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Previa Chicago Bulls 22-23: a confirmar las buenas sensaciones de la temporada pasada

CONTEXTO

Tras unas mediocres campañas previas, en Chicago volvieron a florecer brotes verdes en la 21-22. Con un sorprendente fit de DeRozan, que realizó su mejor temporada a nivel individual, y con Zach Lavine como capo de la franquicia (ha renovado por 5 años y 215 millones), los de Illinois volvieron a disfrutar de una participación en Playoffs (cayeron 4-1 ante Milwaukee en primera ronda) tras terminar sextos en el competitivo Este, y después de un inicio fulgurante de temporada en la que llegaron a liderar la conferencia poco antes de Navidad. De las 31 victorias de 2021 pasaron a las 46 de 2022, por lo que parece evidente que la revolución de Karnisovas funcionó correctamente, y con estos pasos avanzados parten con la idea de seguir creciendo, aunque la lesión de Ball -sin fecha de regreso- que ya les perjudicó en la segunda mitad de temporada pasada, seguirá complicando el funcionamiento del equipo, particularmente necesitado en la dirección. Para ayudar a ello ha llegado Goran Dragic, que junto a Andre Drummond aportarán el punto necesario de experiencia que equilibre la parte joven del equipo. En realidad, junto a DeRozan, Lavine y Vucevic forman un núcleo duro bastante veterano que también necesitará rotar para mantenerse frescos y enteros hasta el final.

PLANTILLA 22-23


(1) Situación contractual: NG.- No garantizado. OJ.- Opción del jugador. OE.- Opción del equipo. (2) Entre paréntesis equipo del que procede. (N) --> Novato (3) R.- Agente libre restringido. (4) Entre paréntesis equipo al que se ha marchado. (N) --> Novato

  • SIGUEN:

  • Lonzo Ball, Tony Bradley, Alex Caruso, DeMar DeRozan, Ayo Dosunmu, Javonte Green, Derrick Jones Jr., Zach LaVine, Marko Simonovic, Nikola Vucevic, Coby White, Patrick Williams, Malcolm Hill.
  • ALTAS:

  • Kostas Antetokounmpo, Goran Dragic (BKN), Andre Drummond (BKN), Carlik Jones, Justin Lewis (N), Dalen Terry (N).

  • BAJAS:

  • Troy Brown (LAL), Tyler Cook, Matt Thomas, Tristan Thompson.

 

 

LA ESTRELLA: zach lavine

A sus 27 años y tras 4 exitosos años en Chicago, ya (casi) nadie considera a LaVine un jugador únicamente espectacular por sus vuelos sin motor y sus prodigiosos concursos de mates. Tampoco uno de los que suman “en vacío”, como algunas fases de su etapa en los Wolves. El jugador nacido en Renton (Washington) ha evolucionado y se ha convertido en uno de los mejores anotadores de la liga, un killer desde larga distancia y en la referencia del crecimiento de un equipo sumido en una profunda depresión hace muy poco tiempo. Salvo en su primer curso vestido de rojo (16’7 puntos) en los tres siguientes superó los 23’5, rozando del 40% en triples tirando casi 8 por encuentro. Su encaje con DeMare ha sido óptimo y ahora forman otra de las parejas más poderosas de la NBA. Está en su prime y quiere demostrar que sobre él puede recaer todo el peso y la presión de una franquicia legendaria huérfana de ídolos tras la salida de Su Majestad y la ya lejana explosión de Derrick Rose. Además, tras las molestias en la rodilla que le obligaron a pasar por el quirófano en mayo, se espera una óptima recuperación y por tanto un mejor estado de forma que durante el curso pasado. Si es así, LaVine y los Bulls pueden volver a volar.

JUGADORES A SEGUIR: demar derozan y goran dragic

DeRozan representa el encaje más óptimo y sorprendente de un jugador en los últimos años, especialmente inesperado por su veteranía y por no haber llegado donde él pretendía inicialmente, además de la incógnita que suponían unos Bulls realmente a la deriva. Pero DeRozan cayó de pie, conquistó a sus nuevos aficionados, y lideró gran parte de la temporada a su equipo con la mejor actuación que ha obtenido en una temporada individualmente hablando: 27’9 puntos (su mejor marca eran 27’3 en la 16-17, y la siguiente ya son 23’5 justo un año antes). Su salto de calidad ha sido más que significante, como muestra su 35’2% en triples, también mejorando de lejos sus registros anteriores. Este año, a sus 33, volverá a ser fundamental y soñará con repetir actuaciones como las de final y principio de año 21 y 22, protagonista absoluto en esas fechas por sus dos game-winners consecutivos: DeMar DeRozan Delivers, marca registrada.

Por otro lado nos fijamos en el veterano base esloveno. Sus mejores partidos ya han pasado y estamos ante un experimentado jugador (36 años y 14 temporadas) que el curso pasado demostró en los Nets que todavía puede ser importante, más aún por la ausencia de Lonzo Ball (fundamental en el buen inicio de Chicago). Dragic viene de disputar junto a Doncic un Europeo en fracasaron (eran favoritos a reeditar el oro), pero en el que Goran estuvo a un buen nivel, aunque ya siempre a la sombra del prodigio Luka. Será fundamental por la necesidad de un buen director de juego que tienen los de Billy Donovan y Dragic sabe aportar el ritmo necesario y anotar cuando sea conveniente. Mayores garantías que Dosunmo o Coby White, más inmaduros, fogosos e imprecisos que el Dragón.

 

EL OBJETIVO & LA CLAVE

El objetivo no puede ser otro que confirmar las sensaciones del año anterior, después de mucho tiempo paseando por la nada. Con un LaVine más en forma tras operarse la rodilla, y si Vucevic consigue recuperar su mejor nivel -la última temporada bajó de los 19’5 puntos por primera vez en los últimos 5 años, quedándose en 17’6-, estos Bulls tienen un Big-three de garantías para asomarse a los Playoffs y pelear con Hawks, Toronto o Cleveland por las últimas plazas de acceso a la postemproada, con la intención de mejorar su última participación, aunque esto ya sea algo más complicado teniendo en cuenta la competencia que tienen alrededor. 

Será fundamental saber qué sucede con Lonzo y cuándo (y en qué estado) pueden volver a contar con él. Su capacidad para dirigir y crear se antoja vital para estos Bulls con buenos ejecutores pero pocos manejadores óptimos.

 

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