CIUDAD HUELVA 77 BILBAO BASKET 71

HUELVA: Sergio Sánchez (15), Isaac López (14), Kortaberría (2), John Williams (17), Legasa (10) -cinco inicial-, Montaner (0), Morón (6), Cipruss (2), Boccia (8) y Julián López (3).

BILBAO: Salgado (13), Juanma Rodríguez (0), Brian Howard (10), Sallier (5), Hamilton (6) -cinco inicial-, Jorge García (3), Maluenda (18), Uriz (5) y Lucho Fernández (11).

Parciales: 22-10, 31-29 (9-19), 51-49 (20-20) y 77-71 (26-22).

Habrá quinto partido. Para escarmiento de incrédulos, la escalada del Ciudad de Huelva no conoce límites. Dos días después de humillar al Bilbao Basket, los onubenses volvieron a tumbar al campeón de la regular. La victoria en el cuarto capítulo de la serie tuvo aún más valor. Porque los de Vidorreta, lejos de tirar la toalla para conservar fuerzas, como hicieron en el tercer choque, se emplearon a fondo en la pelea, utilizando todos sus recursos, estirando su baloncesto al máximo. No fue suficiente para doblegar a un equipo indomable. De gesta en gesta, los hombres de Joaquim Costa están empeñados en hacer historia.

Porque por encima de la innegable ascendencia del técnico catalán sobre el grupo, el de ayer fue un triunfo de los jugadores. De uno en especial. Isaac López y Sergio Sánchez aparte, el encuentro de ayer fue una reivindicación en toda regla de John Williams y de quienes avalaron su fichaje. ‘El Gordo’ completó una actuación monumental, brillando en las estadísticas (17 puntos con un 75% en el tiro, 4 rebotes y 4 asistencias en 33 minutos) y sobresaliendo en la lectura del juego. Da igual que el físico le haya abandonado desde hace años. Su entendimiento es un valor supremo en un deporte que prima como pocos la inteligencia.

Necesitado de un revulsivo tras la debacle del viernes, Vidorreta aparcó a Uriz en el banquillo y situó de salida a Juanma Rodríguez, anunciando la intención de llevar más que nunca el partido al terreno de la defensa. Pero los onubenses han aprendido con Costa a manejarse en las trincheras y, salvo Cipruss, no se achican nunca en el cuerpo a cuerpo.

Arrancó Bilbao dispuesto a mandar desde el principio, pero Ciudad de Huelva dio un paso adelante.Seis puntos de Legasa y cinco de Williams obligaron a Vidorreta a parar el partido, antes de que el primer triple de Isaac López abriera brecha (14–5, min. 6). Sólo la segunda falta de Sergio Sánchez y las dificultades en el ataque contra zona, entraban en el apartado de las malas noticias.

El partido era frenético, el ritmo intenso y el desgaste, ley (17 jugadores entre ambos equipos en el primer periodo).Salgado no existía y la presión a toda pista del Ciudad precipitaba la ofensiva vasca. Un tapón de Cipruss lo prolongó Isaac López con una contra que daba a los locales su máxima renta (22–9, min. 9).

La llegada del segundo acto propició el cambio de la marea. Un parcial 0–7 en contra obligó a Costa a pedir su primer tiempo muerto (22–17, min. 12). La defensa mixta ‘cuatro y uno’ de Bilbao, con Uriz sobre Isaac López, creaba uno y mil problemas. Los tiros no entraban, con Kortaberría como cumbre del desacierto, y la opción de colocar dos bases en pista no funcionó. Sólo John Williams evitaba que los de Costa se retiraran a vestuarios rezagados (31–29).

Nada más reanudarse el juego, Howard llevó el empate al luminoso, si bien, Legasa y tres triples consecutivos entre Isaac López ySergio Sánchez volvieron a colocar el choque en el punto de ruptura (44–33, min. 24). La ley del 6.25 (10/21 los locales por 6/19 los visitantes) volvió a imperar.

El momento exigía cabeza, parar, pensar y jugar, pero Ciudad de Huelva se deslizó por la vía de la precipitación. Querer ganar antes de tiempo costó a los onubenses un disgusto, que hubiera sido mayor de no mediar un chaparrón de triples (cinco supercanastas en el tercer cuarto), aun así, la recuperación de Salgado y la muñeca de Maluenda dejaron todo pendiente del último acto (51–49).

Parecía que al final la lógica prevalecería y, como en la mayoría de las ocasiones, el pez grande devoraría al chico. Pero esta vez, no fue así, fundamentalmente por la presencia de John Williams. El californiano reclamó el protagonismo y todo el juego del Ciudad comenzó a orbitar en torno a su voluminosa figura.

Convertido en un segundo base, ‘El Gordo’ abrió el tramo decisivo con tres espectaculares asistencias con Boccia, clave en los minutos finales, como beneficiario. Un mate a raza de Isaac López devolvió a Bilbao al abismo (59–51, min. 32) y el tercer triple de Williams acercó aún más el triunfo (64–56, min. 36).

Fue el momento de Sergio Sánchez. Apuró el tiempo al límite con Uriz pegado como una lapa, arrancó para frenar en seco y clavar la suspensión (68–59. min. 38). Era la canasta del partido.

Maluenda y sus triples alimentaron la incertidumbre (68–64, min. 39), pero Williams y Sánchez remataron desde la personal desatando la euforia en las gradas. ¿Quién no sueña ahora con una nueva gesta en La Casilla?