Sin novedad en el frente. Los Clippers se asientan como el peor equipo de la competición -pese a Griffin– en dura pugna con los Timberwolves. Algunos de los que deberían estar más arriba no salen del pozo. Nets y Wizards llevaron a cabo una limpieza de cara durante este verano, pero es complicado que lleguen a la Navidad con 10 victorias en el zurrón. Los Bucks distan mucho del nivel mostrado en los pasados playoffs y los Rockets no funcionan sin el gigante chino. Nuestros expertos nos ofrecen las pistas del porqué algunos de estos equipos no dan la talla.

Meej

MeejDesde un principio me parecieron excesivas las expectativas de mejora de los Nets. La presencia de un entrenador de verdad en el banquillo ayuda mucho a la solidez de un equipo, pero su influencia tiene un límite a falta de refuerzos destacables. A pesar de todas las altas y bajas, la plantilla de los Nets no parece mucho más fuerte que la del año pasado, y se está viendo.

En el caso de los Grizzlies me atrevo a sugerir que puede ser un nuevo ejemplo del llamado "principio plexiglás", según el cual un equipo que ofreció un rendimiento superior a lo esperado el año anterior vuelve a su nivel real una temporada más tarde. El año pasado a los Grizzlies les salió prácticamente todo bien (todo lo no relacionado con Iverson), y aún así se quedaron a las puertas; este año la mala temporada de Mayo y un ligero retorno a la normalidad de Randolph les están pasando factura a pesar del buen rendimiento de Gay y Conley. No parecen tener mucho margen de mejora y su techo es rozar los playoffs – presumiblemente por el lado de fuera.

Juan Carlos Serrano

Juan Carlos SerranoDiagnósticos claros en el sótano del Este: disculpable falta de calidad en Charlotte y Cleveland, de cabeza y Wall en Washington, y de posibilidad de maniobra en Detroit. Más jugosos los casos de Nets, con Terrence Williams encajando mal que no jugaran los mejores; y Philadelphia, sin saber en qué se queda Turner sin balón, y si explotará de una vez Holiday, con hechuras de gran jugador. Deberían pelear el playoff.

En el Oeste, para Wolves y Clippers todo es relativamente positivo por Love y Griffin, con estadísticas de interiores antiguos. La diferencia es que Kevin, jugador de equipo que oxigena el ataque con su pase y tiro, necesitará una estrella exterior de mucho calibre, mientras que a una supernova como Blake le podría bastar con Gordon. Lástima que ese dúo se mueva en el coto del repugnante Sterling, capaz de conseguir que hasta nos sintamos mal por Baron Davis. Golden State está pendiente del tobillo de Curry. La pregunta es si en ese conjunto resolverá la duda que dejó Krzyzewski en Turquía, privándonos de su talento por motivos defensivos. En Sacramento no hay dinero ni para cambiar a Westphal, el entrenador más debilitado. Su poca autoridad se volvía aún menor con cada envío injustificado de alguno de sus hombres camino de la perrera, en lugar de ponerse antes a meterle más ritmo al equipo y abrir el campo a Evans, con una explosividad intermedia en el aro que no le permite alzarse de momento sobre el ajuste de defensas que ya le conocen.
 

Mario Gómez

NOMBREEmpezamos por las franquicias que han de mejorar. Sin duda alguna, los Cleveland Cavaliers estan notando en exceso la marcha de Lebron James a Miami, sus siete victorias y diecisiete derrotas hablan por sí solas, Varejao empieza a buscar un destino más acorde a su ambición por luchar por el anillo. Otro equipo que me ha sorprendido de forma negativa es Detroit, nuevos tiempos en el equipo entrenado por John Kuester, Hamilton y Wallace tienen que ya dar paso a una nueva generación. El tercero en discordia son los Nets de New Jersey, que es des de mi punto de vista una buena plantilla de nombres (López, Farmar, Outlaw, Favors) pero que sigue sin encontrar un estilo de juego que les caracterice en conjunto, los petrodólares procedentes de Rusia siguen sin ser la solución definitiva.

En segundo lugar, encontramos otro grupo de plantillas que hasta hoy no cumplen el guión esperado. Los Rockets de Scola cojean sobretodo en el poste bajo. No Yao, no party. Mientras que los Kings notan el mal estado físico de su estrella Tyreke Evans. En Oakland, nada nuevo bajo el sol, sigue fallando el banquillo. Y ya para acabar nos reservamos lo más curioso: los Memphis Grizzlies de Marc Gasol, que sigue deambulando por la competición con un juego demasiado individualista no sabe aprovechar las virtudes de Tanketa, un solo balón para tanta estrella es mala señal.

Es el turno de los peores equipos actualmente, aunque con un prometedor futuro por delante. Habéis acertado, esta vez los Clippers y los Wizards cuentan con dos jugadores que son una auténtica realidad: Griffin es una bocanada de aire fresco al prototipo de jugador americano al que estamos acostumbrados, me uno al club del "nunca había visto algo parecido". El segundo en discordia es John Wall, un tirador que depende del día te puede hacer un traje a medida o dejar en evidencia rompiéndote la cintura una y otra vez. El futuro está aquí y por suerte tiene nombre y apellidos.

A primera vista, malos tiempos para Cavaliers y Kings. Griffin y Wall quieren mostrar al mundo que aparte de buenos jugadores son los líderes de franquicias que van a ir a más, que se lo pregunten a Westbrook y Durant en Oklahoma….

J.R. Sanchis

NOMBRETremenda igualdad en los bajos fondos del "Gran Circo", donde las caras largas son todo un poema. Sacramento Kings y LA Clippers, ambos pacíficos, compiten por el farolillo rojo. Tyreke Evans vive su rookie wall en su año sophomore y Cousins no es tan fiero como lo pintaban. Blake Griffin quiere hacer historia, pero sus Clippers son incluso peores que como siempre. Le pisan los talones los Wizards y Nets, en posesión de los números 1 y 3, respectivamente, del pasado draft. Limpieza de cara pero con las mismas legañas. En el grupetto también están los T-Wolves del "gordo" Love. Dudas en que mejoren con Flynn. No deben confiarse. En el cogote deben sentir la presión de los ‘centrales’ Pistons y Cavaliers. Los primeros, sin guía en la travesia de la regeneración. Los segundos, huérfanos del astro rey, inmersos en la penumbra.

Toque de atención, en el sudoeste, para Rockets y Grizzlies. El milagro de las 22 victorias consecutivas del 2007 -muchas sin Ming– no obrará en el seno tejano, pero se les debe exigir más. Llega un aprendiz de Artest para arreglarlo. En Beale Street no se verán partidos en Mayo, entre otras cosas porque aquel prodigio de instituto experimenta una regresión año tras año. Deben espabilar los Bucks porque lo del curso pasado no puede quedarse en un sueño. Los Blazers deberán cambiar a los ojeadores por expertos en medicina. No deben pasar por alto ni una leve capsulitis.