Tras el traspaso a NOLA, la NBA quedó en shock por lo “poco” que se llevó Sacramento por el mejor pívot de la liga. Era un jugador con un contrato expiring descontento en una franquicia que no había sabido rodearlo bien. Estuvo en la misma situación que su nuevo compañero de equipo y amigo Anthony Davis.
Tras varias temporadas evidenciando su gran rendimiento (desde la 15-16 hasta la 17-18 registró 26.5 tantos, 11.7 rebotes, 4.3 asistencias, 1.4 robos y 1.5 tapones), junto a su posible amenaza desde el perímetro y siendo subsanados sus problemas defensivos, en parte, por Anthony Davis… Se lesionó. Cayó el tendón de Aquiles. La lesión más devastadora de la historia para los profesionales del baloncesto. Hemos visto a jugadores perecer a ella (Isiah Thomas, Chauncey Billups, Kobe Bryant) y sobrevivir, deportivamente, solo a unos pocos (Dominique Wilkins). De momento, DeMarcus está en la lista de los primeros.
#DoItBig DeMarcus Cousins has torn his left Achilles and is out for the season, per @wojespn. Devastating injury for a big man who was finally playing at his best and a team that was finally clicking #NBA pic.twitter.com/NYOaAxXG3S
— Davide Chinellato (@dchinellato) January 27, 2018
Esta lesión fue suficiente para que los Pelicans no le renovasen. Fue suficiente para que no tuviera mercado en la siguiente agencia libre. Los Warriors habían encontrado una quinta estrella a precio de ganga (5.3 millones de dólares). O eso creían hasta ver su rendimiento. Al fin y al cabo, Cousins no ha demostrado nada con Golden State.
No ha tenido una oportunidad válida para volver a demostrar sus aptitudes en un entorno competitivo, puesto que sus minutos con los Warriors eran limitados y era la cuarta opción en ataque. En sus 30 partidos de temporada regular en la Bahía, jugó 25.7 minutos de media por encuentro. Sus registros fueron buenos para un jugador que venía de una lesión de tal magnitud: 16.3 tantos, 8.2 rebotes, 3.6 asistencias, 1.3 tapones, 1.5 robos.
El problema llegaría en los Playoffs. Una lesión, de nuevo, volvió a amargarle la progresión: desgarro en el cuádriceps izquierdo. Volvió a tiempo para las Finales, aunque su statline terminó por no ser el más alentador: 7.6 tantos, 4.9 rebotes, 2.4 asistencias, con un acierto del 39.6% desde el campo. Brutal. La consideración de injury prone no ha sido nada más que un golpe para su valor. La no consecución de resultados en lo deportivo amargó, de nuevo, la carrera de Boogie, hasta el punto donde no ha vuelto a tener mucha consideración ni mercado en la agencia libre en la que nos encontramos (aparte de Miami o Los Ángeles).
Los Angeles Lakers, tras no conseguir firmar a Kawhi Leonard han lanzado una moneda al aire. Una moneda que se traduce en un roster compensado alrededor de LeBron James y Anthony Davis. Una plantilla con alguna que otra sorpresa, puesto que Kyle Kuzma y el protagonista de esta pieza también tienen talento que aportar. Es una de las últimas oportunidades de DeMarcus Cousins en la liga, a razón de 3.5 millones de dólares. Su reputación está en juego. Su devaluación ha llegado hasta aquí. Sus vistas a firmar un contrato en 2018 que le resolviese la vida durante su prime han acabado en una búsqueda de oportunidades infinita hasta encontrar un nuevo rol que justifique su talento.
¿QUÉ PUEDE APORTAR?
El camino que ha llevado al jugador hasta su devaluación es pasado y está en los libros de historia. Lo que prima en la actualidad es la manera en la que puede dejar de proyectar esa identidad mermada con la que cuenta ahora. Para ello, nos aventuramos en una vista hacia el futuro. ¿Qué puede aportar DeMarcus Cousins a la plantilla de los Angeles Lakers?
Con una postemporada completa para reacondicionarse y recuperarse de sus dolencias al mismo tiempo, el físico no debería ser un problema una vez empezado el training camp. Su rol durante los primeros compases de la campaña, sin embargo, parece estar claro: será suplente. Ni el entrenador de los Lakers, Frank Vogel, ni nadie, sabe cómo volverá Cousins a las pistas. JaVale McGee es conocedor del sistema de los púrpura y oro y tiene más química con LeBron y compañía, por lo que podría ser el titular, vista la aversión de Anthony Davis hacia la posición de cinco. Además, saliendo LeBron de base, muchas combinaciones quedan en manos del head coach: Green y Bradley compartiendo wing con quinteto small ball y dos centers desde el banco, AD de cinco, McGee y Davis como dos torres... No queda descartado que el rendimiento del pívot sea tan bueno desde el banquillo como para provocar cambios temprano en el curso, pero la premonición es su salida como sexto hombre.
Desde esta posición (y desde cualquier otra), las principales cualidades de DeMarcus Cousins son obvias: la anotación y el rebote. El interior ha demostrado durante toda su carrera ser un gran contribuyente en esos dos campos, elevando también su capacidad de organizar el juego desde que militó en los Pelicans. Es un generador bastante infravalorado, teniendo mucho potencial desarrollado en asistencias directas e indirectas. El único problema es la cantidad de balón que requiere en sus manos, el cual parece haberse subsanado en el sistema de Golden State. Sin embargo, su alta cantidad de pérdidas por partido y su pésima defensa le lastran si no cuenta con un ancla defensiva.
DeMarcus Cousins is realllllllllly struggling on defense pic.twitter.com/qYkTtTI780
— Drew Shiller (@DrewShiller) February 26, 2019
Hemos visto esta campaña sus problemas defensivos en la Bahía. Si añadimos a esto que la defensa de los Warriors no pasaba por uno de sus mejores momentos, todo se acrecenta. Sin embargo, si se introducen defensores decentes al lado de Cousins y se añade la máxima de situarse como sexto hombre (no juega la mayoría del tiempo contra titulares, por lo que le se le ataca menos), su rendimiento defensivo mejora gracias al entorno. El quinteto de Livingston, Cook, Thompson, Iguodala y Cousins aunaba un nada despreciable 103.8 de ratio defensivo. Si añadimos a Green y restamos a Cook, se transforma en un 96.4. La cuestión está en cómo se rodeará a DeMarcus.
Otro ejemplo: en New Orleans, la presencia de Anthony Davis salvaba a Cousins – y al propio equipo – de males mayores y agujeros negros defensivos. Boogie no es un pívot con protección del aro de élite, y es algo a lo que estamos acostumbrados. En el siguiente cuadro observamos las estadísticas de su segundo curso en NOLA en cuanto a ratios ofensivo, defensivo y neto se refiere cuando militaba con o sin Cousins.
Emparejamientos | Rating ofensivo | Rating defensivo | Rating neto |
Davis + Cousins | 108.1 | 104.4 | +3.7 |
Davis SIN Cousins | 111.6 | 102.5 | +9.1 |
Cousins SIN Davis | 107.8 | 111.1 | -3.3 |
Datos actualizados hasta el 18 de enero de 2018 (una semana antes de su lesión del Aquiles).
En Los Ángeles, Davis será su compañero, y no los de Golden State. No podemos saber qué emparejamientos pondrá Vogel sobre la mesa, pero sí conocemos su reputación: lo da todo por la defensa. Si un ancla defensiva al lado de Cousins mejora su rendimiento en esta faceta del juego, no dudemos en observar, al menos, pruebas. El margen de error es bajo en una franquicia con una fanbase tan exigente como la púrpura y oro. Es una debilidad en defensa, pero también es capaz de integrarse en un sistema defensivo:
Earlier this season, DeMarcus Cousins (@boogiecousins) demonstrated impressive help defense as we see in today's #NBABreakdown. He remains in an athletic stance and doesn't give up on the play until the @warriors complete the defensive possession successfully! #TeachingTuesday pic.twitter.com/ykv2k29C5T
— Jr. NBA (@jrnba) April 30, 2019
Por lo tanto, tanto Vogel como el propio ex de Sacramento deben ponerse manos a la obra para cuajar su rol en la pista y vestuario. El resultado de Cousins en Los Ángeles es algo que no se conoce a ciencia cierta. El talento y el renombre existen. Sus taras, casi irrevocables a sus 29 años, también están ahí. Todo es cuestión de adaptación al sistema y condición física. La NBA, todos lo sabemos, es impredecible, aunque una lesión como la del pívot no es para tomársela a risa. Las expectativas no deberían ser tan altas como exige la afición.