Salía el último de la ducha en el vestuario visitante del Scotiabank Arena, junto a Frank Ntiilikina. El croata y el francés han hecho buenas migas en el Madison Square Garden, en la primera temporada de Hezonja en los Knicks. Llegó tras tres temporadas en Orlando, cuando los Magic decidieron no ejercer la team option por el cuarto año. Tim Hardaway Jr, protagonista ofensivo del partido, ya ha atendido a todos los medios que han viajado desde New York, que ahora se centran alrededor de Kevin Knox. Pero nosotros esperamos a Hezonja.
Los Raptors acaban de sumar la duodécima victoria de la temporada, esta vez a costa de los Knicks que han aguantado media parte, pero que han visto como la segunda unidad de Toronto era imparable: la profunidad de banquillo ha pasado factura ante la inexperiencia neoyorkina. El croata ha acabado con 13 puntos (6/8 en tiros de campo), 5 rebotes y una asistencia, en uno de sus partidos más completos con su nueva camiseta. Y sobre el partido abrimos la entrevista en exclusiva con Hezonja.
Pregunta: ¿Cómo están los Knicks tras esta dura derrota?
Respuesta: Somos el equipo más joven de la liga. Hay errores, pero estamos entrenando duro, tenemos un coaching staff muy bueno y nos está ayudando muchísimo. Además jugábamos contra uno de los mejores equipos de la liga, pero nos sirve para aprender de ellos: qué hacen bien, qué hacen mal, y seguir trabajando en esa línea.
P: Estás en una situación especial: acabas de firmar por New York pero en verano volverás a ser agente libre.
R: La situación en el mercado de agentes libres me hizo coger solo un año, pero el próximo verano veré que pasa. Igualmente, me gustaría quedarme en Nueva York, estar aquí: estoy feliz, los compañeros y el coaching staff es muy bueno, la ciudad es increíble. No me falta nada
P: En Barcelona, cuando el Barça perdía, siempre eras el jugador que estaba más enfadado en el vestuario. En tu cuarto año, todavía no has tenido una temporada con balance positivo. ¿Sigues igual?
R: He cambiado, al menos un poco. Pero por un motivo muy fácil: mañana volvemos a jugar. En Barcelona, si perdíamos, podía estar enfadado hasta el próximo jueves que teníamos otro partido. Además, con Xavi Pascual era muy difícil porque estaba por encima de nosotros, quería muchísimas cosas de nosotros, era muy duro en los entrenos. Aquí la mentalidad es siempre siguiente partido, no hay tiempo para perder.
P: ¿Te han ayudado los veteranos?
R: En mis dos primeros años, cuando veía a compañeros que se reían después de una derrota o de algo malo en un partido, les miraba y me preguntaba ¿qué están haciendo?, pero ahora lo entiendo. Es una mentalidad de seguir adelante, mañana hay otro partido.
Efectivamente, el sábado a las 15 hora local se enfrentaban a los Raptors, pero el domingo por la noche cierran un back-to-back ante Orlando, esta vez en casa, en el Madison Square Garden. La NBA no se detiene en regular season, aunque Mario ya sueña con algún día, poder por fin jugar un partido de playoffs. Por ahora, piensa en el presente.
P: ¿Qué representa jugar en el Madison Square Garden, uno de los pabellones más importantes del baloncesto mundial?
R: Es impresionante. Es parecido al Palau Blaugrana (para, ríe...), pero más grande. La pista es pequeña, parece una caja, el público está muy encima. Me gusta mucho, me gustan ambos, sobre todo por que tenemos al público encima nuestro.
P: Sobre este año, ¿Qué reto implica tener un nuevo coaching staff?
R: A mi no me toca mucho porque ya tenía esas cosas en Orlando [en tres años tuvo dos entrenadores, Scott Skiles y Frank Vogel]. Si el entrenador es bueno como David Fidzale no me toca, sé que quiere, él me conoce, hablamos mucho, me enseña mucho vídeo con mejoras, hablamos en la pista… es una comunicación constante. Es fácil jugar para un entrenador que te quiere así.
Mario es polivalente, en los tres años de Orlando llegó a jugar de base y de power-forward, por lo que no tiene problema en adaptarse. Jugar, por encima de todo, es el objetivo y más en contract-year. Pero este año Mario ha salido todos los partidos desde el banquillo. Hasta nueve jugadores de los Knicks han salido en algún partido de inicio, solo Hezonja y Mudiay, entre los que disputan más de 15 minutos, han partido siempre desde la banca.
P: ¿Es algún problema salir desde el banquillo?
R: No soy un jugador de banquillo, pero está bien, no me importa de verdad. Ahora lo mejor es pensar en el equipo, estamos buscando el quinteto inicial definitivo, hemos probado muchos [cuatro distintos]. Nunca me ha gustado el banquillo, te acordarás de la época de Barcelona, pero no estoy enfadado o molesto con el entrenador, hacemos lo que él dice y veremos en el futuro.
Es un Mario distinto. Si con Pascual, especialmente, y con Skiles y Vogel en Orlando, se veía a Hezonja con excesivo desparpajo, ante Fizdale se muestra humilde y existe una admiración mutua. Llega el jefe de prensa de los Knicks para pedirnos que acabemos ya, una última pregunta. Kevin Knox, el último jugador que quedaba en el vestuario ya ha salido y solo queda Mario atendiendo a las preguntas de Solobasket, como siempre, con una sonrisa en la boca y mostrando una mezcla de honestidad y desvergüenza por decir lo que piensa. La última tiene que ser sobre el futuro de los Knicks y eso pasa, por supuesto, por Kristaps Porzingis.
P: ¿Qué tal está Porzingis?
R: (ríe muy alto). Porzingis es mi compañero, es mi hermano desde hace muchos años. Desde L’Hospitalet, el torneo sub-16 y somos grandes amigos. Le preguntamos sobre si ya está esprintando, como se informó. No lo sé, lo importante es que sea listo y piense lo mejor para si mismo esta temporada. No hay prisa, él ya sabe.