Partido complicao para San Pablo Burgos en su vuelta al Coliseum tras casi un mes sin baloncesto en la ciudad de Burgos. Con la resaca emocional de la victoria ante Dinamo Sassari y con la mirada pue-sta en el partido internacional, Montakit Fuenlabrada notó demasiado las bajas pero supo aguantar esperando su oportunidad.

Augusto Lima y Earl Clark pusieron el ritmo en el primer cuarto para los locales, mientras los de Paco García no conseguía encontrar sensaciones en ataque. Especialmente acertado estuvo el americano. con 11 puntos en el primer cuarto y 3/3 desde la línea de triples. además de recoger 3 rebotes. Montakit Fuenlabrada, por su parte, trataba de mantenerse en el partido pese a su poco acierto en el tiro aprovechando su superioridad en el rebote y generando varias segundas y terceras oportunidades en la pintura. 28-16 al término del primer asalto con unos porcentajes de tiro demasiado bajos para los de Paco García como para plantar batalla.

El partido parecía manso para San Pablo Burgos, no tanto por el marcador como por las sensaciones que se podían notar en la cancha. A pesar de los intentos de Montakit Fuenlabrada, sólo Marc García parecía aportar algo de luz al ataque de los madrileños que, junto con Osas Ehigiator, trataban de dar ánimos a los suyos. Sin embargo, Bruno Fitipaldo y Álex Barrera tomaban el relevo en la anotación local para dejar la ventaja de San Pablo Burgos en +20 (55-35) con el partido, aparentemente, decidido.

Tras el descanso, la indolencia se instaló en la cancha burgalesa, con ambos equipos más relajados de la cuenta y con los fallos en ataque tomando el protagonismo: 5-6 fue el parcial tras los primeros 5 minutos en cancha de este tercer cuarto. Aún plantaron batalla los de Fuenlabrada, logrando recortar ligeramente la ventaja, lo justo para que la reacción llegara en el inicio del último periodo.

En apenas dos minutos, los de Paco García lograban recortar distancias y dejar su desventaja en 9 puntos. Los burgaleses reaccionaban pero el acierto exterior de Richotti y Brown mantenía la tensión en el partido y devolvía algo de vida a un encuentro que parecía sentenciado: 75-67 a falta de algo más de cinco minutos y medio, obligando a Joan Peñarroya a pedir tiempo muerto para buscar una reacción en su equipo.

Y es que el último cuarto iba a ser de infarto. Los madrileños seguían remando, imponiendo un juego físico y buscando los puntos liberados de Gillet y Mockevicius en la pintura, mientras Tomás Bellas se echaba el equipo a la espalda. Y lograron su objetivo: a falta de cuatro minutos para el final del encuentro, la diferencia era de sólo dos puntos (77-75), iniciando un intercambio de golpes del que saldría victorioso Montakit Fuenlabrada mientras a San Pablo Burgos le faltaba la inspiración desde la línea de tres puntos.

Por dos veces lograron empatar los madrileños el partido, la última de ellas con algo más de un minuto en el marcador de la mano de un Mockevicius que se quedó sólo en la pintura y que dejaba el marcador 85-85. Fue McFadden el encargado de romper la igualada, al recoger un balón suelto en la pintura y anotar entre dos rivales de una forma casi imposible. La última jugada iba a tener suspense hasta el final y no fue anda justa con el partidazo que había firmado Tomás Bellas. El base se lanzó a la bandeja pero topó con un Earl Clark que no dudó en hacer una falta muy contundente, que se revisó para ver si era antideportiva. Finalmente los colegiados dieron dos tiros para Bellas… que falló el primero. Se jugó todo a una carta y tiró el segundo a fallar, recogiendo el rebote Mockevicius, que no fue capaz de anotar y finalmente fue Bellas quien hizo falta sobre Vítor Benite y terminó expulsado. El brasileño no falló y el marcador terminó 89-85.