El partido en clave:
La defensa baskonista marcando el ritmo. Comenzaban los de Sito Alonso con una defensa dura y atacando mucho las primeras líneas, pero Iberostar Tenerife contestaba jugando con mucho criterio balones dentro-fuera para generar ventajas. Baskonia respondía con su velocidad y verticalidad al aro, anotando en transición, y con un Adam Hanga (8 puntos) especialmente inspirado desde el 6,75. Los blaugrana, de esta manera, conseguían un parcial de 9-0 y gestionaban sus primeras rentas (18-10). Vidorreta trataba de dar la respuesta con un tiempo muerto, y pese a cortar el parcial no conseguía frenar el vendaval baskonista (22-15).
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Triquiñuelas Vidorreta y el rebote baskonista. El entrenador tinerfeño respondía al buen hacer local con cambios defensivos, que dificultaban las lecturas de juego de Baskonia; y ofensivamente generaba desde el bloqueo directo para acercar de nuevo a los suyos en el luminoso (28-23). Bogris (8 puntos) anotaba en las inmediaciones del aro, mientras que las respuestas locales llegaban desde más allá del arco. Los tinerfeños ponían en serios aprietos a los de Sito Alonso, y con su buena defensa seguían acercándose en el marcador (33-31). Subía el voltaje en el Buesa Arena al mismo ritmo que lo hacía la intensidad del juego, y era entonces cuando Larkin destapaba el tarro de las esencias para facilitar un impresionante alley-oop a Ilimane Diop que cambiaba de nuevo el ritmo del partido. El control del rebote de Baskonia (22-11), así como su intensidad defensiva, le permitía devolver las rentas al marcador (45-34).
Grigonis emerge en el barro. Tras el paso por vestuarios Iberostar Tenerife trataba de cambiar la dinámica, aumentando su trabajo en la faceta defensiva y manteniendo la intensidad defensiva que les había permitido recortar distancias con anterioridad. La distancia en el marcador se reducía de nuevo (48-42) y la tensión crecía de nuevo. El partido entraba en una fase más oscura, ambos equipos bajaban al barro para mantener el ritmo de juego. Un terreno en el que Iberostar se sabía mover mejor y en el que, especialmente, destacó Marius Grigonis (12 puntos). Pero Baskonia estaba dispuesto a bajar al barro, y daba la respuesta con su velocidad de transición.
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Iberostar remando contracorriente. Con todo por decidir el partido entraba en una fase de intercambio de golpes, y Baskonia se encontraba más cómodo en esas situaciones. Volvía Nico Richotti por las filas Emergía entonces un espectacular Shane Larkin, que con su energía sumaba para aumentar la renta de los suyos, pero dos buenas defensas tinerfeñas volvían a reducir distancias (70-63) y a subir la temperatura en el Buesa Arena. Iberostar Tenerife remaba constantemente, tratando de dar la vuelta al marcador.
Shane Larkin I, el decisivo. Cuando más tensas se ponían las cosas aparecía, como si de una constante se tratase, la genialidad de un Shane Larkin especialmente activo y eléctrico. El base baskonista, que sumó 17 puntos en el último cuarto, resultaba demoledor. Su último periodo, acompañado del sacrificio defensivo de su equipo, terminaba con las esperanzas amarillas, y firmaba el pase a semifinales del conjunto anfitrión. Sus números hablan por sí solos: 26 puntos, 3 rebotes y 8 asistencias para un total de 34 de valoración.
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