Un abrir y cerrar de ojos han bastado para convertir a los Golden State Warriors en el nuevo villano de la NBA. Parece ser cierto eso que dicen que del amor al odio hay un paso. El equipo que enamoró a todos, con el triple como arma más mortífera, hasta convertirse en un auténtico depredador de récords, ya no es el ojito derecho de la NBA. Desde que se hicieran con el agente libre más codiciado del mercado, Kevin Durant, las críticas no han cesado. Los de la bahía han conseguido un equipo de ensueño al juntar a Curry, Durant, Thompson, Green e Iguodala. Sin duda, el rival a batir por todos.
Pero ¿Cuánto tiempo podrán mantener a todos juntos? Es la pregunta que se hacen todos.
Tras un verano de mucho movimiento en las oficinas del Oracle, el periodo estival del 2017 no se antoja más tranquilo. Sobre la mesa varios temas. Desde la renovación de Curry a la de Durant. Todo ello, después de conocerse que el salary cap de la próxima temporada, podría reducirse en 5 millones respecto a la primera estimación que se hizo.
La continuidad del dos veces MVP, Stephen Curry, a priori parece sencilla. El jugador, con derechos Bird, podría renovar por el máximo (se habla de unos 165 millones de dólares por 5 años) y seguir vinculado al equipo que lo drafteo. En cambio, resulta más complicado encontrar una fórmula para retener a Kevin Durant.
Recordemos que el de Washington firmó un 1+1, donde cobrará 26.540.100$ el primer año, disponiendo de una opción de jugador de 27.734.405$ para el segundo.
Por lo tanto, toca sacar la calculadora y analizar las posibles vías que nos adelantó Danny Leroux.
Aunque parezca mentira, la reducción del salary cap podría beneficiar a unos Warriors, que tienen tres formas de retener al alero:
La primera, pasa porque Durant ejecute su player option y renueve automáticamente. Esta opción es la más sencilla, pero también la menos probable. Lo normal sería que el jugador rechazase los 27.734.405 $ de su player option y optara por buscar el máximo, que con la nueva previsión ascendería a 33.550.000$. Una fórmula que ya han utilizado otros como Lebron James.
La segunda opción pasaría por utilizar la excepción Non-Bird. Esta excepción, permite renovar a un agente libre propio, que tan solo lleva un año en el equipo. Lo máximo que se le puede ofrecer es el 120% de su último salario y un contrato de entre 1 y 4 años con una subida anual del 4,5%. Con esta fórmula, Durant podría firmar por 31.848.120$. Aunque sigue siendo menos que los 33.550.000$, “solo” tendría que renunciar a 1.700.000$. Mientras que con la anterior previsión, el máximo para un jugador como él, con más de 10 años de experiencia en la liga, sería de 35.200.000$, siendo 3.340.000$ la cantidad que tendría que dejar escapar.
La tercera y última opción, sería la de renovarle utilizando el espacio salarial. Sería la única forma de ofrecerle el máximo, aunque para ello, los de Oakland tendrían que desprenderse de algún jugador. Andre Iguodala y Shaun Livingston están en su último año de contrato y tienen unos cap holds de 16,7 y 11 millones de dólares respectivamente. Lo que significa que los Warriors tendrían que renunciar a esos derechos para poder renovar a Durant. Eso conllevaría a que Iggy y/o Livingston tuvieran que aceptar una oferta muy inferior a sus cap holds si quisieran continuar vistiendo la elástica de los GSW. Sin duda, un sacrificio mucho mayor que el que tendría que hacer Durantula si renovase a través de la Non-Bird exception.
Analizando las 3 opciones posibles, parece claro que la segunda vía puede ser la más beneficiosa para ambos. Además de poder seguir contando con Iggy y Livingston, Durant podría firmar solo un año y optar a una nueva renovación, esta vez con la excepción de Early-Birds que le aseguraría una subida del 7,5% anual en vez del 4,5%, compensando así lo que dejaría de ganar en el segundo año.