Los conjuntos que disputaban hoy este partido en el Basket Hall Kazan venían de rachas muy diferentes en la presente Euroliga: mientras que Baskonia partía como quinto en la clasificación, Unics ocupada la última. Los rusos, con su público enfrente, buscaban salir de su bache.

 Con todo esto, el encuentro comenzaba con un equipo vitoriano algo mejor que su rival, logrando liderar el marcador en los primeros compases: 6-11, rubricado con un triple de Hanga. Se circulaba bien y la defensa era intensa. Sin embargo, con gran rapidez, los rusos se metían en partido y de la mano de un Quino Colom (que anotó 7 puntos casi consecutivos) y las canastas puntuales de Langford, lograban devolver el parcial e irse con una diferencia de siete puntos: 18-11, a falta de 4 minutos.

 La defensa vitoriana, que había comenzado bien y después se había dejado superar con gran facilidad, volvía a activarse. Y gracias a un 2-11 de parcial, que venía de la mano de un Diop muy activo, se lograba terminar el período con un 20-22. Unos momentos algo extraños, en los que ningún contendiente lograba hacerse con los mandos del todo.

Tras esto, los segundos diez minutos dieron comienzo con un Baskonia que salía como un tiro. En tres minutos Luz era capaz de meter un triple, Larkin recibía una antideportiva de Orlando Johnson y Budinger acertaba dos veces desde el 6,75. El resultado: parcial de 2-13 y una máxima diferencia de trece: 22-35. Esto, evidentemente, llevó a Pashutin a pedir un tiempo muerto. Y no era para menos, pues sus pupilos se habían dejado robar demasiados balones en ataque y no eran capaces de funcionar atrás.

 Sin embargo, la bronca del técnico ruso debió servir para algo, porque acto seguido Unics se puso a la altura de los visitantes y fue capaz de anotar un 7-0, gracias a la dirección de Stoll (29-35). Sito trató de pararlo con un tiempo muerto y, aunque sus pupilos lograban mantenerse por encima en el marcador y controlar prácticamente todos los apartados del juego, no era suficiente para conservar su buena rentaLangford, a base de sacar faltas, era capaz de dejar un 40-43 al final del cuarto.

youtube://v/qZgvlcN3pyk

 Tras el pase por los vestuarios, Baskonia, que, aunque no dominara con claridad sí lo había hecho en sensaciones (38-52 en la valoración en el descanso, a pesar de descuidar las pérdidas: 9), empezó a bajar el nivelUnics conseguía colocarse por encima en menos de tres minutos, gracias a una canasta de Parakhouski (48-47). De forma inversamente proporcional, un ataque comenzaba a funcionar y el otro a dejar de hacerlo. Una antideportiva inexistente de Larkin sobre Johnson no mejoraba las cosas (52-49).

 No obstante, ya no hubo rentas altas entre una escuadra y otra, manteniéndose un marcador ajustado hasta el final. Gracias a la intensidad de Toko y Hanga y a los puntos de Larkin (14 en ese momento), los alaveses volvían a colocarse por encima58-59. Desde este momento hasta el último período hubo un largo intercambio de tiros libres, producto del bonus, que acabaría dejando el electrónico en tablas: 67-67. Estos momentos fueron aquellos en los que hubo más anotación, terminando el parcial 27-24.

 En general, fue un partido con buena anotación, pero un poco extraño. Sin dar la sensación de que alguna de las plantillas jugara mal en ningún ámbito (sobre todo Baskonia, que dominó el apartado reboteador y de recuperaciones durante todo el encuentro), los puntos llegaban en muchas ocasiones. Y ejemplo de esto fueron los diez minutos decisivos, en los cuales Langford no estuvo mal defendido, pero era capaz de anotar de todas las maneras (el americano acabó con 28 tantos).

 Junto a él, un Colom enchufadísimo lideraba un parcial a favor que daba muchas opciones a su equipo de afrontar el final con mejores opciones: 83-77, a raíz de un triple del andorrano y con 3:22 por jugarse. Pero Shane Larkin y Tornike Shengelia, los mejores baskonistas del encuentro, no querían dejar escapar la victoria. Con el base desde el tiro y el georgiano desde dentro (sabiendo cuándo penetrar y estando muy acertado en el tiro libre: 10/11), el resultado se puso en un puño, dejando las cosas en 88-87 con 1:22 para terminar.

 El último lapso de tiempo fue un cúmulo de acciones que encogían el corazón a cada segundo y que seguramente causaron algún infarto. Tras un campo atrás local y varios fallos de ambos contrincantes, Baskonia se plantaba con la posesión final en sus manos. Larkin tomaba la responsabilidad y, en una jugada de 1×1 con ventaja sobre Parakhouskilograba enchufar un triplazo que colocaba a los suyos 88-90 a falta de 6.8 segundos. Tras un tiempo muerto de Pashutin, un error defensivo del conjunto de Sito Alonso permitía lanzar solo a Langford desde el 6,75, y este hacía que el balón besara la red en una bonita y rápida suspensión: 91-90 y la grada rugiendo.

 No obstante, esa misma rapidez sería su perdición, porque en la jugada posterior su rival tendría 4,9 segundos. Tiempo para que Shengelia lograra recibir la bola, girar y botar hacia dentro con fuerza. Los árbitros, de este modo, pitaron falta de los rusos, y con el bonus, el georgiano dispuso de dos tiros libres. Estaba en racha desde esa distancia, y logró que entraran los dos, colocando el 91-92 que sería definitivo. Ya que, con 1,8 segundos, Langford no sería capaz de anotar el triple ganador. Un final ajustado y que tuvo a todos los espectadores con los nervios a flor de piel.

 Al final, nueva victoria del conjunto baskonista, que se coloca con un balance de 8-4 en la clasificación, y como cuarto a la espera de lo que hagan Fenerbahçe y Olympiacos. Las sensaciones son buenas y los resultados mejores. Unics, que ya estaba en una racha negativa, obtiene buenas sensaciones, pero no sumar en su casillero de partidos ganados. Todo ello a pesar de los partidazos de Quino Colom (23 puntos y 6 asistencias) y Keith Langford (28 puntos y 5 asistencias), cuyos compañeros no hicieron lo suficiente para parar a Larkin (22 puntos y 6 asistencias: 26 de valoración) y Shegelia (19 puntos y 24 de valoración). 

Valoraciones de Larkin tras el partido:

Estadística del encuentro: