Hace unos días, los medios españoles se mostraban sorprendidos al dar la noticia del fichaje de los jugadores Dusan Kecman (1.98, 35 años) y Derrick Obasohan (2.00, 32 años) por la AS Mónaco, equipo de la NM1 (tercera división francesa, tras ProA y ProB).

A priori, si uno no es conocedor de la realidad del basket francés, puede resultar impactante que dos jugadores que la temporada pasada estaban en ProA, bajen dos divisiones para recalar en un club de tercera. Pero si analizamos el asunto en profundidad y nos detenemos en la idiosincrasia del club monegasco, podemos ver que la noticia no resulta tan sorprendente.

Para empezar, es bien sabido que Mónaco cuenta con una fiscalidad privilegiada en su condición de paraíso fiscal: las personas físicas residentes que no tienen la nacionalidad francesa no deben tributar al fisco por los rendimientos del trabajo. Es decir, no tienen que realizar declaración de la renta de ningún tipo.

En segundo lugar, la AS Mónaco Basketball, está patrocinada por Sergey Dyadechko, el magnate ucraniano propietario del club BC Donetsk, fundador del Rodovid Bank, banco implicado en el mayor escándalo económico del Este de Europa a raíz de una estafa piramidal que supuso un agujero de millones de grivnas ucranianas que el Estado tuvo que sufragar. Dyadechko, que tiene residencia en el pequeño país monegasco, ha invertido dinero en el club de baloncesto con el objetivo de ascenderlo a la máxima categoría del basket francés, a semejanza de lo que el magnate ruso Dmitry Rybolovlev ha hecho con el club de fútbol del principado.

Ejemplos de este esfuerzo de inversión en el club de basket son los fichajes que han ido haciendo en las dos últimas temporadas, como los de Anthony Christophe, base francés que pasó de jugar en la JDA Dijon, en ProA, a la NM1 con el AS Mónaco; Lambert Diacono, un prometedor alero procedente del ASVEL; Olivier Bardet, un veterano alero procedente del Nantes (con el que promedió casi 10 puntos por partido en ProB), o el viejo conocido de la afición española Mehdi Labeyrie (con pasado en Badalona y Los Barrios), que fue contratado la temporada anterior tras firmar casi 11 puntos por partido en ProB con Le Portel, y este año ha sido cortado.

Los fichajes de Kecman y Obasohan van en esa línea: dos veteranos con sobrada experiencia, que están en el declive de su carrera, y que no han destacado por sus números en ProA (2.4 puntos y 1.9 rebotes para 4 de valoración en 11 minutos de promedio para el serbio Kecman en la Chorale Roanne; y 7.2 puntos, 1.9 rebotes y 1.1 asistencias para 5.8 de valoración en 18 minutos con Cholet, en el caso del estadounidense de nacionalidad nigeriana).

Las aspiraciones del club del principado pasan por ascender hasta la máxima categoría lo más rápidamente posible. Ya lograron el subir desde NM2 a NM1 hace dos años, y La pasada temporada finalizaron en sexto lugar en NM1, tras lograr 22 victorias en 34 jornadas, pero fue eliminado en los playoffs de ascenso a ProB por el Cognac, por lo que su entrenador Jean-Michel Sénégal, una vieja gloria del basket francés, fue despedido y contratado en su lugar Savo Vučević, un entrenador con amplia experiencia como entrenador en la liga francesa (Cholet y Antibes), y tío del pívot de los Orlando Magic, Nikola Vučević.

Y por último, las diferencias económicas salariales entre la primera y tercera división francesas (ProA y NM1) no son tan elevadas como ocurre en otros países, como España. Especialmente en un club como el monegasco, que dispone de suficiente dinero para pagar con generosidad a sus extranjeros, como nos reconocía hace unos meses en una conversación de Twitter, el base Carlos Cherry, que jugaba el pasado año en la UJAP Quimper (donde logró ser nombrado mejor base de la NM1) y para la próxima temporada ha fichado por el Angers BC 49. Extraemos dos ejemplos de la misma, donde hacía alusión a lo bien que pagan en la AS Monaco Basketball.