James Harden se llevó el año pasado el trofeo al jugador más valioso de la temporada. El escolta californiano se impuso de forma merecida a LeBron James y Anthony Davis, que realizaron una temporada soberbia, pero no consiguieron llevar a su equipo todo lo alto posible en el marco de la temporada regular.
Sí lo logro La Barba, que consiguió capitanear a unos Rockets eufóricos hacia la primera plaza antes de comenzar las eliminatorias por el título, donde la baja de Chris Paul fue demasiado dura para intentar doblegar a los poderosos Warriors, que se llevaron la final de conferencia en el séptimo partido, disputado en Houston, antes de barrer a los Cavs en la Final.
Harden había hecho méritos de sobra (aunque la elección siempre es debatible ya que muchos hacen méritos suficientes) porque, al margen de ser el líder del mejor equipo de la temporada regular, alcanzó unos formidables promedios de 30’4 puntos, 5’4 rebotes, y 8’8 asistencias por partido, siendo el máximo exponente de los Houston Gunners, que torpedearon a sus rivales con un juego eléctrico, muy abierto, y con una cantidad de lanzamientos exteriores nunca visto hasta la fecha: batieron su propio récord histórico de triples anotados con 1256 (36’4% de acierto), lo que supone 15’3 aciertos por encuentro (o lo que es lo mismo, 45’9 puntos desde más allá de la línea). LeBron y La Ceja, pese a sus espectaculares registros, poco pudieron hacer ante semejante poderío colectivo, que se reflejó en la mejor marca de la temporada (65 victorias Vs 17 derrotas, un 79’3%).
Durante el período de agencia libre y traspasos ha habido varios movimientos que han alterado el panorama de cara a la próxima temporada, ya que varios son los cambios de equipo y conferencia, y estas nuevas situaciones podrían alterar el orden establecido, así como los aspirantes a hacerse el próximo curso con la corona de Harden, la que señala al Rey del año en la NBA, si bien la Barba espera poder reconquistarla.
A continuación analizaremos a los seis candidatos elegidos para representar a la Conferencia Oeste, cuyo potencial ha sido superior a la C.Este al menos durante la última década (siete anillos frente tres - los tres de Lebron -). Y precisamente El Rey ha acabado de decantar, si no reventar, la balanza entre conferencias, con su valiente decisión de cambiar Cleveland por LA.
Con él empezamos el análisis de los seis mayores candidatos, a priori, a luchar por llevarse el galardón a mejor jugador de la temporada 2018-19, por el lado Oeste de la NBA.
1. lebron james
La candidatura de LeBron viene de serie con la Liga. Si LeBron hubiera elegido jugar en el San Pablo Burgos la próxima temporada, seguiría siendo candidato a llevarse el trofeo Maurice Podoloff. El Monstruo es un competidor nato con una capacidad especial para liderar a un grupo, y para hacer creer a sus compañeros que pueden con todo, mientras él hace por él y por todos ellos dentro de la pista. Sólo tres jugadores en la historia han ganado más veces que James este premio (Kareem, Jordan y Russell), y de llevárselo este año empataría con los míticos Michael y Bill.
James ha dado un paso muy arriesgado cambiando de equipo, de ciudad y de conferencia, y sobre todo yendo a una franquicia absolutamente en construcción, por no decir desértica, donde no vale con hacer una reforma, sino que había que derruir la antigua estructura para construir un nuevo proyecto desde los cimientos. Únicamente seis nombres siguen en la lista de jugadores de la temporada pasada, y nueve son las caras nuevas que visitarán los vestuarios del Staples Center como locales, incluyendo cuatro rookies.
Los Crazy Lakers: además de los novatos, el listado de caras nuevas del equipo angelino lo forman, al margen de James, JaVal McGee, Lance Stephenson, Rajon Rondo, y Michael Beasley. Cuatro jugadores-personajes (en el sentido menos peyorativo del término) que tendrían el mismo peligro y reclamo dentro de una pista de baloncesto que en una casa llena de cámaras, pero cuya aportación es una incógnita para la temporada que se avecina, y que precisará de su mejor versión si quieren ayudar a Lebron a alcanzar cotas altas. Eso sí, no se van a aburrir los aficionados lakers durante los próximos meses.
Lebron afrontará su 16ª temporada en la Liga con 33 años (cumplirá los 34 el día antes de nochevieja), tras realizar en la pasada una de sus más completas temporadas estadísticamente hablando. Lebron fue el único top50 en anotación de la liga en disputar los 82 partidos de temporada regular, siendo uno de los únicos ocho en lograrlo en los últimos cinco años (los otros siete fueron Harden, KAT, IT, CP3, Wiggins, Lillard y Wall). Fijándonos solo en la anotación, la pasada fue la más prolífera de las últimas ocho (27’5ppp), y su quinta mejor marca en los quince años como profesional; lanzó más triples que nunca, con su tercer mejor porcentaje de siempre (36’7%) y anotó 10’5 lanzamientos de dos por encuentro, también su tercera máxima en total. Para redondear estos datos, no podemos obviar que fue su temporada más reboteadora (8’6) y con mayor número de asistencias (9’1 pp).
Así pues, no se vislumbra en King James un inminente declive, y lo único que preocupa es saber si logrará congeniar ese nuevo grupo en torno a su inmensa figura con el 23 en púrpura y oro. Para saberlo, conviene matizar que las otras cuatro altas de jugadores con experiencia en la Liga llegaron tras la suya, es decir, que cabe suponer que Magic contaría con el beneplácito de Lebron para firmar estas operaciones. Y esto, hace pensar también que Lebron, el jugador con mayor ascendencia sobre compañeros de la liga, habrá hablado largo y tendido con todos ellos, para convencerles de sus posibilidades individuales y colectivas. Hay que dar un voto de confianza a esta capacidad que como líder tiene LJ23 y que va más allá de las propias condiciones “sobrehumanas” que tiene como jugador.
Así pues, si James consigue que los veteranos Rondo, Beasley, Stephenson y McGee estén a un gran nivel, más la creciente aportación que deben tener jugadores de segundo año como Ball y Kuzma, y los de tercero (Caldwell-Pope e Ingram), podrían llegar a conformar una buena fórmula en búsqueda del éxito: veteranía, experiencia, talento, ambición y juventud. Seguro que si logran situarse entre los cinco primeros del Oeste tendrán ya un gran camino hecho, y James podría echar una mano al trofeo MVP, antes de coger las riendas de la carroza de cara los playoffs, donde tratará de que el sueño no se convierta en una pesadilla, ni la carroza californiana en una calabaza con manzanas podridas a bordo.
A favor: ser El Rey. El Elegido. La única persona capaz de discutir el trono del eterno MJ. / Su liderazgo y capacidad de hacer mejores a sus compañeros. / Su madurez mental acompañado de unas todavía portentosas cualidades físicas.
En contra: la incógnita de que resultan los Lakers a día de hoy. El salto de calidad debe ser muy grande para situar a Lebron entre los candidatos. / La competencia en el Oeste es mucho más fuerte que en su conferencia de toda la vida.
Ranking Solobasket: 1º del Top-10

Etiquetas
2. james harden
Poca presentación necesita este jugador, nacido en Los Ángeles hace 29 años y una semana, y que hace tres meses recibía el premio al Jugador Más Valioso de la pasada temporada, por primera vez en su carrera. Nueve temporadas lleva en la liga La Barba, las tres primeras en Oklahoma y las seis siguientes en Houston, como líder absoluto de una franquicia en pleno crecimiento.
Pese a los éxitos logrados por los Rockets, de los que ahora hablaremos, el equipo texano ha sido uno de los que más cambios ha sufrido en su plantilla durante este verano. Sólo los “multirenovados” Hawks han tenido más movimientos (22), pero Houston, como Lakers y Suns, han acometido 18 movimientos (9 salidas, 9 llegadas). Entre las ausencias más reseñables, destacan las de Ryan Anderson (PHX), Trevor Ariza (PHX), o Luc Mbah a Moute (LAC), y en las llegadas, destacan principalmente Michael Carter-Williams, Marquese Chriss, James Ennis, Brandon Knight… y Carmelo Anthony.
El ex de Denver, NY y OKC da el salto a Houston en la que será, como Lebron, la decimosexta temporada en la élite del baloncesto, tras protagonizar una de las novelas de fichajes más sonadas de esta ventana de traspasos con su fugaz paso por Atlanta, donde no llegó a vestir su camiseta (como estaba previsto en el trade que buscaban a tres bandas Oklahoma, Atlanta y Houston). Esta llegada puede suponer, si cuaja como esperan los protagonistas, la pieza que faltaba para completar uno de los big-three más tiradores que se recuerdan, con a Melo, Paul y La Barba: juntando a los tres la temporada pasada, y pese al rol “secundario” de Anthony con los Thunder, sumarían 22’6 intentos triples, anotando 8’4 por partido (36% de acierto).
stats_b3_houston.jpg

Harden se siente a gusto liderando este equipo, y acompañado por Chris Paul ha encontrado un apoyo de máxima fiabilidad en el perímetro. Además, cuenta con Clint Capela en la pintura, un jugador en total progresión y del que se espera aún mayor protagonismo y números en la temporada que nos llega. La Barba protagonizó su mejor curso anotador desde que debutó en 2009 en la liga, con 31’4 puntos por encuentro, 1’3 más que el año anterior. Lleva cuatro años aumentando sus registros progresivamente, y si sigue en esta línea, vuelve a convertirse sólo por estadísticas en uno de los principales candidatos a revalidar el trofeo de MVP.
Pero además de las estadísticas hay que contar, cómo no, con el factor “victorias”, es decir, el balance que presente el quipo. Houston logró el año pasado uno de sus mejores resultados en una regular season siendo el mejor equipo de la liga, con un balance de 65-17, superando a los Raptors en seis victorias y a los todopoderosos Warriors en siete (en la hora de la verdad, los de San Francisco volvieron a mostrar su tiranía en el Far West).
Ese revés estuvo muy condicionado por la ausencia de Chris Paul en los últimos partidos de la serie (llegaron al séptimo, jugado en Houston), y el sueño del equipo texano se vino abajo cuando más cerca parecían estar de la gloria. Este año, Harden y compañía querrán repetir el camino recorrido durante la temporada pasada, siendo los mejores de la temporada regular para situarse lo mejor posible de cara a unos apasionantes playoffs. Para entonces JH13 espera haber demostrado que siegue siendo el jugador más valioso, y optará a volver a lucir chaqueta de ganador, y barba de killer.
james_harden_mvp_marquee_.jpg

A favor: Su potencial ofensivo y capacidad anotadora. / Ser el líder de un equipo grande y con aspiraciones máximas. / Estar en un equipo ganador que normalmente logrará un buen balance de victorias-derrotas.
En contra: La presión de ser el último MVP; no es un aspirante cualquiera. / Va a ser compliado que los Rockets repitan posición en el Oeste por la competencia con los Warriors y la incógnita de Lakers, OKC, Spurs, Pelicans…
Ranking Solobasket: 2º del Top-10
3. anthony davis
Anthony Marshon Davis Jr. Nació en Chicaco el 11 de marzo del 93. Tiene tan solo 25 años, y sin embargo ya es una de las figuras más destacadas de la NBA y otro aspirante a ser el Rey de la Liga durante los próximos 10 años (junto a Embiid, Porzingis, KA Towns, Simmons y el resto de jóvenes que ya han pisado con fuerza en el panorama actual).
Realmente, La Ceja es una figura desde antes incluso de debutar con los Pelicans en la 2012-13, ya que su elección como número uno es una de las más claras de los últimos 15 años, y su rendimiento no está siendo inferior a su hype en estas seis primeras temporadas. En su año rookie ya cumplió con números importantes (13’5 puntos, 8’2 rebotes, 1’8 tapones), pero Dam Lillard le superó unánimemente en la elección del ROY con sus 19 puntos y 6’5 asistencias por encuentro.
Desde esa temporada en adelante no ha hecho más que crecer e impactar a la liga por sus tremendas condiciones físicas y técnicas. En su segunda temporada ya promedió casi 21 puntos y 10 rebotes por partido, cogiendo billete directo para la élite. Y luego los reconocimientos han ido cayendo de forma natural para un jugador de su empaque: fue incluido en el mejor quinteto de la liga y en el mejor defensivo en los años 2015, 2017 y 2018, siendo All Star obviamente en todos ellos. Además, carga en el zurrón algunas actuaciones portentosas que pueden perdurar como récord durante muchos años… si no los destroza él mismo: 50 puntos en el partido debut de la 16-17 (no sucedía desde Jordan en 1989), récord de anotación en un AS Game con los 52 ante su público en 2017, y una marca nunca vista hasta la fecha, frente a los Heat el año pasado, con más de 45 puntos, 15 rebotes, 5 tapones y 5 robos; descomunal.
davis_stats.jpg

Su crecimiento coincidió con una mejora de su entorno en Nola, con las llegadas y buen rendimiento de jugadores como Cousins, Jrue Holiday, Rondo o Mirotic, pero las aspiraciones de los Pelicans se vieron truncadas el año pasado con la lesión de su “hermano” DeMarcus, cuando Boogie se reompió el Aquiles y dijo adiós a la temporada, y quién sabe qué más. Aquella fatídica lesión en los últimos instantes del partido frente a los Rockets (26 de enero) cambió el curso de la historia para unos Pels que vieron cómo se desmoronaba una de sus dos torres gemelas, puntales de su ambiciosa edificación.
Aquel traspié acabó llevando a Cousins a firmar por los Warriors en busca de un anillo “fácil” con salario mínimo, tratando de encontrar su mejor versión que le vuelva a llevar a la élite (deportiva y económicamente hablando). De New Orleans también salió Rondo, tras una magnífica y sorprendente temporada, para recalar en los nuevos Lakers de Lebron, mientras que en Nola aterrizaron Elfrid Payton (PHX), Julius Randle (LAL), Troy Williams (NYK) y Jahlil Okafor (BKN); quién sabe si será suficiente hormigón para levantar la torre derruida con la lesión+salida de Boogie.
Para la 2018-19, los Pels podrían contar con un quinteto teóricamente de garantías formado por Payton, Holiday, Mirotic, Randle y Davis, con el cual aspiran a meterse en las plazas de honor del Oeste, siempre girando en torno a la inmensa figura de su estrella uniceja. Con él todo es posible, y el animalito anda buscando un reconocimiento individual que lo acabe de situar en el Olimpo, si no lo está ya, de las estrellas más brillantes del firmamento NBA. Davis quiere volar alto con sus pelícanos, y esta temporada podría dar un golpe sobre la mesa, gritando alto y claro: “Yo soy el futuro, pero el futuro empieza hoy”.
A favor: fuente inagotable de estadísticas, se le caen los puntos, rebotes y tapones. / Amplísimo catálogo de recursos: 1x1, juego al poste, balones por encima del aro, tiro fiable… / Líder absoluto de una franquicia que quiere ir a más; la marcha de Cousins lo deja como único referente.
En contra: La salida de Boogie debilita al equipo, que es una incógnita con las llegadas de Randle y Payton. / NOP parece lejos de Houston y Warriors, y habrá que ver si se acerca a OKC, Spurs o Lakers.
Ranking Solobasket: 3º del Top-10
4. russell westbrook
Estamos ante un jugador que es Historia viva de la NBA. El base nacido en Long Beach (California), es el único que ha sido capaz de promediar un triple-doble durante dos temporadas consecutivas en la NBA, tras igualar a Óscar Robertson el año anterior como único capaz de hacerlo durante una temporada completa. Russ dobló su apuesta y se quedó en solitario, apurando hasta el último partido de la temporada regular 17-18, en el que necesitaba capturar 16 rebotes. Cogió 20 y añadió 19 asistencias, para dejar su tarjeta en unos increíbles 25’4 puntos, 10’1 rebotes y 10’3 asistencias. Alguno podría decir que está en “declive”, ya que el año anterior alcanzó los 31’6+10’7+10’4… Una bestialidad lo que está haciendo el todoterreno californiano en las filas de los Thunder.
Westbrook lleva disputadas diez temporadas en la franquicia de Oklahoma, si bien cuando fue drafteado todavía no pertenecía a esa ciudad, sino que fueron los míticos Seattle Supersonics quienes lo escogieron en el número 4 de la lotería de 2008, una magnífica añada de donde también salieron Derrick Rose (nº1), Michael Beasley (2), Kevin Love (5), Eric Gordon o Brook López. Ese mismo verano los Sonics pasaron a mejor vida y nacieron los Oklahoma City Thunder, y allí se enfundó su primera camiseta profesional el bueno de Russell con el #0 a la espalda (RW0 es su nickname), uniéndose a la estrella del equipo, el número dos del año anterior, Kevin Durant (a los que se juntó 12 meses después un tal James Harden, vaya trío).
big_three_okc.jpg

Incluyendo su temporada debut, Russ nunca ha promediado menos de 15 puntos, 4’5 rebotes y 5 asistencias; es un jugador de otra pasta. Además, ha disputado al menos 80 partidos de la regular season en siete de las diez temporadas, haciendo pleno (82 partidos) en cuatro de ellas (no se perdió su primer partido hasta su cuarta temporada como profesional, lo que supone haber disputado al menos 246 partidos consecutivos en RS, llegando desde la universidad -UCLA-). Palabras mayores.
Pese a estar realizando ya unos completísimos promedios, el salto a la “superélite” lo dio en la temporada 2014-2015, en la que pasó de unos enormes 21’8+5’7+6’9 a unos superlativos 28’1 + 7’3 + 8’6 (¡+4’4 robos!): esta fue su consagración, resultando el máximo anotador de la liga, segundo mejor en recuperaciones, y cuarto como asistente. Fue también cuarto en la carrera por el MVP, que lograría finalmente por primera y única vez en el curso 2016-17. Antes fue también dos veces consecutivas MVP del partido de las estrellas, los años 2015 y 2016.
Con las salidas de Harden (2012-13) y de Durant (2016-17) Westbrook quedó como principal estrella de la franquicia de Oklahoma, a donde llegaron Paul George y Carmelo Anthony. Del primero podríamos decir que ha cumplido su rol de segunda espada, pero Melo no alcanzó el impacto esperado para conformar un big-three de suficiente categoría. Los Thunder llevan dos temporadas cayendo en primera ronda de playoffs (4-1 y 4-2 ante Houston y Utah, en lo que fue una de las sorpresas de la primera serie, con un desatado Donovan Mitchell), y casi clavando su balance de victorias/derrotas: 47-35 y 48-34. En la primera les valió para ser sextos en la CO y el curso pasado alcanzaron la cuarta posición, empatados con Jazz y Pelicans, a una victoria de Blazers (49-33) y con una más que Spurs y Wolves.
west_rs_17-18.jpg

Esta mejor posición en la clasificación final no tuvo sin embargo impacto en la carrera por el MVP, donde Westbrook quedó fuera del podio (Harden-Lebron-Davis), pese a volver a promediar el famoso triple-doble que un año antes sí le permitió alzarse con el mayor reconocimiento individual de la Liga. Suponemos que el impacto de la primera vez tuvo mucho que ver, además de que los promedios en sí fueron algo superiores.
Para esta próxima temporada que dará comienzo justo dentro de un mes (16 de octubre), OKC ha confeccionado varios movimientos en su plantilla, aunque sin demasiada relevancia, garantizando la continuidad del núcleo de la temporada pasada (Westbrook, George, Steve Adams, Felton, Abrines…) y dejando escapar a jugadores con roles bastante secundarios (a excepción de Carmelo). Las llegadas más importantes son las del base alemán Dennis Schroeder, que puede aportar mucho si tiene la cabecita en su sitio y congenia bien con Russ, y los jóvenes Timothé Luwawu (Sixers) y Abdel Nader (Celtics), además de tres novatos sin mucho renombre.
Con esta materia prima deberá pelear Oklahoma en el salvaje Oeste por las posiciones de prestigio, en un año que se antoja más complicado que nunca, y que requerirá de nuevo de la mejor versión de Mr. Triple-Doble para poder tocar techo y posicionarse bien de cara a unos “sangrientos” playoffs. Si Westbrook vuelve a estar en esos registros de extraterrestre y sus Thunder sorprenden con un top-4 en su conferencia, Russ volverá a optar al premio de Jugador Más Valioso,y querrá mostrar esa sonrisa pícara de ganador y su indumentaria de estrella del pop, además de super estrella de la Liga.
russ_look2.jpg

A favor: Su naturalidad para hacer estadísticas espectaculares. / Su capacidad atlética le hace poder rebotear al nivel de un gran pívot y su habilidad como base hace le ayuda a repartir asistencias. / Con Schroeder al lado podrá “descansar” más en la transición ofensiva.
En contra: Un equipo con ciertas dudas y con la incertidumbre de la aportación de PG13 y el propio Schroeder. / Ya ganó un MVP algo dudoso por el resultado global de su equipo, y no volverá a suceder si no le acompaña el balance de OKC.
Ranking Solobasket: 10º del Top-10
5 y 6. Kevin durant & Stephen curry
Nos tomamos la licencia de analizar a los últimos candidatos en formato tándem. Podrían ser los Batman & Robin de la NBA, aunque sería más justo considerarlos Batman y el Capitán América, por poner dos superhéroes de estatus y prestigio similar. La pareja de Warriors lleva exactamente dos temporadas juntos, y el resultado obviamente no ha podido ser mejor: dos anillos consecutivos.
kd-curry.jpg

Sin embargo, ninguno de ellos ha logrado llevarse el premio al mejor jugador de la temporada regular en estos dos años que han sido compañeros (fueron Westbrook y Harden), y hace ya tres cursos que Don Stephen se llevó su segundo trofeo consecutivo, justo los dos que siguieron al único galardón de KD, con los Thunder, en la 2013-14.
Individualmente podría decirse que desde que son compañeros, ambos han disminuido ligeramente sus estadísticas personales, pero es más que obvio que colectivamente, es decir, su bien común, han aumentado exponencialmente su potencial. La temporada anterior a juntarse en la bahía de San Francisco, los dos venían de cuajar una de sus mejores temporadas estadísticamente hablando: Step había establecido su tope anotador con 30’1 puntos por partido (pasando a 25’3 con Durant al lado), mientras que Kevin llegaba con su tercer mejor marca (28’2) para alcanzar los 25’1 en su primer año como warrior. Gotas en el mar si se analiza el contexto y el resultado final de la ecuación, con el primer anillo de KD en la NBA y el segundo para Curry. Luego repetirían la gesta para ampliar sus vitrinas con el re-peat ante Cleveland. Ambos cracks, por cierto, son de la quinta del 88; Steph hizo los 30 en marzo y Durant los hará en noviembre.
Los dos acumulan anillos, premios individuales, registros históricos y una merecida fama en el Universo Basket, si bien ambos tienen su lado hated: Curry siempre ha sido considerado por una parte de los aficionados a la NBA como un jugador mediáticamente sobrevalorado, y Durant, que venía ser un jugador modélico en OKC, cambió su aura angelical por los cuernos diabólicos con su polémico fichaje por los Warriors, siendo acusado de “ventajista” y “vendido” por unirse a un proyecto ya ganador en busca de su ansiado anillo. Además, su afable y dócil carácter mientras vestía la zamarra thunder sufrió una “agria” mutación cuando se instaló en Oakland, probablemente afectado por estas duras críticas recibidas desde entonces. Su número de expulsiones se multiplicó y la temporada pasada fue el jugador más sancionado de toda la Liga, con cinco expulsione y catorce técnicas. Hacía 17 años que un jugador no era “invitado a salir” tantas veces, y fue el bad boy Rasheed Wallace en la 2000-2001, siete veces enviado a los vestuarios.
Kevin Durant sendo ejetado pela quinta vez na temporada.pic.twitter.com/4ORHWK0kfb
— Mid Range Brasil (@MidRangeBR) 30 de marzo de 2018
La fama de odiado persigue también a Curry desde hace tiempo. Probablemente desde que empezara a ganar anillos, aunque su lenguaje corporal sobre la pista siempre le ha traído detractores. Es un jugador especial, con unas habilidades muy particulares y una expresividad muy difícil de dejar pasar, y eso suele convertirse en aquello de “o lo amas o lo odias”. Pero una cosa es cierta: eso solo sucede con jugadores que son muy buenos.
Pero carácter y fama a parte, lo que nadie puede discutir es que se trata de dos mega-estrellas, dos jugadorazos con unas condiciones especiales y muy espectaculares. De Durant destaca su capacidad para moverse sobre la pista con una velocidad, agilidad y precisión muy poco comunes para una persona de 2’11m, amén de una fiabilidad en el lanzamiento exterior también poco frecuente para su estatura. Es un jugador de los denominados modernos: grande, muy móvil, habilidoso y con buena mano (Porzingis, Embiid, Antetokounmpo…). Si Gasol era el “Jugador del S.XXI” para el añorado Andrés Montes, estos podrían ser los del Siglo XXII.
De Curry es más que conocida su principal marca como jugador, que no es otra que tener el mayor rango de tiro que se recuerda en la historia del baloncesto. No hay distancia imposible para Don Stephen, que ha obligado a las defensas a tener que adaptarse a esta situación, teniendo que ampliar su perímetro de acción para tratar de dificultar esos lanzamientos tan lejanos. De esta forma, podríamos decir que Curry ha contribuido de forma notoria a la evolución del baloncesto en esta última década, ya que, al haber creado escuela, y debido al auge del lanzamiento exterior (unida a las capacidades físicas de los jugadores de hoy en día), las principales organizaciones de las competiciones FIBA han comenzado a plantearse la posibilidad de ampliar las medidas de la pista. Otra medida muy debatida sobre su idoneidad es la de instaurar una nueva línea exterior para lanzamientos de cuatro puntos.
Volviendo a las posibilidades de estos dos jugadores en la carrera por el MVP, hay que analizar también la situación actual de su equipo, de cara a valorar las posibilidades (evidentes) de volver a ser uno de los principales candidatos (realmente el favorito) a ser el mejor equipo de la liga, tanto en la RS con en los Playoffs. Las novedades respecto a la pasada campaña son las salidas de JaVale McGee (LAL), Zaza Pachulia (DET), David West y Nick Young. Y las llegadas de DeMarcus Cousins (una de las bombas del verano), Danuel House (PHX), Jonas Jerebko (UTA), Damion Lee (ATL) y Alfonzo McKinnie (TOR), todos ellos con un previsible rol secundario en un equipo más que hecho. Habrá que ver si Boogie se recupera bien y alcanza, ya hacia finales de temporada, un nivel similar al que tuvo en Sacramento o Nueva Orleans. De ser así, y si Kerr hace funcionar bien las piezas en el nuevo engranaje, Golden State tiene ante sí una temporada para disfrutar, con el cuarto anillo en el horizonte y la consolidación de una dinastía mítica.
dfocvhww4aex2nd.jpg

Hay una cosa que juega en contra de esta dupla a la hora de optar por este premio, y es que ambos se restan “méritos” y votos el uno al otro. Haciendo un símil futbolístico, es como sucedió en 2010 con el Mundial que ganó España, y que teniendo a dos de los mejores futbolistas del Mundo (Xavi e Iniesta), dividieron a la opinión especializada y a los propios aficionados sobre quién merecía ganar el Balón de Oro. El uno por el otro, Messi se llevó el premio. Lo mismo puede suceder entre los dos cracks de la Bahía, y si uno no consigue destacar por encima del otro, sin que esto influya negativamente, tendrán más complicado conquistar el trofeo. Eso sí, si finalmente uno logra estar un punto por encima, y el equipo sigue en la línea de las últimas temporadas (y además logra superar a Houston en la fase regular), probablemente no haya quien se lo quite. Y sobre todo, el tercer anillo seguido e la pareja estará todavía más cerca.
A favor:
Durant: Ser un prodigio de condiciones en sí mismo: tira, corre, salta y juega de cine con un físico excepcional. / Su capacidad de ser más completo y polivalente le hace ganar puntos.
Curry: Tiene magia y chispa. Sus triples y rachas de tiro son espectaculares y le hacen “agrandar” su juego. / Mereció el MVP de las Finales y eso puede hacer que “le deban una”.
En contra:
Durant: Deberá controlar su carácter irascible para tener menos detractores. / Compartir protagonismo con Steph le resta posiblidades: si fuera líder único destrozaría las estadísticas.
Curry: Es menos completo que otros candidatos y su juego depende en grandísima medida de su lanzamiento exterior. / En ocasiones parece quedar en la sombra alargada de Durant, a quien realmente no necesitó antes para ganar y ser de los mejores. Pero deberá dar un paso adelante ante esa competencia de “fuego amigo”.
Ranking Solobasket:
Durant: 9º del Top-10
Curry: 8º del Top-10

TOP 10 SOLOBASKET:
1º- LEBRON JAMES
2º- JAMES HARDEN
3º- ANTHONY DAVIS
4º- KYRIE IRVING
5º- KAWHI LEONARD
6º- GIANNIS ANTETOKOUNMPO
7º- JOEL EMBIID
8º- STEPHEN CURRY
9º- KEVIN DURANT
10º- RUSSELL WESTBROOK