"Estoy feliz por estos chicos, por la ciudad y también por mí. Hemos tenido grandes jugadores y grandes equipos en el pasado pero nunca un grupo que funcione también como un equipo" (Mike Heisley, propietario mayoritario de los Grizzlies).

Beale Street, la calle turística por excelencia de Memphis. Mucha humedad. Es lo que tiene estar pegado junto a uno de los rios más caudalosos del mundo, el Mississippi. Los turistas asisten a los espectáculos callejeros de R&B, de jazz, de música negra. Es habitual ver a algún doble de Elvis pasearse por las tiendas de souvenirs en su peregrinaje a Graceland, a 10 minutos si el tráfico no es intenso. Por la noche, unos cuantos clubes musicales concentran casi toda la oferta -escasa- de ocio. El BB King Blues Cafe o el Hard Rock Cafe son una buena opción. Los que busquen el lado freak , pueden acercarse a un pub irlandés -el Silky O’Sullivan’s- en la que un chivo degusta cerveza. También pueden intentar perderse entre los vertiginosos escotes del Hotters. Eso sí, hamburguesa+patatas+refresco…más un poco de alegría para la vista. Para los que ansian conquistar a la Diosa Fortuna pueden bajar al rio y subirse a uno de los botes casino. Sólo se puede jugar con la pasta en territorio de Tom Sawyer. Otra opción es Tunica (MS), a unas 50 millas al sur, considerada como el tercer centro de juego tras Atlantic City y Las Vegas…pero a mucha distancia.

Desde hace unos años la oferta deportiva viene capitaneada por la NBA, que tuvo a bien asentarse en este centro de mercaderías, a medio camino entre el Sur, el Este y el Oeste.La olvidada Pirámide fue el primer albergue de los Memphis Grizzlies. Son la marca deportiva de la ciudad junto con los Tigers de la universidad de Memphis. El beisbol está representado por los Redbirds, que juegan en las ligas menores. El flamante FedEx Forum, junto a Beale Street, es su nueva casa desde hace unas temporadas. El matrimonio de los lugareños con esta franquicia nunca ha alcanzado la plenitud. No ha sido nunca una arena complicada para el rival y en eso ha tenido mucha culpa el equipo. Esta temporada están disfrutando de su luna de miel con 10 años de retraso.

Los Grizzlies no juegan los playoffs desde la temporada 2005-06. El veterano Herb Brown tiene el honor de ser el primero en conseguir que esta franquicia disputase la segunda fase por primera vez en el curso 2003-04. En temporada regular consiguieron 24 victorias más que en la temporada anterior. Los Spurs se encargaron de devolverles a la tierra tras un contundente 4-0. Pau Gasol Shane Battier, Jason Williams, Mike Miller y James Posey, entre otros, eran los primeros grandes héroes. Luego vinieron dos cursos más con sendas partidas extras, pero también con eliminaciones a las primeras de cambio. Suns y Mavericks también se mostraron con la contundencia que expresaron Duncan, Parker y compañía. Luego nada más se supo. El equipo, sin Pau Gasol, se empeñaba en revivir los primeros capítulos de su historia, en Vancouver, tierra de osos.

El director

Esta temporada los aficionados están vibrando más que nunca. Aquel opositor que sustituyó a Marc Iavaroni en enero del 2009 se ha convertido en aspirante a entrenador del año, con permiso de Tom Thibodeau y Doug Collins. Lionel Hollins ha conseguido que un "puñado de mercenarios" –Randolph y Gay se llevan la palma- hayan encontrado la fórmula de combinar éxitos personales con logros de equipo. Además ha lidiado con éxito con personalidades como las de Allen Iverson -capricho de Heisley– y OJ Mayo, que está en vías de reinserción ser ‘castigado’ por el coach Hollins.

Un recién llegado, Tony Allen, resume el éxito de Hollins con su grupo de jugadores: "El entrenador es franco al definir nuestros roles como jugadores, y es también alguien que enseña lecciones de vida; que nos anima a entrar en la comunidad, a ser amables con la gente, a ser más mejores personas".

"Si tienes talento, puedes tener la oportunidad para ganar. Pero tienes que compartir el baloncesto con los demás, tienes que ser el mejor compañero de equipo, el mejor ciudadano…porque todo está ligado con los patrocinadores, con los aficionados…con la comunidad". Filosofía de un Hollis que ha mamado de grandes entrenadores como Jack Ramsay, Bill Fitch, Paul Silas, Bill Cunningham y Chuck Daily.

Los actores principales

Lo recordaba Heisley:  Este grupo juega en equipo. Por encima de unas individualidades que ya se han ganado un respeto en la competición como Zach Randolph y Rudy Gay.

"Es nuestro MVP", afirma Hollins sobre Zacarías. Los números de Randolph son vertiginosos. Se mueve en 20 puntos, más de 12 rebotes por partido y 2.2 asistencias (igualando su marca del curso 06-07), en año de contrato. Con todo lo que ello signifique de cara al futuro del jugador y del equipo. La temporada pasada ya se pudo apreciar en él un distanciamiento del individualismo absoluto que había exhibido en Blazers, Knicks y Clippers. Muchos jugadores han sabido sacar provecho de esa mayor generosidad del ala-pívot. Está muy a gusto con esta nueva situación.

Pese a la consolidación de Randolph, la estrella de los Grizzlies, el jugador franquicia, es Rudy Gay. Fue su apuesta en el 2006. Para adquirirlo tuvieron que enviar a Shane Battier, su último icono, a los Rockets, que era el equipo que lo había elegido. Los analistas plasmaron en el pre draft cualidades que tardaron en fermentar, pero que ya empezaron a dar sus frutos la temporada pasada, con Hollins. Rudy Gay -hasta su infortunada lesión- ha mejorado todas las estadísticas. Desde los porcentajes en el tiro hasta la anotación; desde el rebote hasta las recuperaciones. Ha incrementado en casi una asistencia (2.8) su promedio del año pasado y se comporta en la cancha como un auténtico líder. Se despejaron los nubarrones. Una lástima su lesión en el hombro izquierdo, que le obliga a perderse sus primeros playoffs.

La carrera de Mike Conley Jr en la NBA no ha sido fácil. Cohabitó con Greg Oden en su primer y único año en Ohio State y su popularidad se destapó tras un gran March Madness. Fue actor destacado en el gran curso de los Buckeyes aunque se quedó sin campeonato universitario (Florida Gators repeat). Greg Oden y Daequan Cook abandonaban el barco. Conley se unía a ellos y conseguía ser la cuarta elección. La presión fue muy fuerte y tardó en demostrar su validez para ser titular en un equipo NBA. Fue otra apuesta de Hollins, que le despejó el camino traspasando a Lowry. Aunque en su debe tiene el mejorar el porcentaje de aciertos, Conley es un base muy maduro, capaz de dirigir y anotar. Mucho más atrevido, algo de lo que adolecía -y por lo que era criticado- en sus primeras temporadas.

Marc Gasol es el cuarto pilar. Menos contundente que la temporada anterior, la de su consagración. Lo hemos visto menos centrado que en otras ocasiones -tal vez las campanas desde New York, que siempre despistan– aunque ha aparecido cuando el equipo se ha jugado su presencia en la segunda ronda. Fundamental en triunfos como el logrado ante los Spurs, a finales de marzo. Esa es la línea a seguir por el mediano de los Gasol, un pívot cuenta con una qualifying offer de poco más de 4 millones de dólares para la próxima temorada. Su salario se modificará sustancialmente de cara al próximo curso. Aunque sus 11.8 puntos y 7 rebotes suponen un bajón numérico respecto a su gran año sophomore, Big Marc está considerado como un gran pívot titular.

El reparto

"Estoy feliz de que estemos en el octavo lugar, de que el  equipo esté jugando muy bien, y de ser parte de ello a pesar de las adversidades que he pasado este año. Estoy preparado para dar un fuerte empuje en estos playoffs".

OJ Mayo se ha caído del grupo de cabeza debido a su mala idem. El entrenador Hollins lo supo poner en su sitio después de  protagonizar varios incidentes -pelea de juego con Tony Allen incluida-y estar 10 días sancionado por la organización al infringir la política anti droga. Igual que supo lidiar con Allen Iverson, ha sabido hacerlo con la ex estrella de high school.Y ambos eran las niñas bonitas de Heisley.

"Hollins es algo más que un entrenador para nosotros. He tenido muchos problemas y -que yo sepa- a estado de mi lado en la mayor parte de ellos".

Mayo ha pasado de ser una sombra de lo que pudo haber sido. Después de ser titular en los primeros 13 partidos, sólo ha vuelto al cinco inicial en un par de ocasiones y su temporada ha estado salpicada de altibajos, llena de malas decisiones en ataque y malos porcentajes en el lanzamiento. Estuvo Josh McRoberts (Pacers), pero el acuerdo fue presentado un minuto depués del cierre del mercado. Desde entonces se ha visto a un Mayo más aliviado, más compenetrado…lejos de sus mejores momentos pero siendo una pieza clave en este engranaje. Juega 12 minutos menos que la temporada pasada y dista casi 7 puntos por partido de los 18 de media en sus dos primeros años. Existe, sin embargo, un buen feeling en cuanto a su recuperación. Mejor un buen obrero que un estrellado aspirante a estrella.

A la espera de la recuperación definitiva de Mayo, las alegrías off the bench vienen personificadas, básicamente, en el trío integrado por Darrell Arthur, Tony Allen, Leon Powe. Se está a la espera de de ver pronto la mejor versión de Shane Battier para rematar un gran banquillo.

Para Monty Williams, técnico de los Hornets, Arthur es el jugador "que más ha mejorado en la liga. El factor X para su equipo". El ala-pívot está consolidándose en su tercer año en Memphis. Después de saborear las mieles colectivas con un campeonato escolar con los Jayhawks, los playoffs suponen otro premio al esfuerzo. Está promediando casi 10 puntos y más de 4 rebotes en su tercera temporada, números muy dignos si por delante está alguien que se apellida Randolph. El propio Zach habla maravillas de él, de su trabajo y de cómo ha mejorado su repertorio ofensivo, anteriormente muy limitado a las cercanías del aro.

"Nunca había jugado con alguien como él. Es ciento por ciento pasión", exclama Shane Battier. Tony Allen es uno de los favoritos para la afición. Es como el conejito de Duracell. Nunca se cansa; anima; jalea las acciones propias y las de su equipo, y transmite esa pasión entre el público.  La temporada pasada se destapó como uno de los mejores defensores de la competición, algo que ha continuado haciendo en este curso. Además, Allen se ha prodigado más en labores ofensivas -aprovechando el bajón de Mayo. El ex Celtic está promediando 8.9 puntos, 2.7 rebotes y 1.8 recuperaciones, su mejor promedio como profesional. Titular en el último tramo de liga, ha superado la veintena de puntos en siete ocasiones desde principios de febrero. Está preparado para morder en PO, tanto en defensa como en ataque.

"Mi trabajo consiste en  ayudar a este equipo a ganar. Me trajeron aquí para ser una pieza más". Retornaba el hijo pródigo a casa para fortalecer la idea de equipo, para ayudar desde la cordura. Los Grizzlies lograban deshacerse de uno de los grandes fiascos del draft de los últimos tiempos. Después de temporada y media, Hasheem Thabeet no daba señales de mejoría (1.2 puntos y 1.2 rebotes en 8 minutos de media esta temporada). Los Rockets devolvían a Shane Battier mientras empezaban a pensar qué hacer con el pívot africano. El protagonismo del 31 de los Grizzlies está siendo menor que en los Rockets, donde contaba con un mayor protagonismo. Se encuentra en un claro proceso de adaptación que bien podría tener sus frutos en la segunda fase. Su producción y media de minutos ha descendido, pero su valor añadido será importantísimo.

Para fortalecer más las posiciones interiores, un pívot bajo con pasado Celtic y con ganas de salir del calvario de las lesiones. Leon Powe aterrizaba -vía Cavaliers- justo después del trade deadline con la misión de tapar las fisuras a nivel defensivo del juego interior. Y de paso sumar tensión, algo que ya demostró en su periodo dorado en Boston, hasta que llegaron las lesiones. Como hombre claro de banquillo, Powe aporta intensidad y motivación siempre que se le requiere. Una buena prueba son los 13 puntos que anotó ante los Celtics, su primer equipo. Otro que está preparado para ayudar en cuanto se requieran sus servicios.

"El banquillo nos ha hecho ganar muchos partidos", dice Hollins. Junto a las piezas ya desgranadas hay que añadir la aportación de los rookies Xavier Henry y Greivis Vasquez, el sophomore SamYoung, el gigante iraní Hamed Haddadi, el veterano Jason Williams y otro recién llegado, Ish Smith. Todos han sumado, en una mayor o menor cuantía, ayudando a que el aficionado vuelva a ilusionarse con este equipo.

En estos momentos están en disposición de quedarse con la séptima posición después de aprovecharse de las últimas derrotas de los Hornets. Pueden ser un hueso muy duro de roer para Lakers o Mavericks. En España a buen seguro que se sueña con un duelo entre los hermanos Gasol, y en Memphis, también. Por otra parte, suponemos que hay ganas de desquitarse de la derrota por 4-0 ante los tejanos en el 2006. Pase lo que pase, ésta será una temporada para recordar. No tanto por los resultados sino por las sensaciones. Que de eso también se vive.