Serbia perdía de 24 puntos cuando Pesic hizo esto…

 

En un enfrentamiento olímpico que será recordado por su dramatismo final. Serbia logró la mayor remontada en la historia del baloncesto olímpico al derrotar a Australia por 95-90 en la prórroga. El equipo balcánico, liderado por un inspirado Nikola Jokic, superó una desventaja de 24 puntos en el segundo cuarto para asegurar su lugar en las semifinales de los Juegos Olímpicos de París 2024.

El partido comenzó con un dominio aplastante por parte de Australia. Los Boomers salieron al campo con una energía arrolladora, anotando 19 de sus primeros 24 tiros en la primera mitad. Patty Mills y Josh Giddey se destacaron, con Mills acumulando 20 puntos antes del descanso. A los siete minutos del segundo cuarto, Australia ya lideraba por 24 puntos, con el marcador en 44-20. 

 

En medio de la debacle, el entrenador de Serbia, Svetislav Pesic, pidió un tiempo muerto que cambiaría el curso del partido. "Cada partido de eliminación comienza con una presión inmensa y, por primera vez, toda esa presión antes del partido nos sacudió", comentó el técnico después del partido. "No cometimos faltas, y no porque ellos fueran mucho mejores. Se necesita confianza para jugar la defensa".

Pesic, después del que será uno de los aleccionamientos más recordados de los Juegos Olímpicos, ajustó su quinto, colocando a Nikola Jokic y Nikola Milutinov juntos en la cancha, mientras Aleksa Avramovic asumía la tarea de frenar a Mills. Este cambio resultó ser crucial, ya que Serbia comenzó a recuperar terreno, reduciendo la desventaja a 12 puntos antes del descanso, dejando el marcador en 54-42.

En la segunda mitad, Serbia mostró una solidez impresionante a pesar de lo complicada que estaba la victoria. "Los jugadores mostraron orgullo y fortaleza mental. Prefiero controlar todo el partido, pero a veces es una gran lección remontar de esta manera", añadió Pesic. Liderados por Jokic, quien estuvo cerca de un triple-doble con 21 puntos, 14 rebotes y 8 asistencias, los serbios fueron cerrando la brecha.

 

Ognjen Dobric y Bogdan Bogdanovic anotaron tres triples consecutivos al inicio del tercer cuarto, reduciendo la diferencia y eventualmente tomando la delantera por 67-65 antes del último cuarto. La defensa de Avramovic fue clave, forzando errores en la ofensiva australiana y desatando los cánticos de "¡Srbija! ¡Srbija!" desde las gradas de Bercy.

A pesar de la remontada, el partido no estaba decidido. Con un segundo restante en el tiempo reglamentario, Patty Mills anotó un tiro difícil sobre Jokic para empatar el juego y llevarlo a tiempo extra, con el marcador en 82-82. En el tiempo adicional, Jokic tomó el control, anotando varios puntos cruciales y asegurando la victoria para Serbia. Su tiro característico, el Sombor Shuffle, puso el marcador en 93-90, sentenciando el partido.