Tras la experiencia en playoffs en 2018, la espantada de Jimmy Butler volvió a sumir a los Timberwolves en un clima caracterizado por la falta de ambición, donde cayó el arquitecto del nuevo proyecto, un desgastadísimo Tom Thibaudeau. Este verano se decidió apostar por la continuidad del joven Ryan Saunders, pero no se pudo cambiar la configuración de la plantilla, ya que los intraspasables contratos tóxicos de Teague, Dieng y Wiggins impiden cualquier llegada de pedigrí. Así, los Wolves tendrán que apañárselas con lo que tienen y tratar de que estos jugadores les lleven a pelear por los playoffs.
TEMPORADA PASADA
estrella
Karl-Anthony Towns debe ser el jugador sobre el que pivote el futuro de Minnesota en la siguiente década. Sin embargo, la sombra de la duda planea sobre el pívot de origen dominicano. Con unas condiciones de MVP, un talento sobrado se combina con buenas dosis de apatía en pista, malas decisiones en pista y una mejorable defensa (111,3 de ratio defensivo con él en pista, 109,8 sin él). Towns debe mejorar todas esas facetas, lo que haría de él un fijo en el All-Star y a Minnesota una franquicia que siempre optara a playoffs.
rookie más destacado
Jarrett Culver fue elegido en el número 6 por Phoenix Suns, pero traspasado inmediatamente a Minnesota en lo que fue la mayor alegría del verano para los norteños. Un escolta de 1,96 de buen nivel físico, con una gran inteligencia en defensa y ataque, donde ha mejorado mucho en manejo de balón y tiro. Puede aportar desde ya en todas esas facetas y, por qué no, ser la referencia exterior de unos Wolves que ya no deben esperar más a Wiggins.
coach (y estilo de juego)
Minnesota no fue un equipo que corriera demasiado (16.º en ritmo) ni que compartiera mucho el balón (290,5 pases por partido 19.º de la NBA), ya que mucho de su juego se basaba en isolations y posteos (10% de las jugadas), en las que se abusaba mucho del tiro de media distancia (17,2 por partido), en los que solo acertaban en un 39%. Curiosamente, la eficiencia del ataque no era tan mala (110,7, 13.º) si tenemos en cuenta que desde el aspecto táctico el equipo tiene un amplísimo margen de mejora, aspecto en el que deberá trabajar Saunders para poner todo el talento de sus jugadores al servicio de la causa común.
plantilla
plantilla_minnesota.jpg

situación salarial
Minnesota gasta 126 millones en su roster de este año, una cantidad enorme si tenemos en cuenta que es un equipo con escasas posibilidades de llegar a playoffs y el límite salarial está en 109 millones. Además, el año que viene tendrán que gastarse 106, lo que les deja escasa flexibilidad para reforzar un equipo que seguirá contando con los elevadísimos contratos de Dieng y Wiggins, dos de los contratos más tóxicos de la NBA. El nuevo general manager, Gersson Rosas, deberá hacer ingeniería financiera para mejorar el equipo y confiar en la proyección de Towns y Culver, que deben ser los próximos ejes de un equipo que necesita tomar un rumbo claro.
Wiggins (27 millones y medio esta temporada, acaba en 2023), Towns (27 millones, acaba en 2024) y Teague (19, acaba en 2020) son los contratos más elevados del equipo del norte de Estados Unidos. Sin embargo, a la plantilla le falta un retoque y un poco más de confianza para creer que pueden pelear por la postemporada en el durísimo Oeste.
predicción y objetivos
Tal y como se ha puesto la Conferencia Oeste es muy difícil pensar en unos Timberwolves en playoffs. La franquicia norteña norteña tendrá que pelear contra Spurs, Sacramento o Mavericks por las migajas que dejarán equipos de la clase media del Oeste, que probablemente estarán en la postemporada, como Blazers, Jazz o Nuggets. Saunders y Rosas deben ir construyendo un equipo al margen de los resultados e ir buscando los jugadores y estilo de juego más apropiados para el futuro del equipo.