La selección española de baloncesto nos tiene demasiado bien acostumbrados. Año tras año llega la ineludible cita por la lucha por las medallas por parte de una generación de jugadores maravillosa que ha tenido y tiene en Pau Gasol como máximo representante. Desde la irrupción del gigante de Sant Boi hace algo más de una década, no ha pasado una edición sin que España se haya llevado una medalla en un Eurobasket. Con un Pau que no faltaba a la cita con su grupo de amigos, el éxito estaba asegurado. Pero hubo una excepción. El Eurobasket 2005 celebrado en Serbia y Montenegro. El entonces jugador de los Grizzlies estaba aún convaleciente de una lesión en el pie y decidió no acudir a aquel evento. El resultado: el único Eurobasket del siglo XXI en el que España no ha logrado medalla. Ahora en la cita de Eslovenia se vivirá una situación semejante. ¿Podrá el combinado de Orenga sumar otro metal a su fabulosa colección de medallas en el presente siglo? Revivamos lo ocurrido en aquel Eurobasket celebrado hace ocho años.
España venía de unos Juegos Olímpicos de 2004 donde quedó apeada de las medallas de forma injusta al depararle el destino un cruce de cuartos ante una selección de EE.UU. que había dado una penosa impresión en la primera fase. Justo lo contrario que España, que lo bordó hasta ese momento. Precisamente en ese encuentro de cuartos tuvo que despertar de su letargo un hasta ese momento pésimo (4.2 puntos y 20% en TC en la primera fase) Stephon Marbury, que endosó nada menos que 31 puntos (6 triples) a una España que se veía impotente y eliminada (94-102). El gran líder de la selección, que se mereció mucho más, había sido el NBA Pau Gasol, que firmó unos extraordinarios 22.4 puntos, 7.3 rebotes y 1.9 tapones de promedio en aquella competición. Huérfana del líder natural, ¿qué suerte correría un año después España en el Eurobasket de Serbia y Montenegro?
Para la cita de Serbia y Montenegro, el entonces seleccionador Mario Pesquera llevaba un grupo formado por la columna vertebral del combinado que se presentó en los Juegos Olímpicos de Atenas; es decir, José Manuel Calderón en la dirección, Juan Carlos Navarro y Carlos Jiménez en las alas; y, por último, los Jorge Garbajosa y Felipe Reyes en la pintura. Junto a esta “guardia pretoriana”, encontrabamos a veteranos como Iker Iturbe e Iñaki de Miguel y otros ilustres de la generación 80-81 de nuestros basket como Carlos Cabezas o Sergi Vidal. Además, Pesquera apostaría por la pujante juventud de Sergio Rodríguez y Rudy Fernández y por un Fran Vázquez que venía de formar una pareja interior superlativa en Unicaja con Garbajosa y que había sido elegido en la primera ronda del draft de aquel año por Orlando Magic. A pesar de la muy sensible baja del “hombre franquicia” Pau Gasol, las expectativas seguían siendo altas.
Los de Pesquera estaban encuadrados en el Grupo D junto con las muy inferiores Letonia e Israel y con un hueso muy duro de roer: la anfitriona, la Serbia y Montenegro de los Bodiroga, Rakocevic, Milicic, Radmanovic, Gurovic, Tomasevic y un largo etcétera, que se presentaba como la gran favorita al título. El objetivo era luchar por el primer puesto con el equipo local para lograr un cruce de cuartos.
Precisamente España se estrenó en el torneo ante la selección balcánica. Y saltó la sorpresa. Liderados por un excelso Juan Carlos Navarro (27 puntos), los de Pesquera daban un repaso en toda regla (70-89) a una Serbia y Montenegro desdibujada y que era un auténtico polvorín de egos… que con el paso de los días acabaría explotando. En medio del caos, los de Obradovic serían eliminados en cuartos por Francia. Poco después del evento, Obradovic presentaría su dimisión, Bodiroga, Rebraca y Tomasevic se retirarían de la selección y se airearía una pelea en vestuarios entre Rakocevic y Jaric tras la eliminación ante Francia… una casa de locos.
Tras la tremenda alegría ante los anfitriones, España sembraría muchas dudas con su apuradísimas victoria en la prórroga (114-109) ante una Letonia, con Sandis Valters y Janicenoks como estiletes ofensivos, que se lanzaba hasta las zapatillas desde el 6.25 (18/45 T3). Era el núcledo duro el que tenía que sacar de apuros a los de Pesquera con Navarro (35 puntos), Garbajosa (31 puntos) y Felipe Reyes (18 puntos y 15 rebotes) a la cabeza. Peor fueron las cosas con Israel, selección ante la que España sucumbía por 77-85 en el peor encuentro de Juan Carlos Navarro (9 puntos y 2/10 en TC). En cualquier forma, el basketaverage dejaba fuera a los israelíes y daba a España la primera posición de grupo. Mucho premio para un solo buen encuentro.
En los cruces de cuartos esperaba una Croacia liderada por el NBA Gordan Giricek y el veterano superclase Nikola Vujcic con un temible grupo de jóvenes talentos como los de Zoran Planinic, Marko Tomas, Marko Popovic o Roko Leni Ukic. Durante muchos minutos del choque, los de Pesquera bailaron al son que marcaba una Croacia con un Mario Kasun (sí, Mario Kasun, no me equivoco) que en sus escasos minutos en pista asolaba la zona española como si fuera Shaquille O’Neal. Pero la suerte no parecía ser aliada de los balcánicos en aquella jornada: caían lesionados Planinic y el citado Kasun, además el arbitraje estaba siendo muy protestado por los dálmatas, considerando que se estaba beneficiando a una España que vivía en el filo. Los de Pesquera sobrevivían gracias a un enorme (otra vez) Juan Carlos Navarro (36 puntos) y un Fran Vázquez que explotaría en este encuentro (26 puntos y 9 rebotes) y que sería el protagonista de un final de infarto …. y con polémica.
Con 70-72 en el marcador y 12 segundos por jugarse, Marko Tomas se iba a la línea de tiros libres. Dos aciertos supondrían prácticamente sepultar las opciones españolas. Sin embargo, el que iba a ser jugador del Real Madrid erraría uno de los tiros, manteniendo en vida a España (70-73). Navarro saldría como una exhalación hacia el aro contrario, siendo objeto de falta. Primer tiro libre, dentro. Segundo, errado. Marko Tomas se lanza a coger el rebote, con tan mala suerte que cae al suelo, Fran Vázquez la recoge y anota el empate casi sin tiempo de reacción para los balcánicos. Los de Pesquera lograban el milagro y se iban a una prórroga donde destrozarían a unos croatas desquiciados y completamente idos del partido (incluyendo su técnico, Neven Spahija). Al final, 100-85 para España.
Cuartos de final ante Croacia (Partido Integro):
En las semifinales, España se encontraría a la Alemania de Dirk Nowitzki. Los dos mejores artilleros del torneo, el teutón y nuestro Juan Carlos Navarro, frente a frente en un duelo en el OK corral. Tras muchos minutos de enorme igualdad, Alemania daba un estirón en el último periodo, situándonse 9 arriba a falta de 5 minutos para el final (68-59). Los de Pesquera estaban a punto de ser tumbados. Pero se tiró de épico. Se apretó los dientes en defensa y en ataque se encomendó todo a “San” Navarro (27 puntos). Precisamente una bomba del escolta catalán consumaría una remontada impensable a tan solo 15 segundos para el final (72-73). Se rozaba con las yemas de los dedos la gran final. Pero la suerte que sobró ante Croacia, faltó ante la selección de Bauermann. Alemania dejó su suerte en manos de Dirk Nowitzki (27 puntos), que clavaría una de sus clásicas suspensiones que se hundiría con un cuchillo en el corazón hispano. España quedaba fuera de la final (74-73).
La semifinal ante Alemania (Partido íntegro):
Con la moral por los suelos, España lucharía por el bronce ante Francia. Los de Pesquera, muy tocados anímicamente, no fueron rival para un conjunto galo que aplastó a su rival (68-98). Entre Mickael Pietrus (23 puntos, 5/7 en triples) y Tony Parker (25 puntos y 5 asistencias) noquearían a un rival ya derrotado desde el minuto uno. Tras mojar en las ediciones de 1999, 2001 y 2003, España volvía quedar fuera del cajón en un Eurobasket, aunque meses después Pesquera nos concedía una entrevista en la que repetía que este resultado no fue un fracaso, ni mucho menos.
El oro fue a para a Grecia ante una Alemania que ya había tocado techo (62-78). Para el recuerdo de este torneo, la enorme exhibición ofrecida por Juan Carlos Navarro, que sin su socio Pau Gasol se multiplicó, promediando 25.2 puntos por choque, solo superado por el extraterrestre MVP Dirk Nowitzki (26.7 puntos y 10.8 rebotes de media). Ambos formarían parte del quinteto ideal del torneo junto con los griegos Theos Papaloukas y Dimitris Diamantidis, además del galo Boris Diaw.
Un año más tarde, regresaría Pau Gasol a la cita con su selección para …. hacernos tocar el cielo baloncestístico con el Oro del Mundobasket 2006. Pero esa es otra historia.