Tras unos primeros instantes de tanteo e imprecisiones, el UCAM Murcia dejaba claro que iba a dejarse la piel ante su público para pasar la nochevieja en posición de playoff y de hecho iguala con esta victoria el récord del Andorra, octavo (7-7).
La intensidad de Ovie Soko y Sadiel Rojas, reconocido en la previa como el extranjero con más partidos en la historia del club con 139, castigaban el aro baskonista con varias acciones de bella factura. A los gasteiztarras le costaba correr y con un revolucionado Tornike Shengelia monopolizando la ofensiva no hallaba la inspiración que sí tuvo en el comienzo ante el CSKA. La salida a pista de Vincent Poirier y el formato dos torres tampoco daba los réditos que esperaba Martínez ante un conjunto muy pegajoso en pista. “Cine de autor”, diría alguno. El Murcia se nutría de continuaciones directas hacia el aro, bien con el receptor encarándolo o encontrando al compañero liberado, y no nunca permitía lanzamientos fáciles a su rival con lo que cerraba el primer acto con ligera ventaja (17-16).
El Baskonia personificaba aquello del quiero y no puedo. Un canastón desde la bombilla de Charlon Kloof cercenaba el amago de parcial y Lukovic, de tres, devolvía la ventaja. Illie Diop reaparecía tras su operación en su mano izquierda pero su falta de ritmo era evidente, como también lo es el buen estado de forma de su teórico suplente, el francés Poirier. Los minutos iban pasando y el partido se movía en guarismos bajos, con distancias cortas y favorables al Murcia. El esquema que Ibon Navarro había preparado, en resumidas cuentas. Los azulgranas daban las primeras muestras de desesperación encadenando varias acciones no demasiado sagaces y Clevin Hannah veía su momento. Dos triples consecutivos daban alas a la grada y ponían la máxima de +10 para los locales. Jannis Timma recortaba al descanso, pero el partido era del base con pasaporte de Senegal (38-32).
Sintomático era que tras el descanso Pedro Martínez devolviese a su quinteto de salida a Poirier por un Voigtmann lejos también de su mejor nivel. La jugada fructificaba y un triple de Marcelinho Huertas ponía a los suyos a 1, obligando a Navarro a parar el juego rápidamente. Reaccionaban los suyos, incapaces de dar su brazo a torcer debido a su espíritu espartano. Hannah seguía marcando el ritmo y Rojas sacaba del partido a Timma e incluso Marko Lukovic dejaba detalles de calidad en el aro rival. Por parte de los gasteiztarras, el capitán Shengelia aceptaba el reto y se multiplicaba haciendo jugar a sus compañeros. Los universitarios eran, sin embargo, los que se llevaban por arriba a los últimos 10 minutos, tras anotar 5 tiros libres consecutivos (56-53).
Lukovic se crecía con su segundo triple y Kloof le replicaba para otorgar una valiosa ventaja que aumentaría a 9 tras los libres anotados por el serbio. Huertas, veterano en varias guerras mundiales, no le perdía al pulso al partido en los instantes más duros y con 4 puntos consecutivos reenganchaba al Baskonia en el marcador. No obstante, su carcaterístico ritmo alegre y anotador brillaba por su ausencia, descaradamente anulado por el aguerrido juego de los universitarios, que ponían un preocupante +12 a falta 4 minutos. Nadie parecía dar el paso al frente necesario por los baskonistas y sí por el bando contrario. De forma coral, arropados por un público que en ningún momento dejó de creer en sus opciones.