CIUDAD DE HUELVA 86 CB TARRAGONA 76

CIUDAD HUELVA: Vickery (6), Alex Burgos (25), Rojas (4), Oscar Rodríguez (8), Stuckey (17) -cinco inicial-, Doblado (10), Morón (6), Panteliadis (8), Montaner (2) y Antonio Gómez (0).

TARRAGONA: Del Tío (12), Ángel Santana (2), Derrick Bryant (14), Lluis Martínez (6), Anthony Douglas (25) -cinco inicial-, Jaume Morales (2), Nacho Romero (2), Esteban Martínez (3), Coego (2), Farré (8) y Aranda (0).

Parciales: 22-17, 38-33 (16-16), 65-57 (27-24) y 86-76 (21-19).

Afrontaba el Ciudad de Huelva uno de esos partidos que más parece un ultimátum, una especie de final en negativo: derrota y virtual adiós a todas las posibilidades de escapar del play–off de descenso; victoria y el premio menor de seguir vivo en la pelea una jornada más. Pues bien, el Ciudad pasó con nota la siempre exigente prueba de jugar en el filo de la navaja, el siempre difícil test de desenvolverse bajo una presión extrema.

Los locales no sólo vencieron con comodidad, sino que superaron con creces lo exigido para recuperar el basket average. Un doble triunfo fundamentado en la enésima exhibición de Alex Burgos. El alero desatascó un partido que se le había puesto muy complicado a un equipo que volvió a demostrar que está empeñado en sobrevivir a toda ‘costa’. Todo lo contrario que Tarragona. Una escuadra pertrechada con un más que respetable arsenal, pero en el que las muñecas se encogen según avanza la temporada. Un pecado mortal para quien se halla en zona límite.

Con los dos equipos en el abismo, la calidad desapareció abrumada por el peso de los nervios y la presión. La fuerza se impuso al talento y la resultante fue un partido intenso, trabado y poco vistoso (47 faltas personales señaladas). Los dos primeros cuartos fueron un monumento a la imprecisión. Tarragona tardó dos minutos en anotar su primera canasta y Ciudad de Huelva algo más de tres. Atenazados por la responsabilidad, los jugadores rivalizaban en despropósitos con la notable excepción del base visitante Del Tío. Suyos fueron los primeros compases (4–7), hasta que un parcial 9–0 entregó el mando a los onubenses.

Una inversión fundamentada en el buen trabajo defensivo en el perímetro, labor que la salida de Panteliadis contribuyó a reforzar. Sin jugar a buen nivel, el base griego, en su presentación en el Palacio, ofreció buenas sensaciones, además de un puñado de puntos. En medio del desacierto de los visitantes, los locales alcanzaron el descanso con los deberes hechos (38–33). Todo cambió en la continuación. Un inicio desquiciante de Vickery, los problemas de siempre en el rebote y la omnipotencia de Douglas bajo tableros (25 puntos y 9 rebotes) permitieron a Tarragona voltear el partido (46–47) y sembrar la incertidumbre.

Parecía que en un partido espeso como pocos el músculo de Douglas ganaría la batalla, más con Stuckey fuera de combate por las personales, hasta que apareció Alex Burgos (25 puntos, 6 triples y 7 faltas recibidas) para desatascar al Ciudad. Tres supercanastas del alero a caballo entre el final del tercer cuarto y el inicio del último devolvieron la ventaja a los onubenses y la tranquilidad a la grada (68-57). De ahí al final, ejercicio de impotencia de Tarragona y un Ciudad de Huelva que supo administrar las rentas para sobrevivir una jornada más a su destino.

LA CLAVE: Los tres triples consecutivos anotados por Alex Burgos entre el final del tercer cuarto y el inicio del ultimo acabaron con la resistencia de un Tarragona muy frágil de moral. En un abrir y cerrar de ojos el marcador pasó de un comprometido 57-54 a un clarificador 68-57.

LA FIGURA: Anotación (25 puntos con 6/8 triples), defensa (6 rebotes y 3 recuperaciones), juego de equipo (3 asistencias) y demoledor en el ‘uno x uno’ (7 faltas recibidas), Alex Burgos completó una actuación de fábula y dejó caer todo el peso de su juego en los momentos decisivos.