El inicio del encuentro giró en torno al duelo Bassas-Abalde. La pegajosa marca del gallego no era suficiente para limitar la dirección de Ferrán. Earl Clark mantenía a los visitantes por delante a pesar de que el propio Abalde sumaba 5 puntos consecutivos (7-9). La Fonteta, más distante de lo habitual por el atracón de partidos en Europa, trasladó el frío al ataque de ambos equipos, erráticos en ambos lados de la pista. Dubljevic y Colom sujetaron la renta burgalesa con dos canastas en el último suspiro del primer cuarto (15-16).

Valencia Basket adelantó entonces las líneas en busca del balón. La propuesta parecía tener éxito; robo a robo, carrera a carrera, los de Ponsarnau voltearon el marcador (24-21). El reto provocó la irrupción de Bruno Fitipaldo, que castigó con 9 tantos en serie las limitaciones defensivas de Quino Colom. No fue suficiente, en parte porque el andorrano conectaba una y otra vez el ataque taronja. Labeyrie, Doornekamp y Marinković se subieron al ritmo de Colom (35-27).

El cuadro de Peñarroya no era capaz de materializar el dominio del rebote en fluidez ofensiva. Porcentajes a la baja en el perímetro, incluso en el tiro libre. Demasiadas facilidades para los locales, que volaron hacia el descanso a velocidad de crucero y sin desactivar el modo “ahorro de energía”. Doornekamp y Abalde establecieron la máxima renta del choque justo antes alcanzar el túnel de vestuarios (43-31).

En la reanudación, la diana de Thad McFadden sería un espejismo. Tobey y Labeyrie mostrarían el camino definitivo hacia la victoria. También desde más allá del arco (52-34). El acierto de ambos es una muestra más del espíritu coral de Valencia Basket; Mike sumó tres triples en tan solo 4 minutos. Los puntos de Vitor Benite (11) eran ya el único y frágil resorte foráneo para mantener con vida el partido. No hubo opción. La pegada de los anfitriones aplastó a San Pablo Burgos antes de entrar en el último periodo (71-45).

De ahí hasta el final, tiempo para que Guillem Vives retomará el pulso de la competición. El base debería ser clave en el doble enfrentamiento europeo de los valencianos la próxima semana. Incluso Brock Motum disfrutó de una nueva oportunidad, la enésima en lo que va de curso. No hubo espacio para la reacción castellana (95-66). El equipo de Jaume Ponsarnau se afianza entre los ocho primeros en el torneo doméstico. San Pablo Burgos deberá esperar una semana más para seguir soñando con el Playoff de la Liga Endesa.