Amedeo Della Valle (escolta; Fastweb Monferrato; 1.91; 1993) ha sorprendido a todos en la edición de este año del torneo internacional de selecciones U18 Vilagarcia Basket Cup. El escolta italiano, de aspecto desgarbado, ha sido la auténtica sensación en tierras gallegas. El máximo anotador del torneo, actualmente juega a nivel senior en la Lega Due italiana, donde forma parte del actual líder de la competición, el Fastweb Casale Monferrato. Allí ha tenido algunos minutos para foguearse como tercer escolta en la rotación de Marco Crespi. Además, participa regularmente con los equipos inferiores de dicho club y juega una liga regional para jóvenes, con lo que tiene minutos y continuidad para formarse.

Della Valle es un jugador rápido en sus decisiones, inteligente en el juego sin balón y en la lectura de las defensas contrarias; es el típico escolta anotador que no cesa de moverse en ataque, intentando dejar a su par enganchado en bloqueos indirectos para obtener posiciones cómodas de tiro. El jugador del Monferrato comenzó a sorprendernos en el primer partido, en el que Italia -que no era la favorita del torneo- derrotó a España, con una actuación de 22 puntos y 9 rebotes, en una serie de tiros de dos de 10 de 17. Con un físico de jugador hábil, intenso y escurridizo, se convierte en un auténtico quebradero de cabeza para las defensa rivales.

No se trata de un escolta potente -aunque sí atlético-, ni de un tirador letal, pero sabe aprovechar las debilidades del rival para sacar ventaja. Encuentra con facilidad el pasillo para la penetración, casi siempre hacia su derecha, atrayendo así a las ayudas. Rápido en el uno contra uno, es capaz de acabar en el aro o hacer una parada para lanzar a canasta. También sabe reconocer las posiciones de tiro cuando su defensor le flota mínimamente o pasa los bloqueos por detrás del jugador que pone la pantalla. Además, como vimos en el segundo partido ante Alemania, es capaz de castigar una defensa en zona anotando desde la línea de tres puntos.

Sin embargo, con su 1.91 de estatura, será quizás su carencia de más centímetros y el desarrollo de su complexión física, sobre todo en el tren superior, la que determine hasta dónde progresará Della Valle como jugador de baloncesto. Se antoja complicado que pueda llegar a competir en el puesto de escolta a un nivel de élite en Europa, en el que la presencia de jugadores o bien más altos o bien mucho más potentes en el puesto de dos pueden suponer una competencia inabordable para él.

Tal vez sea por ello que el seleccionador italiano, Stefano Bizzozi, ha hecho jugar a Della Valle como base en algunos momentos determinados de los encuentros. Se le ha visto cómodo subiendo el balón y haciendo jugar a su equipo, pues sus dotes de liderazgo sobre la pista también son destacables. No duda en hacer constantes indicaciones a sus compañeros o en pedir el balón cuando hay que tomar decisiones. También atrás, en defensa, se ha encargado de parar a los bases rivales con solvencia, aunque no sin ciertos problemas de lateralidad ante jugadores lógicamente más rápidos que él como el alemán Schröder, quien usaba bloqueos directos de sus compañeros continuamente para librarse de la marca de Della Valle.

La intensidad que imprime Della Valle a todas sus acciones le permite, sin embargo, emparejarse con cualquier jugador del equipo rival, incluso con jugadores más grandes que él cuando se producen cambios defensivos. Su constante actividad ocasiona que pueda robar balones y salir al contraataque con facilidad. Además, contribuye notablemente a aumentar sus estadísticas de rebote, acción del juego en la que participa continuamente.

Se trata, pues, de un anotador muy completo que ha hecho las delicias de Fontecarmoa. No en vano, el entendido público gallego lo despidió con una fuerte ovación en el segundo partido, cuando, a algo más de dos minutos del final, sus 21 puntos –con 5/8 canastas de tres- ya habían decidido el triunfo final de Italia en el torneo.

En este encuentro, ante Alemania, demostró también que si quien le defiende es más bajo que él, no duda en pedir el balón en el poste y jugar de espaldas al aro. Aunque aquí todavía tenga que mejorar la forma de finalizar estas jugadas si quiere seguir explotándolas. Incrementar su efectividad en el tiro con salto hacia atrás o afinar su capacidad de pase para encontrar al compañero libre cuando su par recibe ayudas defensivas serán clave para que Della Valle pueda seguir aprovechando los emparejamientos en los que tenga ventaja de centímetros.

Así pues, Amedeo Della Valle ha sido el jugador que más ha destacado en la Vilagarcia Basket Cup 2011, MVP y máximo anotador con 20.3 puntos por partido, además de 6.6 rebotes en cada uno de ellos. Habrá que seguir con atención la progresión de este dos nacido en 1993, que tendrá que definirse entre los puestos de base y escolta para encontrar su hueco en el baloncesto profesional.