TENERIFE 90 CIUDAD DE HUELVA 88
TENERIFE: David Gil (19), Iván Rodríguez (14), Yánez (12), Hamilton (9), Savane (11) cinco inicial-, Ovelleiro (0), Santi Toledo (10), Reynes (11), Diego Sánchez (2), Saboteé (0) y Kenny Miller (2).
HUELVA: Vickery (25), Alex Burgos (6), Rojas (6), Oscar Rodríguez (8), Stuckey (18) cinco inicial-, Antonio Gómez (2), Morón (11), Montaner (0), Doblado (7) y Panteliadis (5).
Parciales: 25-20, 46-38 (21-18), 69-64 (23-26) y 90-88 (21-24).
Tenerife aprovechó las derrotas de sus más inmediatos perseguidores para afianzarse en el liderato de la Liga LEB. Lo hizo a costa de un buen Ciudad de Huelva, que a punto estuvo de castigar la desidia del líder. El cinco de Paco García jugó con una marcha de menos y decidió abdicar desde el principio de su mejor arma, la defensa, y aceptar el cara a cara con el poderoso ataque del Ciudad. Sobrevivió a su prepotencia a duras penas.
El presente venció a la historia. Los onubenses no pudieron reeditar éxitos pasados (cuatro victorias en sus cinco anteriores visitas a las Islas) y cayeron en un partido acordeón en el que sólo tuvieron opciones de triunfo (nunca estuvieron por delante en el luminoso) en un rocambolesco final.
Tenerife salió en tromba con cinco puntos consecutivos de Yánez, pero los visitantes respondieron de inmediato (canasta de Stuckey y triple de Vickery), dejando establecido el patrón del partido. Iniciativa canaria, marcador comprimido y los ataques muy por encima de las defensas. El Ciudad aguantó bien la embestida hasta las postrimerías del primer periodo (1818), hasta que apareció David Gil. El base malagueño se convirtió en el dueño del partido y propició el primer aviso serio de los insulares (2518).
Bajo la batuta de Gil, Tenerife utilizó el arranque del segundo acto para romper el choque (3320). La escuadra de Costa estaba contra las cuerdas, pero el cinco local se regodeó demasiado en su ventaja y bajó el pistón, circunstancia aprovechada por Oscar Rodríguez y Antonio Morón para mantener vivo a su equipo al descanso (4638).
La pájara de los insulares se extendió a los primeros minutos de la reanudación. Tres jugadas seguidas de Vickery (máximo anotador del duelo con 25 puntos y 5 triples) acercaron a un Ciudad de Huelva (5047) que paulatinamente fue ganando en confianza. Tenerife hacía el acordeón (5850, 6159), si bien el luminoso siempre sonreía a los canarios. Un triple de Iván Rodríguez concedió un nuevo respiro (6964).
La historia parecía querer repetirse en el último cuarto, hasta el punto de que todo parecía visto para sentencia a 17 segundos del final (8881). Pero ahí llegó la locura. Vickery buscó el triple y fue objeto de falta. Las protestas del banco canario le costaron la pertinente técnica y en el carrusel de tiros libres el Ciudad revivió (8888). Tenerife disponía de 12 segundos para ejecutar un último ataque que interrumpió Vickery con una personal, que David Gil aprovechó para evitar la sorpresa.
LA CLAVE: La relajación siempre es mal compañera. Tenerife domino siempre el partido pero fue incapaz de romperlo y a punto estuvo de pagarlo con la derrota. La falta de intensidad defensiva de los canarios (el Ciudad le endosó a la mejor defensa de la liga 88 puntos) permitió que hubiera partido.
LA FIGURA: Amo y señor del juego, David Gil rescató al Tenerife del atolladero en que se había metido. A dos segundos del final, anotó con una seguridad insultante los dos tiros libres que le dieron la victoria a su equipo, además de ejecutar una serie de lanzamientos perfecta (19 puntos con 5/5 tiros de campo incluidos 3 triples).