LEB Volver a la Guía LEB 2006/2007

El año pasado el RICOH Manresa militaba en la ACB y, con Xavi García como entrenador, tuvo una primera vuelta desastrosa, con 4 victorias y 13 derrotas. Ahí, el equipo sufre una revolución, llega Oscar Quintana, y se invierte en la llegada de dos jugadores para ayudar al equipo. Llegan a Manresa Rodney White y Marton Bader. La dinámica cambia totalmente y el equipo va remontando, jornada a jornada. Pero (siempre hay un pero) la mala suerte se ceba en el equipo y, pese a una segunda vuelta con 8 victorias, en la liga ACB más igualada de la historia, llega al último partido de la temporada con todo por decidir. El futuro se decidirá en un Llanera Menorca – RICOH Manresa en que (aunque hay muchas combinaciones) prácticamente, el que pierda baja y el que gane se salva. Para acabar de consumar el desastre, después de ir gran parte del partido por delante, al final el Menorca gana y el Manresa baja a la LEB.

Como no puede ser menos en un equipo que cuenta en su palmares con una Liga ACB y una Copa del Rey, en el primer año de juego en la LEB el único objetivo es el ascenso.

El planteamiento de la directiva del RICOH Manresa después de consumarse el desastre era la continuidad, la continuidad de cuantos más integrantes mejor de la plantilla. Y el primero de todos el entrenador. El mismo día de la derrota en Menorca, Oscar Quintana ya encontraba una oferta de renovación para dirigir el proyecto para el ascenso que aceptó después de un par de semanas de vacaciones.

Empezaba la reconstrucción del equipo. Había 3 jugadores que acababan contrato y que siquiera recibieron oferta de renovación: Albert Oliver, Rodney White y Marton Bader. Luego había dos jugadores más a los que no se quería forzar a jugar en la LEB y se les perdonó la cláusula para que buscaran su mejor opción: Phil Ricci y Marko Maravic. El resto de la plantilla tenía contrato en vigor y se contaba con ellos para dirigir el ascenso.

Para completar la plantilla se fichó a Oscar González, Josh Asselin, Richar Scott y Ruben Burgos. También se recuperó a jugadores que estaban cedidos como Miquel Feliu y Facundo Venturini. Con eso estaba completa la plantilla y lo único que provocó más movimientos fue que, a pocos días para cerrar el plazo de fichajes el DKV Joventut aumento su oferta por Ferrán Laviña y este, después de una tensa negociación, dejó el club para jugar la ACB y la Euroleague en Badalona. Pese a la pérdida del capitán, la fuerte inyección económica que supuso esa venta, con el añadido de ahorrarse su importante sueldo, puede tener una buena lectura para el club manresano. Con esa pérdida toma mucha más importancia la figura de Rafa Martínez, que será la referencia del juego exterior. De todos modos, se consiguió incorporar a otro jugador para cubrir la baja de Ferrán: Rubén Quintana.

El último en llegar a Manresa ha sido Jesús Lázaro, uno de los jugadores que formaba el equipo que ganó la Liga ACB con el TDK Manresa, que ha llegado con un contrato temporal para cubrir las bajas de Quintana y Llull, pero que el club ya se plantea ofrecerle contrato para toda la temporada.

Oscar González: nacido en Madrid el 12 de Julio de 1977, ha llegado a Manresa desde el Real Madrid, donde ha militado en las dos últimas temporadas sin jugar prácticamente minutos. Es un extraordinario tirador de 3 puntos, muy fuerte y muy intenso, sobretodo en defensa. Es un gran director en el juego estático y prefiere asistir o tirar antes que penetrar. Es muy trabajador tanto en los partidos como en los entrenos.

Sergi Llull: es una de las grandes apuestas actuales del RICOH Manresa, el joven jugador menorquín es una promesa del baloncesto nacional. Con una gran intensidad y velocidad es bueno en defensa y en ataque. Tiene una gran habilidad en la penetración y el contraataque, tira bien de 3 puntos y tiene una gran potencia de salto, cosa que le permite realizar acciones muy espectaculares. Si sigue su evolución como se espera, podría revolucionar el juego del equipo en la temporada que tiene que significar la vuelta del equipo a la ACB.

Jesús Lázaro: no es nuevo en Manresa, conoce la ciudad, el pabellón, la afición… y todos le recuerdan a él. Formó parte del equipo manresano en dos momentos importantes de la historia del club, cuando ganó su Liga ACB y la Copa del Rey y, también, el año que consiguió volver a la máxima categoría del baloncesto español. Tiene 34 años y mide 185 cm y ha llegado, de momento, con un contrato temporal, desde Málaga, donde entrenaba con el vigente campeón de la ACB. Es muy rápido, dirige bien el equipo, tanto en estático como en contraataque, y es un gran pasador. Es un gran tirador de 3 puntos y también un gran penetrador. Destaca la recuperación de balones.

Rafa Martínez: este año tiene que ser su gran año, el año de su espegue. Liberado de la ardua tarea de dirigir el juego del equipo siendo el suplente de Oliver, orientará mucho más su juego hacia la anotación, tanto desde la línea de 3 como en la penetración. Llevará el brazalete de capitán del equipo después de la marcha de Laviña.

Rubén Quintana: actualmente está lesionado, tiene roto un dedo del pie y empezará la temporada de baja. Es un escolta muy talentoso que el año pasado en playoff se convirtió en una referencia ofensiva en un equipo como el CAI Zaragoza a pesar de llegar a mediados de la temporada regular. Con experiencia en LEB -Un año en Melilla, otro con Fuenla que acabó en ascenso y la temporada pasada-, cuando vuelva a las canchas se puede convertir en una de las sensaciones de la liga.

Facundo Venturini: llegó a Manresa con 18 años, después de haberse convertido en el jugador revelación de la liga argentina. Ha estado un año cedido y vuelve al equipo para ayudar en el juego exterior. Tiene un gran talento ofensivo y se espera que evolucione y madure disponiendo de minutos en la Liga LEB.

Diego Sánchez: segunda temporada en Manresa para un jugador de equipo. Este gijonés de 27 años ya consiguió un ascenso con el Tenerife hace tres años. Sus números la campaña pasada fueron 4,5 puntos y 2,1 rebotes por noche, pero su mejor activo pasa por ser una referencia defensiva que tape agujeros en los dos lados de la cancha.

Miquel Feliu: un producto de la cantera manresana. A sus 21 años regresa de su cesión a L’Hospitalet -primera toma de contacto con la LEB-, donde se convirtió en un hombre importante tanto en el vestuario como en la pista. Promedió 9 puntos y 3,8 rebotes haciendo gala de sus cualidades: dos metros, más de 100 kilos de peso y posibilidad de enfrentarse en la pintura a hombres grandes gracias a su pasado como pívot en categorías inferiores.

Richard Scott: es un 4 con mucha movilidad, destaca por su capacidad de correr en pista como un alero; muy peligroso desde el poste alto, sea tirando o penetrando. A pesar de su altura, juega muy bien de espaldas al aro y es capaz de defender hombres más grandes y pesados. La velocidad de sus pies le convierten en un jugador difícil de parar en el uno contra uno, además, es un excelente pasador desde el poste bajo.

Rubén Burgos: es un 4 con un gran físico. Su potencia física y su buena mano le convierten en una amenaza en el poste alto, desde donde puede penetrar o bien tirar desde media-larga distancia. Se posiciona muy bien para los rebotes, especialmente los ofensivos, y su destreza y potencia física le permiten capturarlos y aprovecharse de ello (puntos tras los ofensivos, contraataques tras los defensivos). En defensa es aguerrido, juega con intensidad, lo que le lleva a robar muchos balones.

Josh Asselin: es un pívot blanco de 2,11 metros que destaca en el rebote, tanto defensivo como ofensivo, y también en la intimidación debajo de los aros. Además, Asselin también tiene una buena capacidad anotadora. Conoce perfectamente la Liga LEB y ya ha sido jugador decisivo en esta competición.

Guillem Rubio: uno de los jugadores de la cantera manresana que apunta más alto. Jugó bastantes minutos la pasada temporada en ACB y se convirtió en un gran defensor e intimidador. Puede defender a pívots grandes. Ha desarrollado unos buenos movimientos en ataque y se espera que de minutos de calidad en el potente juego interior manresano para esta temporada.

Óscar Quintana (entrenador), llegó a Manresa para intentar salvar al equipo pero finalmente no consiguió el objetivo. Este entrenador, que estuvo en el banquillo del Fuenlabrada durante muchos años, consiguió sus mayores éxitos utilizando plantillas cortas sin casi rotaciones. Ahora se encuentra ante una situación similar a la que se le plateó en el CAI Zaragoza hace dos años: intentar ascender a un equipo que parte como favorito. Es una oportunidad inmejorable para redimirse de aquel fracaso.

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