Un aluvión, un reposo estival excesivo y un finiquito cuando el equipo bajó el punto de gravedad. La selección española doblegó anoche en Santiago a Macedonia, cuarta en el último Eurobasket eliminada precisamente por los nuestros en semifinales, con una superioridad más elevada de lo que indica el marcador final, no siempre justo, pero que responde también a datos objetivos.

Juan Orenga apostó de salida por dos bases como Calderón y Sergio Rodríguez, el primero ávido de más títulos y protagonismo con la selección tras quedarse fuera del Mundial Junior de 1999 y el propio Europeo 2009 y el segundo en el mejor momento de su carrera tras consolidarse como el símbolo personificado del estilo de juego de “run&gun” del Real Madrid campeón de Pablo Laso.

En los primeros compases, el tempo del partido lo marcaba España con un Marc Gasol ocupando el centro de la pista, olfateando rendijas y colocando balones en huecos imposibles que hacían las delicias de los receptores y, en consonancia, de la afición. El Basketball IQ de Marc Gasol debería ser Patrimonio de la Humanidad. Pocos entienden este juego como lo hace él. Su gestualidad y la confianza que transmite en cada acción transmiten una facilidad insultante para el común de los mortales.

Así, con la dirección de la dupla creativa, un Marc Gasol sabio y un Fernando San Emeterio de alero puro marcando los pasos en cada entrada a canasta se marchaba España en el marcador. El equipo cerraba atrás y corría. Se encadenaban las canastas. Un parcial de 19-2 dejaba prácticamente sentenciado el encuentro en los primeros minutos. Así juega la mejor selección española de la historia, este verano con bajas, pero al fin y a la postre una delicia cuyo objetivo es estirar en el tiempo y que alcance el elixir de juventud. Macedonia apenas inquietaba, su defensa hacía aguas y España se relajó. Se sucedían los cambios y, en el segundo cuarto, el nivel ofensivo español descendió considerablemente.

Cinco puntos consecutivos de la casta hecha jugador de baloncesto llamada Sergio Llull limaba potenciales peligros. Xavi Rey colaboraba en esa intimidación que no aparece en las estadísticas, pero se mostró tremendamente desacertado en ataque y blando de manos. Mumbrú demostraba en un par de jugadas consecutivas su sapiencia en el poste bajo y su capacidad para zafarse de los paros. Álex representa el punto de unión un grupo de amigos al que ha regresado y el estereotipo de alero puro formado en la principal cantera de este país. Macedonia solo anotó 21 puntos en todo el primer tiempo y Bo McCalebb, el base-velocista rival, apenas cuatro. Ínfimo patrimonio para una joya.

La segunda mitad fue todavía más relajada. España redujo más (todavía) la marcha y los macedonios, orgullosos, limaron distancias. McCalebb buscaba el aro quitándole las pegatinas a los rivales y como si no le quisiera a la vida. En la última docena de minutos, España decidió volver a jugar. Macedonia igualaba el choque. La defensa española concedió en todo el encuentro demasiado espacio a Pero Antic y vaya si lo aprovechó. Cinco puntos consecutivos tras triple y mate espectacular de Víctor Claver alejaban fantasmas. Es eso lo que se le pide al valenciano: encarar el aro desde fuera.

Tiene Claver en su interior el conflicto de tantos otros deportistas que no se sabe si es una demarcación o la contigua. Cuando se resuelva ese dilema o mejor, se confirme como un multiusos eficaz, será mucho mejor jugador. Nadie forma parte de esta selección durante temporadas por casualidad, aunque no intervenga en exceso. Estamos hablando de nuestra selección, la mejor de la historia que ha dado la piel del toro. El público, que antes entonces apenas vociferaba salvo la reclamación de mayor continuidad en la gira a Alberto Corbacho, se metió en el encuentro. Los jugadores ya lo habían hecho un tiempo antes. España defendió y se impuso con relativa facilidad al final. Cuando esta generación decide jugar, nadie en el universo FIBA, puede vencerles. Y los estadounidenses ya saben desde tiempo ha que en Vrno 1998 y Lisboa 1999 una serie de locos altos y desacomplejados decidieron disfrutar de este deporte. Y con ellos, todo un país. Larga vida.

Por Millán Gómez Pérez (@millangómez)

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Por si existía alguna duda, Marc Gasol ya se ha hecho con los galones de líder de la Selección Española de Baloncesto. Comenzó los encuentros de preparación del Eurobasket ante Polonia firmando 14 puntos y 6 rebotes, continuó su progresión ascendente ante Alemania con 16 puntos y 6 capturas y confirmó su liderazgo ante Macedonia, con 17 puntos y 8 rebotes para lograr 31 de valoración. En todos los encuentros siempre ha tenido un compañero en el perímetro que le ha ayudado a llevar el peso ofensivo del equipo pero él se ha mostrado como el jugador más regular del combinado nacional. En el debút en Castellón fue José Manuel Calderón quien anotó 16 puntos mientras que en el segundo encuentro en A Coruña fue Sergio Llull, el que con cinco triples fue máximo anotador del partido con 18. Por último en Santiago de Compostela repitió el base extremeño como escudero aunque esta vez se quedó en sólo 10 tantos. 

Jugadores como Sergio Rodriguez y Rudy Fernández, que ayer se tuvo que retirar por un golpe en las cervicales, también han ayudado en diferentes momentos en ataque y se espera que sobre todo el escolta del Real Madrid vaya aumentando su protagonismo con el paso de los encuentros. Más dudas aún generan los jugadores que entran normalmente en la segunda unidad y que han de dar un paso adelante para que España aspire realmente a la medalla de Oro en Eslovenia.

Ficha técnica

ESPAÑA (66):  José Calderón (10), Sergio Rodríguez (7), San Emeterio (3), Víctor Claver (7) y Marc Gasol (17) –cinco inicial–; Sergi Llull (8), Álex Mumbrú (6), Ricky Rubio (3), Pablo Aguilar (3), Rudy Fernández (-), Alberto Corbacho (-), Xavi Rabaseda (-), Nacho Martín (-), Xavi Rey (2) y Germán Gabriel (-).

MACEDONIA (61): Vodjan Stojanovski (-), Bo McCalebb (10), Pero Antic (2), Damian Stojanovski (10) y Samardziski (4) –cinco inicial–; Gecevski (10), Ilievsky (14), Chekovski (11), Nikolov (-), Sokolov (-), Magdevski (-), Dimcevski (-), Miralovsky (-), Gjuroski (-), Simonovski (-), Markovski (-), Sterjov (-) y Mladenovski (-).

Parciales: 21-13, 17-8, 13-22, 15-16.  Árbitros: Arteaga, Sánchez y Rial.

Sin eliminados.

Pabellón: Multiusos Fontes do Sar de Santiago de Compostela.