Una vez más, el Ferrari de Pesic tuvo que iniciar un partido sin un piloto al volante. Con Pangos, Heurtel y Delaney lesionados, volvió a ser Adam Hanga quien tuvo que sacrificarse y jugar de ‘1’. Como en anteriores ocasiones, el ataque blaugrana tuvo poca fluidez durante los primeros compaces, aunque esta vez se umo a ello un bajo porcentaje de acierto.

Estrella Roja siempre fue un equipo intenso, lo tienen en la sangre. Solo con ver a las gradas les bastaba a los jugadores para encontrar la motivación necesaria. Con buenos minutos de Michael Ojo, los serbios lograron mandar en el marcador los primeros minutos. También encontraba motivación en la grada Brandon Davies, que luchaba todas las pelotas. Digno a su estilo, tuvo que ser sustituído por un golpe recibido en el ojo durante una lucha por un balón. (12-8 min. 6)

Los locales defendieron como perros de presa. Presión alta y manos muy activas. El Barça, mejorando de a poco en defensa, siguía sin encontrar tiros cómodos. Como si fuera poco, Bolmaro recibió un golpe en un bloqueo y también tuvo que abandonar la pista. Los serbios no sacaban el pie del acelerador y presionaban a toda la pista, desgastando a los jugadores culés y logrando separarse en el marcador (33-20 min. 17).

Cuando peor pintaban las cosas para el Barça, cuando más complicado se hacía anotar y cuando más se extrañaba a los bases, apareció la estrella blaugrana. Con un pacial con siete puntos seguidos de Mirotic y ninguno encajado, los de Pesic se volvieron a meter en el partido y redujeron a trres puntos la diferencia al descanso.

El ritmo de los primeros minutos de la segunda parte lo marcaron los locales. Manteniendo su defensa agresiva y con un inspirado Lorenzo Brown, los locales seguían por delante en el marcador. Poco a poco los blaugranas fueron ajustando la defensa con un Davies omnipresente. Ayudas defensivas, rebotes y puntos. Entre él y los buenos minutos de Mirotic, los blaugranas consiguieron a mediados del tercer cuarto ponerse por delante en el electrónico por primera vez (44-46 min. 26).

Con la vuelta de Bolmaro, los blaugranas subieron una marcha más en defensa y comenzaron a despegarse poco a poco en el electrónico. Con Mirotic y Davies -una vez más- como referencias ofensivas, los blaugranas mejoraron el acierto y comenzaron a aprovechar los contrataques y castigar desde la larga distnacia gracias a la mano de Kuric (49-64 min. 32).

Máxima diferencia del encuentro, el Barça aprovechando las oportunidades y los rivales parecían aflojar. Sin embargo, como dijo Gerard Solé durante la retransmisión del encuentro, esto es Belgrado. El público comenzó a apretar y los locales se metieron otra vez en el partido y redujeron a siete puntos la diferencia con triples de Gist y Faye. Tras un final un tanto loco en que ninguno de los dos equipos logró jugar con la cabeza fría, Hanga logró poner calma en el ataque y Kyle Kuric cerró por completo la cuarta victoria de los blaugranas en la Euroliga (65-73 min.40).

La victoria se reduce al talento de tres jugadores que, una vez más, fueron decisivos para su equipo: Mirotic, Davies y Kuric. Este Ferrari que tiene Pesic tiene muchos complementos de lujo, pero está echando en falta un piloto que lo conduzca. 

Sin bases no hay paraíso:

Si hay algo que no estaba en los planes del Barça era pasar el primer tramo de temporada sin ninguno de sus tres bases. Como parche, Adam Hanga. Un jugador que se está sacrificando por su equipo pero que no es un base natural. También está Bolmaro, otro jugador que se está adaptando a la posición de base y que, a pesar de su talento, aún es muy jóven para cargar con la responsabilidad de ser el guía de este equipo.

La calidad se impone a la lucha:

El partido comenzó marcado por la dureza defensiva de Estrella Roja. Con el público a favor, los locales se hicieron fuertes en defensa y lograron incomodar al Barça. Sin embargo, un tercer cuarto en que el Barça ajustó en defensa y, sobre todo, logró enchufarse en ataque, logró decantar la balance para los visitantes. Tirando del talento de Kuric, Davies y Mirotic, los de Pesic se llevan una trabajada victoria a base de calidad.

Belgrado es una ciudad de baloncesto:

La gente grita, canta, salta. El baloncesto es una fiesta y es deporte nacional. Qué envidia, cuántos nos gustaría a muchos que esto fuera siempre así. En Belgrado se respira baloncesto y en el Pionir la atmósfera fue increíble. A fin de cuentas, el Barça hoy logró salir vivo de una pista de la cual no muchos equipos lograrán hacerlo.