Con el fin de la temporada regular, se confirmó la noticia. Los Dallas Mavericks, con polémica incluida, no se han clasificado para el play-in. Después de meterse en las Finales de Conferencia de la pasada temporada, ni siquiera han sido capaces de clasificarse entre los 10 mejores de su Conferencia, con lo que quedan eliminados. Con críticas hacia todos los estamentos de la franquicia, desglosamos qué pueden hacer los Mavs en este verano.
ENTRENADOR: KIDD CONTINUARÁ
Según ha dado a entender Mark Cuban, Jason Kidd seguirá ocupando el banquillo de los Dallas Mavericks la temporada que viene. Una decisión que, de confirmarse, está envuelta en la polémica, puesto que Kidd ha dejado mucho que desear esta temporada. Su sistema defensivo ha hecho aguas (de 7.º a 25.º en ratio defensivo), cuando era el principal aval de Kidd, su libro de jugadas en ataque ha sido inexistente y tampoco ha sabido crear un clima entre los jugadores que haya reflejado una mayor complicidad en cancha.
Aún así, veremos si los rumores se confirman, pero todo parece indicar que el excampeón con los Mavs seguirá en el banquillo, puesto que los despidos de entrenadores se suelen confirmar poco después de la eliminación de los equipos. De hecho, Stephen Silas, de Houston, y Dwane Casey, de Detroit, no seguirán en sus cargos.
AGENTES LIBRES: UN MAR DE DUDAS
Si sobre el entrenador hay muchas dudas, sobre la plantilla se han vertido todo tipo de críticas. Se dice que Doncic es la estrella peor acompañada de la NBA, lo cual es extraño si tenemos en cuenta que esa plantilla llegó a las Finales de Conferencia en 2022. Pero el segundo mejor jugador de la plantilla, Jalen Brunson, hizo las maletas a Nueva York, y la gerencia no ha sabido responder a eso.
Precisamente los dos fichajes más rutilantes de este curso serán agentes libres este verano. Los resultados de los Mavs no les han dejado en buen lugar, pero a buen seguro no les faltarán pretendientes que estén dispuestos a soltar un buen dinero por ellos.
Kyrie Irving es un talentazo que cada vez está más en el disparadero y no exclusivamente por sus salidas de tono fuera de la pista. Dentro de ella, a pesar de sus rutilantes estadísticas (27 puntos por partido) su gran rendimiento individual no influye lo que debería en el devenir de los partidos. Su defensa no es buena y su conexión con sus compañeros es insuficiente. Kyrie va a su bola y eso cuesta partidos a su equipo, pero a ver dónde encuentra Dallas a un jugador en el mercado como él.
El otro fichaje de este año es Christian Wood. Parecía que podía ser el año de su consolidación, pero ha sido todo lo contrario. Poco influyente en defensa, malas decisiones y un talento que no ha sido conducido como debería. La conexión con Kidd ha sido inexistente y con la continuidad del entrenador la de Wood se complica.
El otro jugador que acaba contrato es Dwight Powell. El pívot canadiense ha hecho lo que ha podido, pero ha quedado demostrado que eso es insuficiente si su equipo quiere aspirar a cotas altas. Podría seguir, pero su salario y rol deberían descender.
En todo caso, si los Mavs no renuevan a ninguno de los tres (aparte de otros como Markieff Morris o Ntilikina) tendrían 108 millones comprometidos para la temporada que viene, lo que les dejaría más de 25 millones disponibles para gastar, menos lo que cobren los rookies. Veremos qué deciden.
JUGADORES CON CONTRATO: MUCHO CONTRATO TÓXICO
El gran problema de los Mavericks es el dinero que tienen comprometido en jugadores cuyo rendimiento está muy por debajo de sus sueldos. Tim Hardaway Jr. y Bertans aún tienen dos temporadas más de contrato y el año que viene consumirán más de 34 millones. Bullock, Kleber y JaVale McGee también tienen años de contrato por delante con un rendimiento más que discutible. Una situación difícil que quizá ha provocado la discutida decisión de no entrar en playoffs para reforzarse con un novato que pueda aportar desde ya… o traspasar esa ronda por alguna realidad contrastada.
Así las cosas, la situación de Dallas es complicada. Tienen agentes libres un poco devaluados, pero perderlos por nada debilitaría aún más el equipo. De todos modos, tienen varias opciones.
Una de ellas es utilizar la primera ronda para enviarla junto con uno de los contratos tóxicos a una franquicia en reconstrucción para aglutinar aún más espacio salarial e invertirlo en un agente libre de campanillas. Algo interesante podrían pescar: VanVleet, D’Angelo Russell, Gary Trent, Jerami Grant o Vucevic estarán libres, y también vienen de equipos cuyos resultados no han sido los esperados.
En un escalón más abajo, sin traspasar la ronda, pueden reforzarse con jugadores de un perfil más modesto. Jakob Poeltl, Rui Hachimura, Josh Hart, Dillon Brooks, Jordan Clarkson o Seth Curry serían fichajes interesantes, pero no darían el salto de calidad que el equipo merece.
Por otro lado, también podrían traspasar la primera ronda con algún jugador para mejorar el equipo. El problema es que solamente equipos que no aspiren a nada la temporada que viene se querrán comer contratos importantes. En ese sentido, podrían ir a por jugadores como Myles Turner, Bojan Bogdanovic o Joe Harris.
Parece claro que Dallas tiene que buscar soluciones imaginativas para el verano que tiene por delante. Si la plantilla sufre pocos cambios, la paciencia de Doncic puede empezar a agotarse…