El prestigioso técnico de fútbol americano, Vince Lombardi, aseguró en una ocasión que: “El éxito exige lealtad al objetivo”. Esta breve afirmación parece haber sido grabada a fuego en el corazón de nuestro protagonista, Mohamed Tangara. El nuevo fichaje de Araberri Aurtenche Maquinaria, tras superar mil obstáculos en su carrera profesional tratará de guiar al conjunto vitoriano a la Adecco Plata y a su país en la Copa África.

Nacido en Bamako (Mali) un 11 de agosto de 1984, su nombre comenzó a estar de moda entre los ojeadores de la NBA en el año 2000. Con el inicio del nuevo milenio, Tangara dejó atrás su casa, su familia y amigos para emprender su aventura en USA. Sin saber inglés se presentó en Druham (Carolina del Norte) para estudiar en el prestigioso Mt. Zion Christian Academy. El mismo High School en el que triunfaron jugadores de la talla de Tracy McGrady, Brandon Rush, Amare Stoudamire o, el ex Manresa y Bilbao Basket, Rodney White.

Sus grandes actuaciones en el MZCA, permitieron a Tangara, además de disputar el “Adidas-EA Sport Superstar Weekend” del 2004 junto a jugadores de la talla de Dwight Howard, Robert Kurtz, Sean Singletary…entre otros, recibir una importante beca de la prestigiosa Universidad de Arizona.

 La primera piedra en el camino

Sus tres primeros años en Tucson, ciudad en la que se encuentra el Campus de la Universidad de Arizona, no fueron nada sencillos ya que, tal y como el propio Tangara relata: “no contaba con los minutos que cualquier jugador necesita para coger confianza y poder desarrollar todo su potencial. La confianza quizá sea la principal diferencia entre los elegidos y los que no lo son”.

Pero, lo peor de su etapa universitaria, estaba por llegar. En el último año del internacinal malí con los Wildcats, su entrenador, Lute Olson, le aseguró que sería el pívot titular. Tangara tenía ante sí la oportunidad de su vida. Sin embargo, en un entrenamiento de pretemporada, un codazo en la cabeza le apartó del sueño de la NBA. “Yo iba a hacer una bandeja, cuando Jordan Hill (actualmente en los Houston Rockets) fue a hacerme un tapón con tan mala suerte que golpeó con su codo en la cabeza” añade el ex jugador del Ventanas Arsan Estela, quien lamenta que, “después del golpe probé con los varias franquicias de la NBA, de hecho, los Bucks me invitaron a disputar una liga de verano con ellos. Pero no se arriesgaron a ofrecerme un contrato porque una lesión tan grave es una losa demasiado pesada para cualquier franquicia. No quieren riesgos”.

No era tanto el dolor físico, como el moral. En esa situación, cualquier jugador hubiese bajado los brazos y se hubiese rendido. Pero no él no. “Fue un año muy duro, no pude jugar y tampoco sabía si podría volver a jugar…Finalmente y después de mucho trabajo, los doctores y la NCAA me permitieron volver a jugar” nos comenta un Tangara que completó su periplo universitario en la NCAA II, en la Universidad de Chaminade.

Tangara con la Universidad de Chaminade:

Una vez finalizado su ciclo universitario, cumplió una exitosa temporada en la liga de Marruecos con el Fath, que le sirvió para ser seleccionado para jugar el torneo de clasificación para la “Copa África” convirtiéndose en el referente de su equipo junto al ex CB Murcia, Amara Sy. Fue ese momento en el que la aventura española de Tangara comenzó: “el seleccionador, Alkaye Toure, me dijo que, si quería ir al torneo necesitaba jugar en Europa y me puse a trabajar por encontrar equipo en España” nos apunta el rocoso pívot.

La búsqueda comenzó un poco tarde para conseguir equipo en Oro o en Plata porque, para esas fechas, las plantillas estaban cerradas. Recaló en la liga EBA, pero con un cláusula de salida a una categoría superior. En pocos partidos con el Ventanas Arsán Estela, el pívot de 2.08 metros demostró estar más que preparado para jugar a un nivel más alto. Hasta que en el mes de Enero, surgió la oferta de Libia: “Hubo alguna negociación con equipos de Adecco Plata, pero no llegó a concretarse nada, así que me decanté por una oferta que llegó desde Libia”

 Las 24 horas más largas de mi vida

“Cuando todo comenzó, nos encontrábamos en Zwara, una pequeña ciudad situada a una hora de la frontera con Túnez y a otra hora de Trípoli en coche” comenta el nuevo jugador del Araberri Aurteneche Maquinaria, mientras añade que. “Nos quedamos en esta ciudad pensando que camino debíamos tomar porque en la calle no había ningún policía para mantener el orden, solo civiles tratando de proteger sus intereses”.

Y es que la situación era muy difícil ya que: “Ir al aeropuerto de Trípoli iba a ser muy complicado porque estábamos seguros de que habría alguna revuelta, en cambio si huíamos hacía Túnez por carretera, la situación iba a ser también bastante peligrosa” señala el pívot Malí con el susto en el cuerpo por la situación vivida: “Fue una situación especialmente complicada para la gente de raza negra como nosotros, pues la población local piensa que el presidente contrató soldados de color para atacar a todas aquellas personas que participen en las manifestaciones con Gadafi”.

La situación en la zona era cada vez más angustiosa. Los protagonistas de la historia sabían que no podían seguir en esa situación por mucho tiempo, así que decidieron actuar. Con la ayuda de Bacem Faleh, futbolista tunecino, decidieron partir hacia dicho país: “En el viaje no estábamos teniendo ningún tipo de problema, pero cuando todo parecía que iba a finalizar, a solo unos pocos de kilometros de la frontera, unos soldados armados con varias pistolas nos robaron los teléfonos. Sus miradas eran muy intimidantes, les vimos capaces de cometer cualquier locura. Lo pasamos realmente mal” relata el pívot.

Afortunadamente para Tangara, Williams, Maguette y Faleh, los soldados les permitieron continuar y llegar a su destino: “El gobierno de Túnez fue muy amable con nosotros, nos permitió cruzar la frontera sin problemas y nos han dado alimentos y agua. También nos puso facilidades para cambiar nuestro dinero, ya que era dinero de Libia y, lógicamente, no valía” comenta un Tangara que añade: “El paso por Libia, me ha convertido en una persona todavía más fuerte”.

Y, aunque el tema de Libia será algo que no olvide en su vida, el ex jugador de Arizona nos señala que: “Eso ya forma parte del pasado, ahora estoy en Vitoria y mi objetivo es conseguir el ascenso con Araberri”.