LA CRÓNICA:
Noche grande en la mejor liga de baloncesto del planeta. Rockets y Spurs protagonizaron el primer duelo a la altura de lo que prometía esta serie, ¡Y vaya duelo! Triple doble de Harden, lesión en el último momento de Kawhi Leonard, Ginobili y Green sosteniendo a los Spurs... Y al final, el triunfo se quedó en casa.
Pero empecemos por el principio, ya que si bien el encuentro no se decidió hasta el último instante, los tres primeros cuartos fueron de un baloncesto de muchos quilates. Tras unos primeros minutos igualados, los Spurs, que volvían a salir con Pau Gasol y Mills de inicio, protagonizaron el primer intento de escapada gracias al equilibrio fuera-dentro que aportaban Kawhi Leonard (22 pts, 15 rbs) y LaMarcus Aldridge (18 pts 14 rbs). Sin embargo, el gran trabajo de Harden (33 pts, 10 rbs, 10 asis), que compensó el horrible partido de algunos de sus compañeros, Gordon y Williams llegaron a estar en 0/9 en triples, mantuvo a los suyos en el partido. Incluso llegando a poner a los Rockets en ventajas de 7 y 8 puntos.
Pero lo mejor estaba por llegar, un último cuarto no apto para cardiacos en el que se mantuvo hasta el final la máxima igualdad (99-99 a un minuto exacto del final). Con posesión visitante, y tras una férrea defensa, Patty Mills cometió falta y mandando a James Harden a la línea el marcador reflejaba un 99-101. Con menos de un minuto por jugar, y posesión, los Spurs se mostraron nerviosos e inseguros, hasta que apareció Manu Ginobili (12 pts 7 rbs 5 asis). Tras un cambio defensivo, cortó la zona como un cuchillo y anotó una bandeja por extensión que recordó a cuando lucía melena en sus primeros años como jugador de los Spurs. Con el empate en el marcador James Harden pecó de ingenuidad y cometió falta en ataque sobre la defensa de Jonathon Simmons. Con una posesión todavía por jugar, Popovich dispuso una jugada, sin Kawhi Leonard, que no volvería a entrar por una lesión en el tobillo, en la que Gasol y Aldridge debían bloquear para que Mills recibiese, y posteriormente Pau colocase otro bloqueo, esta vez directo, que nunca se ejecutó. La imposibilidad de Mills siquiera de conseguir un tiro en tiempo, o de generarse una ventaja en el uno contra uno, le acarreó al español una dura reprimenda de su entrenador, además de no volver a saltar al campo.
La prórroga se la llevó, sin duda, el equipo que más fría mantuvo la cabeza. Tras dos minutos y medio de ida y vuelta, en los que nadie consiguió anotar, Patrick Beverly anotó un tremendo triple, previa asistencia de "La Barba", para colocar a los suyos por delante. Tras dos tiros libres de Jonathon Simmons (104-103), Harden, agotado física y mentalmente, perdió un balón clave, que se acabó convirtiendo en un triple de Danny Green (104-106). Llegó el turno para uno de los fichajes de lujo del pasado verano, Ryan Anderson, que anotó un triple desde la esquina a pase de Trevor Ariza, que ponía el 107-106, que era casi definitivo. Y llegaron los héroes. Danny Green, siempre discutido, anotando un espectacular 2+1, y la clase, la picardía y la veteranía de Ginobili, al taponar desde detras el triple de Harden que podría haber empatado el partido, fueron definitivos para que los Spurs marcasen el 3-2 en la eliminatoria, y dieran un paso de gigante hacia las Finales del Oeste.
El MVP: Manu ginobili
Los años pasan, pero la clase permanece. El partido de anoche agrandó, aun más si cabe, la leyenda del mejor baloncestista argentino de todos los tiempos. Cuando peor pintaban las cosas para los Spurs, Kawhi lesionado, Mills perdido y el equipo sin ideas, él se adueño del balón y anotó una bandeja antológica que forzaba la prórroga ante los Rockets, que ya acariciaban el 2-3. Por si fuera poco y ante el desacierto de Aldridge, Manu, tuvo que coger el timón y guiar a los suyos con su experiencia y calidad. La guinda llegó tras una trabajada prórroga, en la que destacó junto a Danny Green, colocando un delicado tapón sobre el lanzamiento triple de James Harden para adelanta a los Spurs en la eliminatoria. Todos en pie, ovación cerrada para Ginobili.