José Alvarado nació en 1998 en un suburbio de Brooklyn, y se crió observando el esfuerzo de sus padres latinos (mexicanos-puertorriqueños), quienes le enseñaron el valor del trabajo duro y la constancia para perseguir los sueños. Su abuela, Diana Martínez, fallecida en 2016, fue su primera ídola. Con los años, tener cerca a sus ídolos sería algo común en su vida.
A sus 20 años, el actual jugador de la NBA se convirtió en padre de Nazanin y, con más miedos que certezas, tuvo que hacerle frente a lo que le tocó y conseguir el sustento económico para afrontar la situación y poder colaborar con la crianza de su hija.
El guión de su vida tuvo más de una sorpresa para él. Alvarado no iba a ser jugador de baloncesto, o por lo menos no era lo que tenía planeado. Un hecho cambió su vida para siempre: durante una jugada se lesionó el cuello y decidió dejar de jugar al fútbol americano. El básquet había llamado su atención antes de eso, y eligió incursionar y desarrollarse en ese deporte.
Los comienzos de José Alvarado en el baloncesto
Alvarado comenzó jugando para la escuela secundaria regional Christ the King en Middle Village, Queens, donde se destacó rápidamente. En su último año, registró un cuádruple-doble con 18 puntos, 10 rebotes, 10 asistencias y 10 robos, lo que lo posicionó como un recluta de cuatro estrellas. Entre varias opciones, se comprometió a jugar para Georgia Tech.
Dicen que su sacrificio defensivo, su hambre competitiva y su ética de trabajo formaban parte de él desde joven. Joe Arbitello, su entrenador y con quien consiguió tres títulos consecutivos de la Liga Católica de la ciudad, contó antes de su graduación que el base no se acobardaba ante nada, y que siempre se destacó con pensar primero en la asistencia.
La etapa universitaria de José Alvarado
Tras comprometerse con Georgia Tech, fue titular en los 25 partidos y promedió 12,1 puntos, 3,7 rebotes y 3,1 asistencias. Sin embargo, sufrió una lesión en el codo que le puso fin a la temporada en 2018. En su segundo año, tuvo un papel protagónico tras la marcha de la figura del equipo, Josh Okogie.
Ese paso al frente fue exitoso, registrando una media de 12,5 puntos, 3,9 rebotes y 3,4 asistencias por partido, liderando a su equipo en puntos, asistencias y robos. El año siguiente aumentó su puntuación con un promedio de 14,4 puntos, 3,4 rebotes, 4 asistencias y 2,2 robos por encuentro. Sentía que estaba listo para la NBA, pero los reclutadores no pensaron lo mismo.
Ningún equipo lo eligió en el Draft de la NBA 2021. La única franquicia que le dio una cuota de confianza fue New Orleans Pelicans, ofreciéndole un acuerdo a dos vías. Alvarado aprovechó la oportunidad, trabajó duro y demostró que podía ser titular en el equipo. Sin embargo, su realidad económica fue un gran obstáculo.
El presente de José Alvarado en la NBA
Los contratos a dos vías suelen ser bajos para que jugadores que se trasladan a otro Estado buscando una oportunidad en la liga. Sin un salario que les permita mantener a su familia, deben evitar multas y problemas que deriven en sanciones. Su primer contrato fue de 426.000 dólares por año.
El 25 de enero de 2022, José Alvarado tuvo un fuerte cruce con Joel Embiid en un partido contra Philadelphia Sixers. Tras la pelea, que derivó en una falta técnica para ambos, el pivot tuvo un gesto destacable: le pagó la multa de 2.000 dólares al jugador latino, destacando su esfuerzo, ese que le permitió ganarse un lugar en el equipo titular de los Pelicans.
Su crecimiento en la liga se dio gracias a ese coraje para jugar, siendo un defensor insoportable. En sus tres temporadas en la NBA promedió 6,1, 9 y 7,1 puntos, aunque su aporte intangible fue mucho más importante, y lo más asombroso es que recién tiene 23 años y puede seguir creciendo.
Ahora, se prepara para disputar los Juegos Olímpicos con Puerto Rico, después de lograr que su país clasifique a la gran cita después de 20 años. Llevará su coraje a París, ese que lo llevó desde su Brooklyn natal al estrellato.