La pasada semana hacíamos una radiografía del mapa del baloncesto masculino en España y podíamos ver la evolución y la regresión que se había vivido en los últimos años. Hoy queremos acercarnos también al baloncesto femenino y analizar esa evolución para extraer también algunos datos y algunas conclusiones que puedan servir para abrir un debate o para encontrar vías que reviertan la tendencia que vive el basket en España.

En el siguiente mapa se ve la ubicación de los equipos de Liga Femenina (naranja) y Liga Femenina 2 (verde):

En 2008-09 las ligas profesionales femeninas (LF y LF-2) alcanzaban su cénit con 45 equipos inscritos. Cinco temporadas después tenemos nueve equipos menos en competición, lo que supone un descenso del 20%. Cifra que no se acerca al 38% de descenso que se ha vivido en el baloncesto masculino en categorías profesionales.

Aunque el descenso de equipos no ha sido exagerado, sí que llama la atención la ‘rotación’ de clubes. De los 45 equipos que había en 2008-09 entre LF y LF2 han dejado de competir en categoría profesional un total de 22.

De los 14 clubes que disputaron la Liga Femenina en 2008-09 solo ocho continúan en competición profesional en 2013-14.

A nivel territorial destaca el descenso en Cataluña, donde se pasa de tener a ocho clubes en competición a mantener solo la mitad. Llamativa es también la reducción en Baleares y la pérdida de equipos históricos como fue el Ros Casares Valencia, Hondarribia, Canoe u Unión Navarra Baloncesto, entre otros. Tres comunidades autónomas acumulan el 50% de los equipos (Galicia, Madrid y Castilla y León) con seis equipos cada una.

Mirando a nivel de ciudad podemos ver que las doce ciudades con equipo en LF suman 2 millones de habitantes (168.000 de promedio) con ausencia de equipo en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Málaga. Zaragoza es la única ciudad española con más de medio millón de habitantes con equipo en la máxima categoría del baloncesto femenino. Si miramos a la Liga Endesa, la suma de habitantes en las ciudades con equipo supera los 10 millones.

En el siguiente mapa se muestran los equipos de baloncesto de ACB, Competiciones Adecco, Liga Femenina y Liga Femenina 2 en la temporada 2013-14.

 

Éxitos a nivel de selección que no se reflejan en las competiciones domésticas

En el saluda de José Luis Sáez en la Guía Oficial de la Liga Femenina 2013-14 se lee que el baloncesto es el deporte femenino con más licencias federativas del país y se destaca el enorme éxito de las selecciones nacionales en todas las categorías. Contrasta con el hecho de que en seis de las 10 provincias más pobladas de España no exista un club femenino en LF o LF-2, hablamos de provincias como Valencia, Alicante, Sevilla, Málaga, Murcia o Cádiz, que acumulan más de 10 millones de habitantes.

Andalucía es la comunidad autónoma más poblada de España con 8.5 millones de habitantes y la que más licencias federativas tiene en baloncesto femenino (48.861 en 2012), sin embargo solo tiene un equipo en categoría femenina. Contrasta con Galicia (4.000 licencias federativas en 2012), que acumula hasta 6 clubes de baloncesto profesionales femeninos, clubes nutridos con gente joven y de la tierra. Aunque también han sufrido la dureza de la crisis. Celta estuvo a punto de desaparecer y Cortegada tuvo que renunciar el año pasado a la fase de ascenso.

Las categorías femeninas sufren en los últimos años la misma problemática que las masculinas para encontrar clubes que puedan completar las competiciones. Renuncias, desapariciones de clubes o imposibilidad de hacer frente a las cuotas y gastos que supone la competición acaban haciendo que las categorías se completen en función de temas económicos, dejando de lado los méritos deportivos. El verano se ha convertido en una época en la que las categorías se recomponen en función de situaciones económicas, dejando de lado los méritos deportivos, algo que al igual que sucede con las categorías masculinas acaba restando alicientes a las competiciones.

Los éxitos a nivel de selecciones no se reflejan en un mayor nivel o un mayor atractivo de las competiciones domésticas. Tomando la lista de las jugadoras que ganaron el Eurobasket del año pasado podemos ver que de las que están activas (sin Valdemoro ni Aguilar), o bien están en  uno de los dos grandes, Perfumerías y Rivas, o bien están en el extranjero.

  – Perfumerías Avenida: Marta Xargay, Leo Rodríguez.

  – Rivas Ecópolis: Laura Gil, Laura Nicholls, Queralt Casas. 

  – Extranjero: Cristina Ouviña (Wisla Can-Pack), Laia Palau (USK Praga), Alba Torrens y Sancho Lyttle (Galatasaray), Anna Cruz (Nadezhna), Silvia Dominguez (Ekaterinburg), Luci Pascua (Pinkk Pecsi), Cindy Lima (Al-Gezira). 

Hasta el seleccionador, Lucas Mondelo entrena en China con otro español como ayudante, César Rupérez.

También técnicos como Roberto Hernández (ex de Ros Casares, Aguas Sousa Ourense y Gandía Basket) o Roberto Íñiguez (ganó una Euroliga con Ros Casares) también entrenan fuera de España, en el Pinkk Pecs y en Fenerbahçe, respectivamente.

Ademas de otro puñado de jugadoras de buen nivel: Anna Montañana, Lorena Infante y Laura García en Francia; Sandra Ygueravide y Nuria Martínez en Turquía. 

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A esto hay que añadirle que también hay jugadoras de primer nivel que se han ido a universidades americanas. Ahí está el caso de Leticia Romero, como también Inma Zanoguera, Elena de Alfredo, Irene Garí, Ana Carlota Faussurier, Judith Solé, Rebeca Navarro, Yaiza Rodríguez, Laura Marcos, Ariadna Pujol, Agueda Trujillo, Cristina Soriano, entre otras. La mayoría de las cuales han formado parte de las selecciones inferiores de España.

Parece claro que, salvo Rivas y Perfumerías Avenida, los clubes españoles no pueden competir con clubes de otras ligas a la hora de mantener a las mejores jugadoras nacionales o a la hora de dar una buena perspectiva en la salida hacia el profesionalismo de las perlas de la cantera del baloncesto femenino. 

Causas: el circulo vicioso del baloncesto

Tras el acúmulo de datos objetivos plasmados pueden haber muchas visiones o teorías sobre las causas y sobre las posibles soluciones. Es un debate interesante que se puede abrir y que seguro que aporta un interesante 'brainstorming'.

Cuando hablamos de las causas que generan la situación actual del baloncesto femenino acabamos encontrando el mismo círculo vicioso que comentábamos cuando hablábamos del basket masculino, aunque en una versión todavía más acuciante.

El baloncesto femenino no tiene apenas visibilidad en los medios, con lo que el impacto mediático de cualquier inversión en patrocinio se ve reducido. Ese mínimo retorno que reciben las empresas hace que no vean al baloncesto femenino como un target atractivo para invertir. Esa falta de apoyos privados se suma al desplome de las ayudas institucionales al deporte como consecuencia de la crisis económica. Sin visibilidad no llegan apoyos, sin apoyos no se puede mantener una estructura fuerte y pensar en crecer a medio plazo, y si no se crece ni se encuentra repercusión mediática no llega ese 'punch' que haga atractivo el producto para las empresas.

Como vimos antes, las grandes ciudades están fuera del círculo de la Liga Femenina, lo que resta impacto y reduce el target para los patrocinios. Eso se refleja en los patrocinios actuales. Los patrocinadores siguen siendo apoyos relacionados con las instituciones (RivasEcópolis, Bizkaia GDKO, Gipuzkoa UPV, Alimentos de Zamora, Gran Canaria 2014) y los patrocinadores privados cumplen el perfil de empresas más o menos grandes pero siempre con entorno relativamente local (Embutidos Pajariel, ICG Software, Beroil). No hay una vocación de alcanzar un impacto fuerte a nivel nacional, sino una repercusión en el entorno del club patrocinado que es la zona de influencia principal de la empresa en cuestión, lo que limita la cantidad de la inversión a realizar.

Soluciones y futuro: crear un modelo sostenible

Pensar en que los medios de comunicación hagan hueco al baloncesto femenino parece algo complicado y que queda, en cierta medida, fuera de la acción directa de los clubes o de la Federación. La labor de medios digitales especializados con el basket femenino y la puntual presencia en los medios convencionales no es suficiente para que el baloncesto femenino pueda crecer en impacto.

En baloncesto masculino vemos como la Liga Endesa va perdiendo estrellas extranjeras que se marchan a otras ligas europeas. Sin embargo, los mejores nacionales siguen compitiendo en Liga Endesa, salvo nuestros NBA. En basket femenino hemos visto como media selección nacional anda diseminada por clubes europeos. Es clave conseguir un modelo que permita que las jugadoras nacionales puedan liderar equipos en España y servir como semilla para motivar a las categorías de formación a sentir que hay un futuro en las ligas femeninas.

En un modelo en el que no se vislumbra un aumento de ingresos, la FEB debería plantear una apuesta por la reducción de gastos que pueda permitir mayor viabilidad a los clubes en estos tiempos difíciles. Una continuidad en los proyectos y en los clubes es vital para consolidar un mejor futuro del baloncesto femenino. Lo ideal sería que si dentro de cinco años volvemos a hacer un análisis nos encontrásemos vivos a todos los clubes que hoy militan en ligas femeninas, esa sería la mejor señal.

Artículo realizado en colaboración con nuestro especialista en baloncesto femenino, Dani Marzo.